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9-II-04

El cineasta manchego Pedro Almodóvar, que da los últimos toques a su película "La mala educación", antes del estreno español en marzo y la segura presencia en Cannes dos meses después, resaltó la importancia del guión el pasado viernes noche en la clausura del ciclo de conferencias "Entre guiones: El oficio de guionista cinematográfico", organizadas con motivo del concurso para escritores noveles de cine que patrocinan su productora, El Deseo, Media Pro, el programa de TVE "Versión española" y la asociación de guionistas españoles ALMA. "El guión -dijo Almodóvar- es la pieza clave de ese edificio que es una película y es el aspecto del que menos se habla. Sin un buen guión es imposible que haya una buena película".

Pero el más famoso realizador iberoamericano no sólo habló de guiones, sino también de la próxima entrega del Oscar, premio que lograra el año pasado con su film "Hable con ella", precisamente por su guión original. Pedro calificó de "barbaridad" la posible imposición de un "retraso" en la retransmisión de la ceremonia, como ocurrió este fin de semana con los Grammys, consecuencia de la exhibición por parte de Janet Jackson de uno de sus pechos en la Super Bowl. "Es espeluznante lo que están haciendo en Estados Unidos, un paso más en esta escalada de controlar todo lo que esté vivo. Quieren que entre la realidad y el ciudadano haya cada vez más intermediarios, para evitar que gente como Michael Moore haga discursos como el del año pasado contra Bush o que "extranjeros" como Gael García Bernal o yo mismo hablen de la guerra de Irak. La idea es que nada escape a su control", dijo.

De su experiencia en Hollywood el año pasado con "Hable con ella", el cineasta español aseguró que por haber logrado la estatuilla "no se me pasó por la cabeza que era el mejor guionista del mundo, porque al día siguiente tenía las mismas dificultades que siempre para escribir la próxima película y, además, cierta presión". En el texto de "La mala educación", dijo haber trabajado 10 años, con un resultado "férreo". Añadió que no ha habido cambios en los cuatros personajes principales, todos ellos hombres, "pero era necesario que la historia se destilara a lo largo de todos estos años. Antes era un relato de revancha, pero ahora ya no hay ese tono y uso a los curas para hablar del amor, la pasión, las obsesiones sexuales y los distintos errores que uno adopta en la pasión, porque los personajes son en un momento víctimas y en otro verdugos".