Mexicana Luisa Rubino habla de su nuevo proyecto internacional, en Italia
- por © Angela Pérez Torres-NOTICINE.com
La actriz mexicana Luisa Rubino ("Narcos: México", "La que no podía amar"), de 26 años, ha destacado como una de las intérpretes más prometedoras de su generación, llevando su talento tanto a la televisión como al cine. Su pasión y dedicación en cada papel le han ganado el reconocimiento en la industria. Ahora, en su nueva película, la italiana "Don’t Call me Columbo", Rubino enfrenta un nuevo reto interpretando un personaje que desafía los tradicionales estereotipos de las mujeres mexicanas en el cine internacional.
En una conversación con Grazia, Luisa compartió sus experiencias, los desafíos que ha enfrentado y su visión sobre el crecimiento de la industria cinematográfica. Para la actriz, formar parte de un proyecto de gran envergadura es un honor inmenso. "Representar a mi país en una producción de esta magnitud es una oportunidad que valoro profundamente. Además, dar vida a un personaje tan apasionado y complejo como Frida es un privilegio", expresó. El personaje de Frida, cuyo nombre tiene un fuerte simbolismo para la cultura mexicana, permite a Rubino romper con los clichés que históricamente se han asociado con sus compatriotas en la pantalla. "Este papel me permite mostrar que las mujeres mexicanas somos diversas, fuertes y multifacéticas", comentó la actriz, destacando la importancia de presentar una nueva versión de la mujer latina en el cine global.
El camino hacia este papel no estuvo exento de retos. Para Rubino, uno de los mayores desafíos fue actuar en inglés, un idioma que maneja, pero que siempre presenta nuevas dificultades en un contexto profesional. Además, la actriz tuvo que construir a Frida, un personaje emocionalmente complejo, diferente a todo lo que había interpretado hasta ahora. "Salir de mi país y adaptarme a una nueva cultura y forma de trabajo fue un desafío, pero cada experiencia me ha permitido crecer tanto como actriz como persona", dijo.
Otro de los aspectos destacados del proyecto es la participación del americano Alec Baldwin, quien regresa a la pantalla grande. Rubino expresó lo privilegiada que se siente al trabajar junto a una leyenda del cine. "Es un sueño hecho realidad compartir escenas con Alec Baldwin. Aprendo mucho observando su técnica y cómo aborda cada escena. Es un recordatorio de que siempre hay algo nuevo que aprender en esta carrera", señaló la chilanga.
A lo largo de su carrera, Luisa ha participado en reconocidos proyectos como las series "Narcos: México", "Fugitiva" o "Caer en tentación". Sus experiencias, según contaba, le han enseñado a mantener los pies en la tierra a pesar de las exigencias de la industria. "La humildad y la disciplina han sido clave en mi camino. Mis padres, inmigrantes, siempre me enseñaron a valorar el esfuerzo y la gratitud. Además, el ego es uno de los mayores obstáculos en esta industria. Aprender a dejarlo atrás fue un proceso necesario para seguir evolucionando", compartió la actriz.
Al construir su personaje, Rubino recurrió a sus propias experiencias emocionales para dar mayor profundidad a Frida. "El personaje tiene una complejidad emocional que se conecta con mis propios momentos de nostalgia y aprendizaje", comentó. En cuanto a su preparación física, Luisa trabajó intensamente. "Este papel requiere una presencia física particular, así que trabajé en mi postura, movimientos y lenguaje corporal. Emocionalmente, fue un reto aún mayor, y me apoyé en un coach en Los Ángeles para explorar diferentes matices del personaje", explicó.
"Espero que esta película inspire a muchas personas y que sigamos viendo más representación latina en el cine", remató.
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En una conversación con Grazia, Luisa compartió sus experiencias, los desafíos que ha enfrentado y su visión sobre el crecimiento de la industria cinematográfica. Para la actriz, formar parte de un proyecto de gran envergadura es un honor inmenso. "Representar a mi país en una producción de esta magnitud es una oportunidad que valoro profundamente. Además, dar vida a un personaje tan apasionado y complejo como Frida es un privilegio", expresó. El personaje de Frida, cuyo nombre tiene un fuerte simbolismo para la cultura mexicana, permite a Rubino romper con los clichés que históricamente se han asociado con sus compatriotas en la pantalla. "Este papel me permite mostrar que las mujeres mexicanas somos diversas, fuertes y multifacéticas", comentó la actriz, destacando la importancia de presentar una nueva versión de la mujer latina en el cine global.
El camino hacia este papel no estuvo exento de retos. Para Rubino, uno de los mayores desafíos fue actuar en inglés, un idioma que maneja, pero que siempre presenta nuevas dificultades en un contexto profesional. Además, la actriz tuvo que construir a Frida, un personaje emocionalmente complejo, diferente a todo lo que había interpretado hasta ahora. "Salir de mi país y adaptarme a una nueva cultura y forma de trabajo fue un desafío, pero cada experiencia me ha permitido crecer tanto como actriz como persona", dijo.
Otro de los aspectos destacados del proyecto es la participación del americano Alec Baldwin, quien regresa a la pantalla grande. Rubino expresó lo privilegiada que se siente al trabajar junto a una leyenda del cine. "Es un sueño hecho realidad compartir escenas con Alec Baldwin. Aprendo mucho observando su técnica y cómo aborda cada escena. Es un recordatorio de que siempre hay algo nuevo que aprender en esta carrera", señaló la chilanga.
A lo largo de su carrera, Luisa ha participado en reconocidos proyectos como las series "Narcos: México", "Fugitiva" o "Caer en tentación". Sus experiencias, según contaba, le han enseñado a mantener los pies en la tierra a pesar de las exigencias de la industria. "La humildad y la disciplina han sido clave en mi camino. Mis padres, inmigrantes, siempre me enseñaron a valorar el esfuerzo y la gratitud. Además, el ego es uno de los mayores obstáculos en esta industria. Aprender a dejarlo atrás fue un proceso necesario para seguir evolucionando", compartió la actriz.
Al construir su personaje, Rubino recurrió a sus propias experiencias emocionales para dar mayor profundidad a Frida. "El personaje tiene una complejidad emocional que se conecta con mis propios momentos de nostalgia y aprendizaje", comentó. En cuanto a su preparación física, Luisa trabajó intensamente. "Este papel requiere una presencia física particular, así que trabajé en mi postura, movimientos y lenguaje corporal. Emocionalmente, fue un reto aún mayor, y me apoyé en un coach en Los Ángeles para explorar diferentes matices del personaje", explicó.
"Espero que esta película inspire a muchas personas y que sigamos viendo más representación latina en el cine", remató.
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