Salma Hayek dice que no protagonizó "Matrix" por su vagancia
- por © Redacción (México)-NOTICINE.com
La estrella mexicana Salma Hayek, ahora mismo en cabeza de la taquilla norteamericana con "El otro guardaespaldas 2 / Duro de cuidar 2 / The Hitman's Wife Bodyguard", ha contado que pudo haber sido la protagonista femenina de la saga "Matrix" (papel que acabó en manos de Carrie-Anne Moss), pero que falló en la prueba física: "Soy flexible y ágil, pero también perezosa", asegura la veracruzana.
Esta anécdota de su pasado la cuenta Hayek en un episodio del talk show de Jada Pinkett Smith, en Facebook Watch, porque ambas formaron parte del grupo de cuatro actrices finalistas para obtener el rol de Trinity en la cinta de los hermanos (ahora hermanas) Wachowski. Lo que no dice es quién fue la cuarta considerada.
"Había superado muchos obstáculos, pruebas de pantalla y muchas audiciones", detalla Salma Hayek, pero llegó el momento de las pruebas físicas, para las que "trajeron a estos coordinadores de especialistas de Asia", y ahí reconoce que se desmoronó cualquier esperanza, por sus propios... deméritos. "En realidad, nunca fui al gimnasio... Me dijeron: '¡Tienes que correr!'. Pregunté: '¿A dónde?'. Ni siquiera pude dar una vuelta por la habitación. Nunca me volvieron a llamar después de ese día", comparte entre risas la protagonista de "Eternos".
Hayek recuerda que en cambio su colega sí lo hizo mucho mejor: "¡Dios mío! ¡Era tan buena! ¡Fue tan vergonzoso!. Jada estaba tan en forma, tan concentrada, tan disciplinada, tan capaz, tan amable... Solo la miré y pensé: 'Eso es lo que quiero ser cuando crezca'".
Finalmente el papel no recayó en la mujer de Will Smith, sino en la entonces poco conocida Carrie-Anne Moss, aunque los productores acabaron dándole a Smith un personaje secundario, Niobe, una rebelde de Zion y expareja de Morpheus, papel que los Wachowski crearon para ella.
En otra entrevista reciente, la veracruzana siguió con su espíritu retrospectivo. Próxima a tener su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, reconoció en "The Drew Barrymore Show" que sobre todo en los primeros años de su carrera sufrió situaciones de discriminación por ser latina y extranjera. "Me dijeron una y otra vez: 'Nunca lo lograrás en esta ciudad, sólo interpretarás a trabajadoras sexuales, traficante de drogas, esposa o novia y ama de llaves, porque no hay otros roles para ti'", detalló Hayek.
"Es realmente sorprendente que las personas que están en posiciones tan altas sean tan estúpidas", comentó, además de citar un ejemplo que vivió con un ejecutivo de estudio: "Me lo dijo con estas palabras: 'Naciste en el lado equivocado de la frontera. Si hubieras nacido en el lado correcto (Estados Unidos), probablemente serías la estrella más grande del mundo. Pero no importa lo hermosa que alguien piense que eres, no importa lo buena actriz que seas, cuando abras la boca, el público sólo recordará a sus sirvientas".
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Esta anécdota de su pasado la cuenta Hayek en un episodio del talk show de Jada Pinkett Smith, en Facebook Watch, porque ambas formaron parte del grupo de cuatro actrices finalistas para obtener el rol de Trinity en la cinta de los hermanos (ahora hermanas) Wachowski. Lo que no dice es quién fue la cuarta considerada.
"Había superado muchos obstáculos, pruebas de pantalla y muchas audiciones", detalla Salma Hayek, pero llegó el momento de las pruebas físicas, para las que "trajeron a estos coordinadores de especialistas de Asia", y ahí reconoce que se desmoronó cualquier esperanza, por sus propios... deméritos. "En realidad, nunca fui al gimnasio... Me dijeron: '¡Tienes que correr!'. Pregunté: '¿A dónde?'. Ni siquiera pude dar una vuelta por la habitación. Nunca me volvieron a llamar después de ese día", comparte entre risas la protagonista de "Eternos".
Hayek recuerda que en cambio su colega sí lo hizo mucho mejor: "¡Dios mío! ¡Era tan buena! ¡Fue tan vergonzoso!. Jada estaba tan en forma, tan concentrada, tan disciplinada, tan capaz, tan amable... Solo la miré y pensé: 'Eso es lo que quiero ser cuando crezca'".
Finalmente el papel no recayó en la mujer de Will Smith, sino en la entonces poco conocida Carrie-Anne Moss, aunque los productores acabaron dándole a Smith un personaje secundario, Niobe, una rebelde de Zion y expareja de Morpheus, papel que los Wachowski crearon para ella.
En otra entrevista reciente, la veracruzana siguió con su espíritu retrospectivo. Próxima a tener su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, reconoció en "The Drew Barrymore Show" que sobre todo en los primeros años de su carrera sufrió situaciones de discriminación por ser latina y extranjera. "Me dijeron una y otra vez: 'Nunca lo lograrás en esta ciudad, sólo interpretarás a trabajadoras sexuales, traficante de drogas, esposa o novia y ama de llaves, porque no hay otros roles para ti'", detalló Hayek.
"Es realmente sorprendente que las personas que están en posiciones tan altas sean tan estúpidas", comentó, además de citar un ejemplo que vivió con un ejecutivo de estudio: "Me lo dijo con estas palabras: 'Naciste en el lado equivocado de la frontera. Si hubieras nacido en el lado correcto (Estados Unidos), probablemente serías la estrella más grande del mundo. Pero no importa lo hermosa que alguien piense que eres, no importa lo buena actriz que seas, cuando abras la boca, el público sólo recordará a sus sirvientas".
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