Crítica: "Antes", la forma engrandece el contenido
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Por Edurne Sarriegui
"Antes" es la ópera prima en solitario como director y guionista del argentino Daniel Gimelberg, que llega a los cines de su país este jueves. Anteriormente dirigió junto al español Cesc Gay "Hotel Room" (1998) y se ha desempeñado como Director de Arte en diversos largometrajes, entre ellos "El último Elvis" y "No sos vos, soy yo". Es sobre todo la manera de contar la historia la que hace que "Antes" merezca la pena verse.
Es verano y Nacho, muchacho de 21 años cuya vida despreocupada y alegre se desarrolla como la de muchos jóvenes de su edad, vive con sus padres, estudia arquitectura y tiene novia (Ana). La relación con su padre fue un poco tirante en el pasado pero se está recomponiendo después de la separación y reconciliación de sus padres. La música, que tiene un papel preponderante a lo largo del film, es una de las vías de esa reconciliación.
Dos años después, en invierno, nos reencontramos con Nacho (Nahuel Viale) viviendo solo, no ve a Ana (Guadalupe Docampo) ni se encuentra con sus amigos. Ya no estudia, vive solo y tiene un conflicto con el socio de su padre. No es capaz de arrancar con su vida hacia ningún lado, simplemente se despierta por la mañana y respira.
En medio de estas dos situaciones hay un hecho que no conocemos y que ha provocado ese cambio drástico en su vida. Uno de los aciertos de la película tal vez sea mantener el secreto sobre el mismo. Se irá develando poco a poco a medida que la vida de Nacho se desmorona sin remedio y ese clima de misterio nos mantiene expectantes.
El cambio de estaciones acompaña el estado de ánimo del protagonista y la forma de contar la historia, alternando presente y pasado, acentúa aún más el dramatismo de la nueva situación. Los luminosos días del verano están llenos de amigos familia y reuniones. El invierno es todo oscuridad iluminada por agresivas luces de neón, soledad, tristeza, depresión, adicciones y una ira contenida y sorda que lleva a nuestro protagonista a una situación extrema y le coloca a un paso del punto de no retorno.
Nada ni nadie parece ser capaz de sacar a Nacho de esa caída en espiral hacia el abismo, ni las nuevas relaciones que establece en su nueva vida, ni las viejas que él se niega a retomar. Se vislumbra una salida únicamente cuando toca fondo y eso le hará recurrir a otros para salir de esa profunda crisis. Este atisbo de esperanza nos reconforta como espectadores y alivia el drama, género al que pertenece la película.
La cinta cuenta con excelentes actuaciones de los jóvenes actores Nahuel Viale, Nahuel Pérez Biscayart, Martin Piroyansky y Guadalupe Docampo y la solvencia interpretativa de Alejandra Flechner y Verónica Llinás.
El film está dedicado a la memoria de Luis Alberto Spinetta, desaparecido en febrero de 2012, quien grabó dos nuevas versiones de sus temas "Bajan" y "Todas las hojas son del viento" para esta película.
"Antes" es la ópera prima en solitario como director y guionista del argentino Daniel Gimelberg, que llega a los cines de su país este jueves. Anteriormente dirigió junto al español Cesc Gay "Hotel Room" (1998) y se ha desempeñado como Director de Arte en diversos largometrajes, entre ellos "El último Elvis" y "No sos vos, soy yo". Es sobre todo la manera de contar la historia la que hace que "Antes" merezca la pena verse.
Es verano y Nacho, muchacho de 21 años cuya vida despreocupada y alegre se desarrolla como la de muchos jóvenes de su edad, vive con sus padres, estudia arquitectura y tiene novia (Ana). La relación con su padre fue un poco tirante en el pasado pero se está recomponiendo después de la separación y reconciliación de sus padres. La música, que tiene un papel preponderante a lo largo del film, es una de las vías de esa reconciliación.
Dos años después, en invierno, nos reencontramos con Nacho (Nahuel Viale) viviendo solo, no ve a Ana (Guadalupe Docampo) ni se encuentra con sus amigos. Ya no estudia, vive solo y tiene un conflicto con el socio de su padre. No es capaz de arrancar con su vida hacia ningún lado, simplemente se despierta por la mañana y respira.
En medio de estas dos situaciones hay un hecho que no conocemos y que ha provocado ese cambio drástico en su vida. Uno de los aciertos de la película tal vez sea mantener el secreto sobre el mismo. Se irá develando poco a poco a medida que la vida de Nacho se desmorona sin remedio y ese clima de misterio nos mantiene expectantes.
El cambio de estaciones acompaña el estado de ánimo del protagonista y la forma de contar la historia, alternando presente y pasado, acentúa aún más el dramatismo de la nueva situación. Los luminosos días del verano están llenos de amigos familia y reuniones. El invierno es todo oscuridad iluminada por agresivas luces de neón, soledad, tristeza, depresión, adicciones y una ira contenida y sorda que lleva a nuestro protagonista a una situación extrema y le coloca a un paso del punto de no retorno.
Nada ni nadie parece ser capaz de sacar a Nacho de esa caída en espiral hacia el abismo, ni las nuevas relaciones que establece en su nueva vida, ni las viejas que él se niega a retomar. Se vislumbra una salida únicamente cuando toca fondo y eso le hará recurrir a otros para salir de esa profunda crisis. Este atisbo de esperanza nos reconforta como espectadores y alivia el drama, género al que pertenece la película.
La cinta cuenta con excelentes actuaciones de los jóvenes actores Nahuel Viale, Nahuel Pérez Biscayart, Martin Piroyansky y Guadalupe Docampo y la solvencia interpretativa de Alejandra Flechner y Verónica Llinás.
El film está dedicado a la memoria de Luis Alberto Spinetta, desaparecido en febrero de 2012, quien grabó dos nuevas versiones de sus temas "Bajan" y "Todas las hojas son del viento" para esta película.