Guillermo del Toro: Sin rencor por no hacer "Hellboy 3"
- por © Redacción-NOTICINE.com
El cineasta mexicano Guillermo del Toro, invitado en el Festival de animación de Annecy, en Francia, demostró su bonhomía o fair play al responder a la pregunta de cómo se sentía después de perder la posibilidad de hacer "Hellboy 3", luego de que el mes pasado se anunciara que el creador del comic, Mike Mignola, había llegado a un acuerdo con productores para un reboot de la saga de la criatura infernal. "No soy el propietario de Hellboy, pertenece a Mike Mignola. Saben, si desea reiniciar la franquicia y el personaje, me parece muy bien. Ya pude hacer dos películas con él, que es más de lo que pensé poder hacer, así que, por mi parte, les deseo lo mejor y tienen mi bendición", afirmó.
La relación del tapatío con la animación viene de lejos, desde sus comienzos, y últimamente ha producido la serie animada de Netflix "Trollhunters", adaptación de sus libros coescritos con Daniel Krauss, una experiencia de la que no puede estar más satisfecho, tras haberse convertido en la serie del género más descargada en la plataforma de internet, pero sobre todo por las facilidades que le dio Netflix.
"Hemos tenido absoluta libertad -aseguró "Memo"- en la creación de la serie y desde el principio creyeron en ella. Cuando tienes un socio que cree en tí, cualquier coproducción -incluso si es tu tío el dentista- es increíble. Y lo que puedo decir es que en nuestra experiencia, ha sido absolutamente plena creativamente".
Del Toro también elogió la manera en que la plataforma ha llevado a cabo el mercadeo de "Trollhunters", un proyecto que empezó de la mano de Jeffrey Katzenberg y DreamWorks pero sin llegar a buen puerto: "He hecho películas que se han vendido justo como lo contrario de lo que eran. En cambio con Netflix lo han vendido maravillosamente, como lo que era, y eso es fantástico".
El autor de "El laberinto del fauno" y "Pacific Rim" está próximo a estrenar, para la próxima temporada navideña, su thriller paranormal "The Shape of Water", en el que se implicó hasta sacrificar parte de su sueldo en la producción. "Al funcionar con presupuestos más grandes aparecen siempre discusiones mayores sobre diferentes cuestiones. La libertad no tiene precio", afirmó.
Respecto del futuro, Del Toro contó que aún no tiró la toalla para hacer, también en el género de animación, su proyecto "Pinocchio", a pesar de que Robert Downey Jr. y Warner Bros. están ya trabajando en su propia versión -con imagen real- sobre el personaje inmortal del italiano Carlo Collodi. "Todavía lo estoy viendo. Si tienen ustedes 45 millones lo haré mañana", ironizó el mexicano.
Ese no es el único proyecto que tiene aparcado a la espera de financiación. Reconoció que no deja de ser frustrante empezar a trabajar en películas que finalmente no se materializan: "Lo que significa cualquiera de esos proyectos anunciados es que uno está temporalmente desocupado y trabaja duro, porque ha hecho el guión, los storyboards, y luego es desgarrador que no se hagan realidad".
Mirando al futuro, Del Toro espera seguir desarrollando historias animadas, porque -aseguró- le permiten desarrollar más libremente su imaginación, y predijo que en unos años, las películas serán más cortas: "El lapso de atención va dramáticamente bajando. Las generaciones más jóvenes quieren que sus aventuras se desarrollen en 70 minutos como máximo". Agregó que él también está convencido de que "vivimos una Edad de Oro de la televisión", más que por los contenidos por la facilidad de acceder a ellos.
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La relación del tapatío con la animación viene de lejos, desde sus comienzos, y últimamente ha producido la serie animada de Netflix "Trollhunters", adaptación de sus libros coescritos con Daniel Krauss, una experiencia de la que no puede estar más satisfecho, tras haberse convertido en la serie del género más descargada en la plataforma de internet, pero sobre todo por las facilidades que le dio Netflix.
"Hemos tenido absoluta libertad -aseguró "Memo"- en la creación de la serie y desde el principio creyeron en ella. Cuando tienes un socio que cree en tí, cualquier coproducción -incluso si es tu tío el dentista- es increíble. Y lo que puedo decir es que en nuestra experiencia, ha sido absolutamente plena creativamente".
Del Toro también elogió la manera en que la plataforma ha llevado a cabo el mercadeo de "Trollhunters", un proyecto que empezó de la mano de Jeffrey Katzenberg y DreamWorks pero sin llegar a buen puerto: "He hecho películas que se han vendido justo como lo contrario de lo que eran. En cambio con Netflix lo han vendido maravillosamente, como lo que era, y eso es fantástico".
El autor de "El laberinto del fauno" y "Pacific Rim" está próximo a estrenar, para la próxima temporada navideña, su thriller paranormal "The Shape of Water", en el que se implicó hasta sacrificar parte de su sueldo en la producción. "Al funcionar con presupuestos más grandes aparecen siempre discusiones mayores sobre diferentes cuestiones. La libertad no tiene precio", afirmó.
Respecto del futuro, Del Toro contó que aún no tiró la toalla para hacer, también en el género de animación, su proyecto "Pinocchio", a pesar de que Robert Downey Jr. y Warner Bros. están ya trabajando en su propia versión -con imagen real- sobre el personaje inmortal del italiano Carlo Collodi. "Todavía lo estoy viendo. Si tienen ustedes 45 millones lo haré mañana", ironizó el mexicano.
Ese no es el único proyecto que tiene aparcado a la espera de financiación. Reconoció que no deja de ser frustrante empezar a trabajar en películas que finalmente no se materializan: "Lo que significa cualquiera de esos proyectos anunciados es que uno está temporalmente desocupado y trabaja duro, porque ha hecho el guión, los storyboards, y luego es desgarrador que no se hagan realidad".
Mirando al futuro, Del Toro espera seguir desarrollando historias animadas, porque -aseguró- le permiten desarrollar más libremente su imaginación, y predijo que en unos años, las películas serán más cortas: "El lapso de atención va dramáticamente bajando. Las generaciones más jóvenes quieren que sus aventuras se desarrollen en 70 minutos como máximo". Agregó que él también está convencido de que "vivimos una Edad de Oro de la televisión", más que por los contenidos por la facilidad de acceder a ellos.
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