El cineasta cubano Fernando Pérez reflexiona sobre las protestas en su país
- por © Corresponsal (Cuba)-NOTICINE.com
Circula en las redes sociales, silenciadas en Cuba hasta este jueves para la mayoría de los ciudadanos, un texto del cineasta Fernando Pérez en relación con las protestas que se llevan desarrollando en el país desde el pasado fin de semana, consecuencia de la escasez de alimentos y medicinas, los cortes energéticos y las consecuencias médicas y económicas del coronavirus. El autor de "La vida es silbar" y "Madrigal" ha hecho un alto en el rodaje de su nueva película en la capital cubana, "Riquimbili o El mundo de Nelsito", para escribir este texto, que reitera sus siempre honestas y públicas posturas en favor de una mayor democracia en la isla.
En él se manifiesta contra el inmovilismo y la represión y aboga por cambios sustanciales para alcanzar una mayor libertad sin renunciar a los logros de la Revolución. Por su interés, reproducimos el artículo, replicado en Facebook por intelectuales cubanos como Haydée Milanés o Pepe Horta:
"Cuando el 27 de noviembre un grupo de jóvenes artistas se reunió frente al Mincult (Ministerio de Cultura) y surgió el 27N dije y luego escribí: 'En esta acción pacífica percibo el inicio de un nuevo lenguaje que le hace falta a la cultura cubana y a este país'.
Ese nuevo lenguaje reclama libertad de expresión, inclusividad, derecho al disenso, participación activa de una sociedad civil plural y diversa. Ha pasado el tiempo y las puertas han continuado cerradas: sus voces no encontraron espacios, sino desconfianza, linchamientos mediáticos, 'manotazos', silencio.
Cuando el 11 de julio muchos de esos jóvenes artistas y cineastas (los conozco, sé lo que piensan y con ellos comparto su actitud contestataria) se plantaron pacíficamente frente al ICRT (Instituto Cubano de Radio y TV) para plantear, una vez más, su derecho a ser escuchados, ese acto es para mí el símbolo de la temperatura de muchos sectores en Cuba hoy: NO más exclusión, NO más inmovilismo, NO más represión ante el que piensa diferente.
El problema no está en las redes, donde estos jóvenes encuentran un espacio que aquí les niegan, sino en unos medios cerrados que informan un solo discurso y nunca la diversidad en la que nuestra realidad se forja.
Por eso hoy sí hay un estallido social y no solo 'disturbios' o 'vandalismo'.
Quiero una Cuba independiente, soberana, sin injerencias extranjeras, pero una Cuba como la expresó Daniel Romero interpretando al joven Martí en 'El ojo del canario': una Cuba inclusiva, con el derecho a la palabra, al pensamiento libre y el respeto a la libertad individual.
La construcción de ese país tiene que ser a través del consenso y no de la violencia y la represión. Una Cuba en la que la tranquilidad y la unidad tengan que ser preservadas con las calles en manos de las tropas especiales, será una Cuba rota".
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En él se manifiesta contra el inmovilismo y la represión y aboga por cambios sustanciales para alcanzar una mayor libertad sin renunciar a los logros de la Revolución. Por su interés, reproducimos el artículo, replicado en Facebook por intelectuales cubanos como Haydée Milanés o Pepe Horta:
"Cuando el 27 de noviembre un grupo de jóvenes artistas se reunió frente al Mincult (Ministerio de Cultura) y surgió el 27N dije y luego escribí: 'En esta acción pacífica percibo el inicio de un nuevo lenguaje que le hace falta a la cultura cubana y a este país'.
Ese nuevo lenguaje reclama libertad de expresión, inclusividad, derecho al disenso, participación activa de una sociedad civil plural y diversa. Ha pasado el tiempo y las puertas han continuado cerradas: sus voces no encontraron espacios, sino desconfianza, linchamientos mediáticos, 'manotazos', silencio.
Cuando el 11 de julio muchos de esos jóvenes artistas y cineastas (los conozco, sé lo que piensan y con ellos comparto su actitud contestataria) se plantaron pacíficamente frente al ICRT (Instituto Cubano de Radio y TV) para plantear, una vez más, su derecho a ser escuchados, ese acto es para mí el símbolo de la temperatura de muchos sectores en Cuba hoy: NO más exclusión, NO más inmovilismo, NO más represión ante el que piensa diferente.
El problema no está en las redes, donde estos jóvenes encuentran un espacio que aquí les niegan, sino en unos medios cerrados que informan un solo discurso y nunca la diversidad en la que nuestra realidad se forja.
Por eso hoy sí hay un estallido social y no solo 'disturbios' o 'vandalismo'.
Quiero una Cuba independiente, soberana, sin injerencias extranjeras, pero una Cuba como la expresó Daniel Romero interpretando al joven Martí en 'El ojo del canario': una Cuba inclusiva, con el derecho a la palabra, al pensamiento libre y el respeto a la libertad individual.
La construcción de ese país tiene que ser a través del consenso y no de la violencia y la represión. Una Cuba en la que la tranquilidad y la unidad tengan que ser preservadas con las calles en manos de las tropas especiales, será una Cuba rota".
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