El retorno sentimental a París de Carmen Maura, con Albacete y Menkes

por © Redacción-NOTICINE.com
Escenas del film
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Un momento del rodajeEscenas del film13-I-05

Carmen Maura regresa como una mujer madura en busca del tiempo perdido a las carteleras españolas y a París, la ciudad donde reside varios meses al año, con "Entre Vivir y Soñar", la nueva película de Alfonso Albacete y David Menkes ("Más que amor, frenesí", "Atómica", "Sobreviviré"), con guión de Angeles González Sinde, que se estrena el próximo día 28 de enero.

"Entre vivir y soñar" cuenta la historia de Ana, una mujer de más de cuarenta años que vive junto a su marido Félix y a su hija de diecisiete años Marta. Lleva una vida rutinaria, da clases de cocina y recibe cursos de francés. No sabía que se iba a acomodar en, cómo definirlo: las circunstancias, la realidad de la vida. Cada día prepara la misma tostada con aceite para Félix y hace el mismo recorrido para ir a su trabajo donde siempre ocurre lo mismo. Así pasa día tras día sin que nada extraordinario suceda. Es una comedia romántica cuya historia apuesta por las segundas oportunidades en la vida: surgen cuando menos te lo esperas, pero también están más cerca de lo que nos imaginamos. La búsqueda en París de aquel amor de adolescencia que tuvo Ana en el verano del 68 será el motor de su recobrada ilusión.

"Ana está buscando el amor. Es algo que les sucede a todos los personajes de nuestras películas. En "Mas que amor, frenesí" los protagonistas buscaban el amor aunque lo confundieran con el frenesí de la noche. En "Sobreviviré" Emma Suárez encontraba un amor imposible en el personaje de Juan Diego Botto. Ana busca el amor aunque lo confunda con sus recuerdos, sin darse cuenta que realmente lo que desea es que la quieran, sentirse importante para alguien", ha dicho David Menkes.

"Fue -recordaba Carmen Maura- un rodaje muy divertido, pero no por trabajar en esas dos ciudades que adoro. A mí lo que cada vez me apetece más es estar en casa, en mi casa, y eso casi nunca pasa porque se rueda muy poco en Madrid. Fíjate que en los últimos tiempos salieron tres cosas y ninguna en la capital, por lo que estar en Galicia o en Francia, me es indiferente. Pero bueno, los equipos y las cámaras suelen ser las mismas y eso facilita mucho el trabajo ya que nunca nos sentimos extraños".

Maura fue la primera y más segura elección de los directores españoles en un reparto que se completa con Manuel Manquiña, Marata Etura, Mónica Cervera y el francés Thierry Lhermitte. "En cuanto ella -afirmaba Albacete- leyó el guión y se vio en el personaje no existió nadie más. Para mí, Carmen es la mejor actriz de su generación que tenemos en España. Era un verdadero sueño poder trabajar con ella. Su naturalidad, su sentido del humor, su generosidad y seriedad en el trabajo, todo ha sido positivo para enriquecer el personaje. Me gustan la mayoría de sus películas. "Que he hecho yo para merecer esto", "Mujeres al borde un ataque de nervios", "La Comunidad" o "La alegría está en el campo" son de su filmografía mis favoritas".

Esta es la primera vez que Menkes y Albacete salen a rodar fuera de España. "París es puro cine. Vas caminando por sus calles y es como meterte en distintas películas. Recuerdo que cuando estábamos rodando yo acababa de ver "Soñadores" y pensaba, por aquí rodó Bertolucci tal escena. También cuando estábamos rodando la última secuencia de la película la localización era cercana a la de "El último tango en París". Además de esto, París era lo que necesitaba la película. El río Sena, sus calles, Notre-Dame, ha sido un esfuerzo enorme pero ha valido la pena", comentaba Alfonso Albacete.

"Nuestras anteriores películas -añadía Menkes- estaban rodadas prácticamente en Madrid. Entonces, se puede decir que es la primera vez que salimos de casa. Hemos tenido la suerte de contar con un equipo francés para los exteriores en París con el que ha sido muy fácil trabajar. Comenzamos la película allí y fue estimulante contar con una gente tan profesional y preparada. Otra ventaja era que Carmen Maura vive la mitad del tiempo allí, así que se puede decir que se desenvuelve como una auténtica parisina. Nos hizo un otoño mágico, con una luz espectacular. No hay más que ver el color de las hojas de los árboles en la escena del Palais Royal en la que Ana persigue el retrato robot de Pierre, o la travesía en barco por el Sena de Ana y Verónica. Un rodaje inolvidable".