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3-II-04

El conocido productor y realizador español Gerardo Herrero, durante años el más activo aliado del cine latinoamericano en la Madre Patria, ha empezado 2004 con sentimientos encontrados. En primer lugar, está preparando el estreno de su novena realización, el drama sobre relaciones personales y laborales "El principio de Arquímedes" y por otro un colectivo de críticos catalanes -responsables de los galardones YoGa (equivalentes a los "Razzies" norteamericanos)- elegía a su anterior trabajo, el fracaso comercial "El misterio Galíndez", como la peor cinta nacional de 2003.

Con "El principio de Arquímedes", Herrero vuelve a un tema que le es caro, los principios morales frente a la cotidiana falta de ética y al materialismo, un dilema habitual en su generación, la de los españoles de la Transición que quisieron cambiar el mundo y acabaron cambiados por el mundo. De ello ya habló en "Las razones de mis amigos", y ahora insiste con "El principio de Arquímedes", de la mano de la misma escritora, Belén Gopegui.

El film, cuyo estreno está previsto para el 26 de marzo, cuenta la historia de Sonia (Marta Belaustegui), alta ejecutiva del mundo de la moda, que apenas tiene tiempo para dedicar a su hijo y a su marido. Rocío (Blanca Oteyza), vecina y amiga de Sonia, pese a estar muy bien preparada profesionalmente, no ha tenido suerte y siempre ha realizado trabajos provisionales, inseguros. Rocío también está casada y tiene una hija. Sonia le "echa un cable" y logra que sea admitida en la empresa en la que ella misma trabaja. Con el tiempo, debido a una fusión empresarial y también al cansancio y a las dudas de Sonia con respecto al sentido de su trabajo, pierde autoridad y responsabilidades mientras Rocío asciende. Las presiones que ambas mujeres experimentan en el mundo profesional rebotarán de algún modo en la vida amorosa de cada una de ellas. Rocío encontrará en el marido de Sonia el espejo perfecto para mirarse y Sonia acabará encontrando en el marido de Rocío alguien con quien construir una nueva forma de vida.

Para Gerardo Herrero, "El principio de Arquímedes" es "una película que nace de preguntas como: ¿Se puede hacer una película política que hable de sentimientos?, ¿Se puede contar una historia de sentimientos que sea política?, ¿Se puede contar que la misma media naranja que busca a su otra mitad en el jardín de los afectos es la media naranja que exprimen y tantas veces despiden, jubilan, tiran a la basura en los centros de trabajo?, ¿Se puede contar que una historia de fracasadas no es lo mismo que una de fracasados, que las perdedoras no tienen el mismo glamour que los perdedores, y al mismo tiempo darle a la perdedora el glamour de un personaje?, ¿Se puede hacer una película que nos recuerde que la revolución no es un sueño imposible sin decir nunca la palabra revolución, porque si alguien la dijera entonces nadie le escucharía?...".

Pero no todo son ilusiones para este cineasta madrileño que acaba de cumplir 51 años y tiene en su curriculum el haber producido películas de famosos directores latinos como Adolfo Aristarain, Tomás Gutiérrez Alea, Arturo Ripstein, Juan José Campanella, Francisco Lombardi, Juan Carlos Tabío o Marcelo Piñeyro. En vísperas de los Goya, el grupo "anónimo" de críticos catalanes Catacric daba a conocer sus anti-premios, los YoGa, que en esta decimoquinta opinión citaban al film de Herrero "El misterio Galíndez", basado en la novela histórica del escritor catalán Manolo Vázquez Montalbán, como peor película española del año.