Fallece el escritor y guionista cubano Cabrera Infante

por © Redacción-NOTICINE.com
Imagen de La ciudad perdida
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Edición mexicana de Cine o sardinaImagen de La ciudad perdida21-II-05

El célebre escritor cubano Guillermo Cabrera Infante falleció este lunes en Londres a consecuencia de una septicemia, a los 75 años. Ganador del Premio Cervantes de Literatura, entre otros galardones internacionales, este feroz opositor al régimen de Fidel Castro, al que apoyó en su etapa inicial, no ha podido ver estrenado su guión para "La ciudad perdida", que tras múltiples avatares pudo por fín ver la luz de los focos el pasado año de la mano del también cubano Andy García en República Dominicana.

Nacido en la costera localidad de Gibara (Holguín), Guillermo Cabrera infante fue un gran enamorado del cine desde su infancia y juventud, cuando firmaba críticas en el semanario Carteles bajo le pseudónimo de Guillermo Caín, que también usó posteriormente como ocasional guionista y adaptador de obras literarias, como la novela "Bajo el volcán", de Malcolm Lowry.

Uno de sus relatos breves, "Cine o sardina", recrea su época infantil (emigró desde Oriente hasta La Habana a los 12 años) cuando su madre le daba a elegir entre el dinero de una entrada de cine o una sardina en su dieta alimenticia.

Entre sus trabajos para la gran pantalla pueden citarse los guiones de "Punto límite: cero" y "Wonderwall". Pero, además muchas de sus obras literarias están repletas de referencias fílmicas, como el elogio del habano "Puro humo".

A pesar de su cinefilia, Cabrera Infante se dejó condicionar por enemistad con sus viejos compañeros de la lucha contra Batista, y lanzó descalificaciones contra un cine cubano que era aplaudido en medio mundo como símbolo de nuevas ideas críticas contra la realidad isleña. Según él, éste era "pura propaganda" del régimen castrista. Por ello, se negaba por principios a ver películas cubanas.

"Mi mujer, Miriam Gómez, fue la protagonista de la primera película del régimen de Fidel Castro, se llamaba "Historias de la Revolución", y ahora han borrado su nombre de los títulos de crédito. Ante tal ofensa, ¿qué hacer sino no ver sus películas?", dijo en una ocasión. Sobre el Instituto del Cine Cubano, que hizo posible films como "Fresa y chocolate" o "Guantanamera", el escritor residente en Londres opinaba: "El ICAIC es el poste de propaganda de Fidel Castro, como lo fue Cinecittá de Mussolini o los estudios UFA de Hitler. Yo, la propaganda la elijo, no me elige ella a mí".

Sin embargo, después de presidir la Cinemateca de Cuba, de 1951 a 1956, había sido tras el triunfo de la Revolución nombrado en 1959 ejecutivo de ese mismo Instituto del Cine.