Crítica: "7 Cajas", un thriller a la paraguaya

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'7 cajas'


Por José Romero Carrillo

Una de las secciones más peculiares de esta edición 28 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara es la denominada "Vox Pópuli, Box Office", en donde encontramos cuatro títulos que en sus respectivos países han sido las más taquilleras del año que pasó. Títulos de producción latinoamericana que ha sorprendido, emocionado y convocado a las audiencias por varias semanas. Ellas son "Colosio - El asesinato" (México), "Dos más dos" (Argentina), Lo imposible" (España) y "7 cajas" (Paraguay). Siendo está última la película que logró, después de varios años, desplazar a "Titanic" y convertirse en la cinta más vista en la historia de la exhibición en Paraguay con 250 mil espectadores.

La expectativa que tenía sobre esta cinta era grande, tenía confiables referencias y por uno u otro motivo se me había “escapado” en otro festival de cine. Ahora era la oportunidad de verla en pantalla grande y nuevamente no me explico cómo es que no quedo seleccionada para la competencia iberoamericana. Esto la destinó a no estar bajo el análisis minucioso de la prensa pues como se sabe los títulos de la selección oficial son los que acaparan las notas y reportajes; y lo que da más lástima, es que fuera programada en solo dos ocasiones, la primera de ellas coincidiendo, nada más. Que con la inauguración del certamen. Entonces, la segunda era la única función para ese medio centenar de personas que la pudimos ver en el Cinepolis Centro Magno y que definitivamente quedamos satisfechos con el producto visto.

La historia de "7 cajas" es sencilla: Víctor, un muchacho de 17 años, carretillero del Mercado 4 de Asunción, fantasea constantemente con ser famoso en televisión. Repentinamente recibe la propuesta de transportar siete cajas a cambio de 100 dólares. Solo tiene que sacar la mercadería, mientras la policía realiza una requisa en el mercado. No debe preguntar que hay en su interior y solo podrá regresar cuando lo llamen al celular que le acaban de prestar. Todo parece sencillo pero se complica al revelarse, sin querer, el contenido de esas misteriosas cajas.

Los directores debutantes Tana Schémbori y Juan Carlos Maneglia asombran por el vértigo que le imprimen –genuinamente- a su narrativa. A medida que el argumento se desarrolla los giros se suceden sin parar y lo que es una virtud -y rareza de encontrar en una ópera prima que se inscriba estrictamente en un género cinematográfico como el thriller- ninguno de ellos resulta forzado o inverosímil. Todo fluye con una naturalidad que se refleja en el espectador, en tensión, expectativa e identificación con el joven protagonista. Es decir, todos queremos que salga bien librado del asedio y los peligros que significa transportar las siete cajas en mención.

A la par de su narrativa cuidada y poderosa, está el tratamiento audiovisual, que no tiene nada que envidiarles a los más inspirados productos industriales del país del norte. Cámara en mano que sabe moverse en los pasillos claustrofóbicos de ese Mercado número 4 que es un todo un caos, una jungla urbana en el protagonista y los antagonistas realizan verdaderas piruetas para perseguirse, y consecuentemente, evadirse. Las carretillas en sus manos son bólidos y el mercado es un microcosmos de la propia Asunción. Schémbori y Maneglia en ningún segundo dejan de lanzar dardos de acción, tensión, ironía y crítica social sobre el estado actual del Paraguay.

"7 cajas" puede ser una pequeña película latinoamericana pero al mismo tiempo es un triunfo del talento y del ingenio de sus realizadores, de imaginar una trama tan electrizante en el lugar más improbable, y que haya sido grabada en  jopará -idioma a medio camino entre el castellano y el guaraní- es otro de sus múltiples aciertos. Bienvenido sea entonces el subtítulo y que definitivamente no venga el remake angloparlante.