Un viaje al verdadero Carandiru
- por © Corresponsal-NOTICINE.com
5-IV-04
Luego de que el realizador Héctor Babenco diera a conocer al mundo el drama carcelario que se vivió en São Paulo, en el que fuera el mayor presidio de Latinoamérica con "Carandiru", el director paulista, Paulo Sacramento, presenta el documental "O Prisioneiro da Grade de Ferro (auto-retratos)", un film donde los mismos reclusos se encargan de retratar la vida diaria en la cárcel.
Precedido por los premios obtenidos en el 8º Festival Internacional de Documentales, É Tudo Verdade, "O Prisioneiro da Grade de Ferro (auto-retratos)", consigue lanzarse este 16 de abril en São Paulo y Río de Janeriro, con buenas posibilidades de poder ser exhibido en el exterior, en buena medida por el éxito de "Carandiru", el mayor suceso del cine brasileño.
Este es el primer largometraje de Sacramente, y en él busca captar el verdadero estilo de vida de un preso en Carandiru, un presidio que refleja la deficiencia del sistema carcelario de Latinoamérica. El documental se realizó durante siete meses, un año antes de que se cerrara la cárcel. Allí se les enseñó a los presos a utilizar una cámara de video, para que ellos mismos documenten sus vivencias, en busca de ofrecer un testimonio sincero y real.
Luego de que el realizador Héctor Babenco diera a conocer al mundo el drama carcelario que se vivió en São Paulo, en el que fuera el mayor presidio de Latinoamérica con "Carandiru", el director paulista, Paulo Sacramento, presenta el documental "O Prisioneiro da Grade de Ferro (auto-retratos)", un film donde los mismos reclusos se encargan de retratar la vida diaria en la cárcel.
Precedido por los premios obtenidos en el 8º Festival Internacional de Documentales, É Tudo Verdade, "O Prisioneiro da Grade de Ferro (auto-retratos)", consigue lanzarse este 16 de abril en São Paulo y Río de Janeriro, con buenas posibilidades de poder ser exhibido en el exterior, en buena medida por el éxito de "Carandiru", el mayor suceso del cine brasileño.
Este es el primer largometraje de Sacramente, y en él busca captar el verdadero estilo de vida de un preso en Carandiru, un presidio que refleja la deficiencia del sistema carcelario de Latinoamérica. El documental se realizó durante siete meses, un año antes de que se cerrara la cárcel. Allí se les enseñó a los presos a utilizar una cámara de video, para que ellos mismos documenten sus vivencias, en busca de ofrecer un testimonio sincero y real.