Murió el actor español Agustín González, desaprovechado por el cine
- por © Redacción-NOTICINE.com
16-I-05
Aunque protagonista secundario de películas tan famosas como "Plácido", "Atraco a las tres", "Las bicicletas son para el verano, "Belle epoque", "Los santos inocentes", "Volver a empezar", "La colmena", o la trilogía "Nacional" de Berlanga, y un rostro popular del cine español durante décadas, Agustín González, fallecido de una neumonía este domingo a los 74 años, siempre tuvo la sensación de no haber conseguido en la gran pantalla los personajes protagonistas que sí logró con frecuencia en los escenarios teatrales. Para el público español, González quedará sobre todo en la memoria como el sacerdote integrista de "La corte de Faraón" o las tres partes de la saga de los Leguineche ("La escopeta nacional", "Patrimonio nacional" y "Nacional III"), que dirigió Luis G.Berlanga, las cuatro cintas con guión de Azcona.
El cineasta valenciano le incluía sistematicamente en sus comedias, y como él otros muchos cineastas españoles: Trueba, Garci, Cuerda, Fernán Gómez, Camus... Rodó cerca de 170 films en sus 50 años largos como profesional, desde que en 1952 debutara en los escenarios dentro de la compañía del actor Luis Prendes y dos años después en cine a las órdenes de Juan Antonio Bardem en "Felices pascuas".
Cuatro veces fue nominado a los Goya, en 1983 obtuvo la Medalla de Bellas Artes y el pasado año la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, en el mismo escenario madrileño donde representó su última obra, "Tres hombres y un destino", que tuvo que abandonar hace unas semanas ante el agravamiento de una gripe que se convirtió en neumonía. En cine, su último trabajo fue como casi siempre coral, en "Tiovivo c. 1950", de José Luis Garci.
"El cine es pura manipulación y lo digo sin sentido peyorativo; en el teatro, el artífice es el intérprete, y no el director. El cine es pura manipulación y lo digo sin sentido peyorativo; en el teatro, el artífice es el intérprete, y no el director. Los nuevos realizadores no saben ya ni quién soy. Guionistas, directores y actores tienen de treinta años para abajo. Me da la impresión de que no tengo cabida en el cine que se hace ahora", decía hace 5 años en una entrevista.
Su fallecimiento coincide con la próxima aparición de un amplio libro biográfico en el que colaboró durante meses con su autora, Lola Millás, con la que mantuvo largas horas de entrevistas, y que constituirá su herencia de pensamiento.
Aunque protagonista secundario de películas tan famosas como "Plácido", "Atraco a las tres", "Las bicicletas son para el verano, "Belle epoque", "Los santos inocentes", "Volver a empezar", "La colmena", o la trilogía "Nacional" de Berlanga, y un rostro popular del cine español durante décadas, Agustín González, fallecido de una neumonía este domingo a los 74 años, siempre tuvo la sensación de no haber conseguido en la gran pantalla los personajes protagonistas que sí logró con frecuencia en los escenarios teatrales. Para el público español, González quedará sobre todo en la memoria como el sacerdote integrista de "La corte de Faraón" o las tres partes de la saga de los Leguineche ("La escopeta nacional", "Patrimonio nacional" y "Nacional III"), que dirigió Luis G.Berlanga, las cuatro cintas con guión de Azcona.
El cineasta valenciano le incluía sistematicamente en sus comedias, y como él otros muchos cineastas españoles: Trueba, Garci, Cuerda, Fernán Gómez, Camus... Rodó cerca de 170 films en sus 50 años largos como profesional, desde que en 1952 debutara en los escenarios dentro de la compañía del actor Luis Prendes y dos años después en cine a las órdenes de Juan Antonio Bardem en "Felices pascuas".
Cuatro veces fue nominado a los Goya, en 1983 obtuvo la Medalla de Bellas Artes y el pasado año la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, en el mismo escenario madrileño donde representó su última obra, "Tres hombres y un destino", que tuvo que abandonar hace unas semanas ante el agravamiento de una gripe que se convirtió en neumonía. En cine, su último trabajo fue como casi siempre coral, en "Tiovivo c. 1950", de José Luis Garci.
"El cine es pura manipulación y lo digo sin sentido peyorativo; en el teatro, el artífice es el intérprete, y no el director. El cine es pura manipulación y lo digo sin sentido peyorativo; en el teatro, el artífice es el intérprete, y no el director. Los nuevos realizadores no saben ya ni quién soy. Guionistas, directores y actores tienen de treinta años para abajo. Me da la impresión de que no tengo cabida en el cine que se hace ahora", decía hace 5 años en una entrevista.
Su fallecimiento coincide con la próxima aparición de un amplio libro biográfico en el que colaboró durante meses con su autora, Lola Millás, con la que mantuvo largas horas de entrevistas, y que constituirá su herencia de pensamiento.