El argentino Ezio Massa habla sobre su film "Villa", estrenado cinco años después

por © J.P. Russo/EscribiendoCine-NOTICINE.com
'Villa'
Luego de cinco años de demora, el próximo jueves se estrena en los cines argentinos "Villa" (2008) de Ezio Massa, un film coral sobre tres chicos habitantes de la Villa 21 que durante el mundial de fútbol de 2002 pondrán en juego sus vidas para poder ver uno de los partidos de la selección nacional. "Argentina terminó siendo el país más hostil para poder estrenarla", dice el cineasta en una charla exclusiva con nuestro compañero Juan Pablo Russo.

- La película se terminó en 2008 y fue presentada en varios festivales. ¿Por qué tardaron cinco años en estrenarla?

Me toca ser uno de los primeros en estrenar, pero a lo largo del año se van a topar con muchos casos como éste. Pero hablando particularmente de Villa, la terminamos a mediados de 2008 y había mucho interés de Brasil, la llevamos a varios festivales como Gramado, Valladolid o Montreal donde le iba muy bien e incluso ganaba premios y prestigio. Cuando terminamos todo ese círculo pensaba que después de todo ese recorrido se iba a poder estrenar en Argentina, y es muy loco porque Villa tuvo su estreno brasileño, fue bien recibida en un montón de lugares y Argentina terminó siendo el país más hostil para poder estrenarla.

- ¿Pero se trató de un caso puntual con "Villa", tal vez por su temática o por carecer de figuras?

No creo que sea un caso puntual con la película más allá de que escuché cosas como "No quiero nada que tenga que ver con miseria" o la vieja "No hay actores conocidos". Las cosas han ido empeorando en cuento a la exhibición en los últimos años. Más allá de que hay un buen apoyo del INCAA y de hecho se está produciendo mucho y bueno. Hoy las películas están una semana en cartel y van al muere. El 90% de las salas están ocupadas por las grandes majors norteamericanas y queda un 10% que se reparte entre el cine argentino y el cine europeo. En ese 10% estamos peleando casi 200 películas por tener un espacio.

- ¿Cómo se manejó para no caer en el regodeo estilístico a la hora de mostrar la miseria como lo hace "Ciudad de Dios" (Cidade de Deus, 2002)?

Yo soy un poco rebelde y luché contra eso de que "Si vas a filmar un tema como este lo tenés que filmar de tal forma"  o "No te vuelvas muy esteticista porque lo que estás contando no lo es". Para mí no hay película más visceral que haya hecho que "Villa". Estuve mucho tiempo en carne viva con la película porque no hay nada en el barrio que yo no reconozca de mi infancia en Formosa, y eso que no tuve una infancia humilde, pero mis amigos eran siempre de barrio. Por eso cuando entré en la villa me enfoqué más en el 90% que está luchando por salir adelante y no en el 10% del morbo delictivo que es algo que vemos todo el día en la tele. Aunque hay un tema delicado que es ese 10% delictivo que en una población de 40 000 habitantes es un ejército de 4000 delincuentes.

- ¿La historia inicial era tal la que cuenta la película o fue mutando?

Iba transformándolo a cada momento. Después de seis meses de ensayo con los chicos de la villa dije: "De acá no sale una película". Me sentía muy inútil. Y de pronto fueron los chicos los que me dieron la lección de que ellos no hablaban como estaba en el guión y empecé a rearmar los diálogos guiados por los propios chicos. Son diálogos de ellos que fluían con naturalidad.

- ¿Cómo fue la selección de los actores?
Tuve dos enormes ayudas. Una SOS Discriminación que me los presenta a Julio Zarza que termina haciendo el personaje de Freddy. Y la otra fue Fabián Forte, yo sin él no hubiera podido hacer esto. Lo que hicimos fue citar a todo el mundo y les prometimos a todos que iban a participar de una u otra manera en la película. Entonces se hacía un listado sobre que si les interesaba actuar o tenían alguna capacidad técnica para participar del equipo. Y así fueron apareciendo cada uno de los actores.

- ¿Piensa que la película ha podido envejecer desde que se rodó respecto de lo que retrata?

Lastimosamente no, al contrario. Es muy actual y yo con mucho temor digo el número de habitantes porque cada vez aumenta más.

- ¿Por qué la decisión estética de dejar fuera de campo las situaciones en que los tres protagonistas recurren a la violencia para lograr su cometido?

Bajo ningún punto de vista la película intenta beatificar a los chicos ni tampoco señalarlos con el dedo. Sino mostrarte una situación concreta.

- Usted ha sido un gran referente del cine de género argentino y este año va a estrenar "2/11 Día de los muertos" (2012), un film de terror. ¿Creé que está en un gran momento?
A nivel exposición es un momento fuerte pero el resurgimiento empezó hace cinco años. El terror se puede defender solo por nicho o por público pese a que muchos críticos no lo apoyen. De alguna manera "Villa" fue el punto final de hacer un cine realista.

- "Elefante blanco" (2012), de Pablo Trapero, en un principio se iba a llamar "Villa" y pese a las diferencias en un punto se asemejan. ¿Lo tomó como que le copió?
No diría que me copió por el respeto que él no me supo tener. Yo entiendo dos cosas que separo. Primero Trapero se convirtió en un autor y un director sólido. Y por otro lado es el nene mimado de cierta crítica y con un nivel de exposición que muchas veces le da la espalda a una enorme cantidad de directores valiosos. Cuando me avisaron que Disney sacaba una película que se iba a llamar "Villa" dije "no puede ser". Después me dicen que es la peli de Trapero. Entonces antes de explotar averigüé de donde venía la historia y supe que estaba basada en algo que había escrito el padre de la mujer. Lo que sí me pareció que era un ninguneo que no pudiendo estrenar nosotros, porque nos decían que la miseria no interesaba o que el título no vendía se haga una película con las mismas características. De todas maneras sostengo esas dos cosas que dije de Trapero que las tengo muy claras. Hay muchos directores con una estatura y un rigor superior que ni siquiera se pueden hacer conocer.