Javier Bardem, por partida doble en las salas españolas
- por © Redacción-NOTICINE.com
El actor español Javier Bardem estrena esta semana dos películas en su propio país, en ambos casos con personajes -bien distintos- secundarios. En "To the wonder", de Terrence Malick, es el padre Quintana, un sacerdote con problemas de fe en Oklahoma, y en "Alacrán enamorado", del español Santiago Zannou, interpreta al líder de un grupo de neofascistas.
Acababa de estar el actor nacido en Canarias en la piel del ambiguo Silva de "Skyfall" cuando acudió a la llamada de su hermano Carlos, en Mayo del año pasado, para filmar en Madrid "Alacrán enamorado", la adaptación de una novela del mayor de los Bardem a cargo de Zannou ("El truco del manco"), interpretando a un personaje justamente opuesto a sus propias ideas, un ultraderechista.
"Me he fijado -ha dicho Bardem- en algunas personas para componer el tono y el físico de Solís. Queríamos hacer una persona que se moviese a diferentes niveles: uno, más impulsivo, tocando la fibra y el estómago de a los que se dirige; y otro más intelectual, casi diplomático, como si fuese un abogado, con una cierta calidad política futura. Fue un compendio de muchas cosas para llegar a ser Solís".
En "Alacrán enamorado", Javier Bardem es el jefe de una banda neonazi en la que militan los protagonistas, Julián (Álex González) y su amigo Luis (Miguel Ángel silvestre). Julián acude a un gimnasio, donde, gracias a la disciplina del boxeo, a la nobleza de su entrenador (Carlos Bardem) y al amor de una joven mulata (Judith Diakhate), irá cambiando poco a poco de mentalidad. Entonces empieza a alejarse del grupo, pero Luis no está dispuesto a dejarle marchar.
Tras la película está la productora Morena Films, uno de cuyos responsables, Álvaro Longoria, hizo junto a Javier el documental reivindicativo de la causa saharaui "Hijos de las nubes".
El otro film de Bardem que se estrena este fin de semana en España (a la vez que en Estados Unidos) es el del exquisito Terrence Malick "To the wonder", que se filmó en 2011 y sólo gustó en la Mostra de Venecia del año pasado a los muy devotos del autor de "El árbol de la vida". En él incorpora a un cura varado en las planicies de Oklahoma, que se convierte en asesor espiritual (a pesar de estar él mismo lleno de dudas e incertidumbres sobre su propia fe, las cuales comparte en "off" con el espectador) de una de las protagonistas, la ucraniana Olga Kurylenko, quien es junto a Rachel McAdams ocupante del corazón de Ben Affleck.
Según las notas de producción de "To the wonder", Malick le asignó al fotoperiodista Eugene Richard para que le acompañara a entrevistarse con sacerdotes, convictos y residentes en Bartlesville, "con vidas atormentadas" (sic). "Estas historias, su forma de hablarme, fueron increiblemente poderosas", ha dicho Javier Bardem.
Reconoce el ganador del Oscar que el rodaje de la película fue "caótico en el buen sentido, porque te sientes vivo todo el tiempo, como si estuvieras redescubriendo el mundo, ya que no sabes qué es lo siguiente que va a pasar, y es hermoso. Ese es uno de los objetivos principales de la actuación".
Por suerte para él, Bardem se salvó de los tajos que Malick le dio a su película, y que costaron "la vida" (metaforicamente) a otros dos personajes interpretados nada menos que por Rachel Weisz y Michael Sheen. La crítica estadounidense la ha acogida con muchas reservas y un 58% de opiniones negativas.
Javier Bardem, cuyo último papel protagónico fue en la coproducción hispano-mexicana "Biutiful" (2010) estaba ausente de las carteleras españolas desde otoño del año pasado, cuando se estrenó "Skyfall", en la que hizo uno de los papeles -de villano- más elogiados de su carrera, como enemigo de 007. También secundario será su siguiente trabajo, "The counselor", de Ridley Scott, en el que también trabaja su mujer, Penélope Cruz, y que se lanzará en noviembre próximo.
Acababa de estar el actor nacido en Canarias en la piel del ambiguo Silva de "Skyfall" cuando acudió a la llamada de su hermano Carlos, en Mayo del año pasado, para filmar en Madrid "Alacrán enamorado", la adaptación de una novela del mayor de los Bardem a cargo de Zannou ("El truco del manco"), interpretando a un personaje justamente opuesto a sus propias ideas, un ultraderechista.
"Me he fijado -ha dicho Bardem- en algunas personas para componer el tono y el físico de Solís. Queríamos hacer una persona que se moviese a diferentes niveles: uno, más impulsivo, tocando la fibra y el estómago de a los que se dirige; y otro más intelectual, casi diplomático, como si fuese un abogado, con una cierta calidad política futura. Fue un compendio de muchas cosas para llegar a ser Solís".
En "Alacrán enamorado", Javier Bardem es el jefe de una banda neonazi en la que militan los protagonistas, Julián (Álex González) y su amigo Luis (Miguel Ángel silvestre). Julián acude a un gimnasio, donde, gracias a la disciplina del boxeo, a la nobleza de su entrenador (Carlos Bardem) y al amor de una joven mulata (Judith Diakhate), irá cambiando poco a poco de mentalidad. Entonces empieza a alejarse del grupo, pero Luis no está dispuesto a dejarle marchar.
Tras la película está la productora Morena Films, uno de cuyos responsables, Álvaro Longoria, hizo junto a Javier el documental reivindicativo de la causa saharaui "Hijos de las nubes".
El otro film de Bardem que se estrena este fin de semana en España (a la vez que en Estados Unidos) es el del exquisito Terrence Malick "To the wonder", que se filmó en 2011 y sólo gustó en la Mostra de Venecia del año pasado a los muy devotos del autor de "El árbol de la vida". En él incorpora a un cura varado en las planicies de Oklahoma, que se convierte en asesor espiritual (a pesar de estar él mismo lleno de dudas e incertidumbres sobre su propia fe, las cuales comparte en "off" con el espectador) de una de las protagonistas, la ucraniana Olga Kurylenko, quien es junto a Rachel McAdams ocupante del corazón de Ben Affleck.
Según las notas de producción de "To the wonder", Malick le asignó al fotoperiodista Eugene Richard para que le acompañara a entrevistarse con sacerdotes, convictos y residentes en Bartlesville, "con vidas atormentadas" (sic). "Estas historias, su forma de hablarme, fueron increiblemente poderosas", ha dicho Javier Bardem.
Reconoce el ganador del Oscar que el rodaje de la película fue "caótico en el buen sentido, porque te sientes vivo todo el tiempo, como si estuvieras redescubriendo el mundo, ya que no sabes qué es lo siguiente que va a pasar, y es hermoso. Ese es uno de los objetivos principales de la actuación".
Por suerte para él, Bardem se salvó de los tajos que Malick le dio a su película, y que costaron "la vida" (metaforicamente) a otros dos personajes interpretados nada menos que por Rachel Weisz y Michael Sheen. La crítica estadounidense la ha acogida con muchas reservas y un 58% de opiniones negativas.
Javier Bardem, cuyo último papel protagónico fue en la coproducción hispano-mexicana "Biutiful" (2010) estaba ausente de las carteleras españolas desde otoño del año pasado, cuando se estrenó "Skyfall", en la que hizo uno de los papeles -de villano- más elogiados de su carrera, como enemigo de 007. También secundario será su siguiente trabajo, "The counselor", de Ridley Scott, en el que también trabaja su mujer, Penélope Cruz, y que se lanzará en noviembre próximo.