Bendita filmoteca imprescindible: "La pasión de Juana de Arco / La Passion de Jeanne d'Arc" (1928)

por © Cris F. Fimia-NOTICINE.com
"La pasión de Juana de Arco / La Passion de Jeanne d'Arc"
"La pasión de Juana de Arco / La Passion de Jeanne d'Arc"
Con la cantidad de tiempo que pasamos últimamente encerrados/as en casa, hay tiempo para todo, y ello incluye ver películas míticas en el mundo del cine. Por eso, aprovechamos hoy para hablar de una película de temática histórica, por lo que resulta relevante tener claro quién fue nuestro personaje principal. Si bien todos hemos oído en alguna ocasión el nombre de Juana de Arco, en realidad muchos/as no saben quién fue. La susodicha fue una joven francesa que participó activamente en la guerra de los Cien Años contra Inglaterra, la cual finalizó con Carlos VII de Valois como rey de Francia. Pero la suerte se volvió en su contra y el 23 de mayo de 1430, fue detenida en Compiègne por unos nobles franceses compinchados con los ingleses. Así que fue entregada a éstos últimos, condenada por herejía y quemada viva. Con el paso del tiempo, el papa Calixto III revisó el juicio, eliminó los cargos en su contra y la declaró mártir.

La idea original

Carl Theodor Dreyer, director de la cinta, era ya conocido en su Dinamarca natal gracias a la película “Du skal ære din hustru” (“El amo de la casa”). Su éxito se mantuvo cuando se marchó a Francia, donde La Société Genérale des Films le encargó la dirección de una película sobre María Antonieta, Catalina de Médicis o Juana de Arco. Juana de Arco gozaba de gran fama por aquellos años, y fue nombrada una de las santas patronas de Francia. Así que Dreyer se decidió por ella y dedicó más de un año y medio investigando a Juana para la película basando el guion en las transcripciones originales del juicio y su ejecución.

La protagonista

Dreyer quería interpretando a Juana a una joven de Hollywood: Lillian Gish. No tenía apoyo de los franceses, a los que no les hacía ninguna gracia que un personaje tan respetado fuese interpretado por alguien de otro país. A ello se sumó un casting en el que brilló por encima del resto una actriz de teatro: Maria (nacida Renée) Falconetti, en su segunda y última película. Nunca más volvió a hacer cine y murió en Buenos Aires, 54 años después de haber nacido en la localidad corsa de Pantin. Cuando filmó tenía 35 años, aunque su papel era el de una muchacha de 19.

El rodaje

El rodaje resultó realmente complejo. Fue una auténtica superproducción de la época y llevó más de un año. Dreyer era conocido por su mal carácter y por tener desavenencias en los rodajes por su carácter déspota. Y no iba a ser menos con Falconetti que tuvo que sufrir en sus propias carnes el dolor de su personaje. Tuvo que arrodillarse sobre una piedra y quedarse allí horas y horas para sentir el dolor de las rodillas contra la misma, rodando una y otra vez y buscando el sufrimiento en su mirada. Pero aún hay más. Llega el momento de cortarle el pelo a Juana. Así que, tijeras en mano y Falconetti viéndolas venir porque nadie la había avisado de ese pequeño detalle. Se le corta mientras la actriz mantiene un rostro cargado de dolor. Resultado: unos planos maravillosos, lágrimas totalmente sinceras y mucha emoción.

Los extras

Ya había sufrido Falconetti el corte de pelo, las rodillas en la piedra… Y llegó el momento de la sangre. Y dijo que por ahí ya no pasaba. Pero como Dreyer era tan “auténtico” contrató a una extra que sufrió la tortura de la sangre en sus propias carnes. Nada de simular. Todo real.

Polémicas

Con su lanzamiento, la película fue un éxito de crítica y rápido fue reconocida como obra maestra. Pero también un batacazo económico por lo que la Société Générale canceló su contrato con Dreyer lo que supuso a su vez críticas de éste a la empresa por censurar y reeditar la película para complacer a los católicos y terminó por ir a juicio frente a ella por incumplimiento de contrato. En el caso de Reino Unido fue prohibida por la imagen que daba de los soldados ingleses y el arzobispo de París quiso cambios en la cinta.

Muda pero muda

La película es totalmente muda. No podemos escuchar ni diálogos, ni sonidos de fondo ni música. No ha sobrevivido ningún tipo de partitura, ni se tiene de hecho constancia de que existiese. Se trata de un film puramente visual, que pone en valor la enorme expresividad a través de la imagen.

Milagro: se recupera la versión original

Entre la censura del gobierno, la de la iglesia y la crítica recibida por los católicos, hubo varias versiones de la película. Las primeras fueron destruidas en sendos incendios. Sorprendentemente en los años ochenta, un empleado del hospital psiquiátrico Hospital Dikemark de Oslo abrió un armario y ahí resultó haber latas de película con el título de “La pasión de Juana de Arco”. Al hombre le pareció importante y las latas se enviaron al Instituto Noruego de Cinematografía. Allí se estuvieron examinando durante años, hasta que se demostró que se trataba del montaje original de Dreyer antes de haber pasado por la censura del gobierno y la iglesia. Todo son confabulaciones y nunca se aclaró como llegó allí pero todo parece indicar que el que era por aquel entonces director del hospital pudo haber pedido una copia ya que además era historiador.

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