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17-IX-01

Del universo cerrado de una logia enloquecida por el cálculo matemático al drama de las adicciones -droga, entre otras-, casi prohibido en los EE.UU., de allí al espíritu de Eduardo Galeano, para terminar por Batman. Todo eso incluye la filmografía, hecha y por venir, de Darren Aronofsky (32), nacido en Brooklyn. "Neoyorquino de toda la vida", dice. ¿Y dónde estaba cuando sucedió la tragedia?

"Por suerte estaba en Los Angeles -dice por teléfono, desde su oficina-, y me salvé. Mis padres pasaban por el World Trade Center cuando se estrelló el primer avión. Los escombros y restos del avión cayeron sobre su auto y lo atravesaron, pero están bien. Un poco aterrados, pero bien."

En pocos días se estrena en la Argentina Requiem por un sueño, por la que Ellen Burstyn fue este año candidata al Oscar. "Creo que trata de la adicción que atraviesa el espíritu humano -ensaya sobre su película-. Es cómo cada ser humano debe abordar y enfrentar la adicción. No importa si son drogas, o comida o TV. Todos, de una manera u otra, la tenemos."



- ¿Y cuál es tu adicción?
- Creo que hasta el martes era el trabajo, ahora ni siquiera puedo trabajar.

- ¿Cómo te resultó trabajar con una de las mujeres más bellas del cine?
- Fue una bendición tener a Jennifer Connelly, tan madura y en control de su oficio. ¿No tiene el aspecto de la mayoría de las argentinas: pelo oscuro y ojos azules?

- ¿Decís que es casi como una argentina?
- Sí, argentina. Estuve en la Argentina hace un año y medio, para el Festival Independiente de Buenos Aires. Mi experiencia fue excelente. Me encantó Argentina.

- ¿En qué estado se encuentra tu proyecto de Batman: Year One?
- Hemos estado desarrollándolo. Pero el próximo filme no será Batman. Es una película de ciencia ficción original que he escrito, que protagonizarán Brad Pitt y Kate Blanchett. ¿Título? El de trabajo por ahora es The Last Man (El último hombre). El resto es top secret.

- ¿Cuál será la injerencia de Tim Burton en el nuevo Batman?
- Tim no va a codirigirla, como se publicó. Estoy escribiendo y trabajé con Frank Miller (Robocop 2). Y básicamente es lo único que nos ha vinculado por ahora.

- Volviendo a Requiem, ¿la dura calificación significó un problema en los EE.UU.?
- Sí, creó una serie de problemas. No sé cómo la calificaron en la Argentina, para mí no debió ser tratada como pornográfica (Ver Polémica).

- Pi era tan lógica y Requiem está en el extremo opuesto.
- Es por lo emocional. Ese era nuestro objetivo. Hacerlo totalmente emocional porque me gusta hacer cosas diferentes. Mi afecto por Roman Polanski se hace notar.

- ¿Seguís leyendo a Borges?
- Sí, fui fanático de Borges durante mucho tiempo. Ojalá pudiera llevar al cine alguno de sus libros. Quiero. Tal vez, algún día... Sus cuentos sirvieron de inspiración para mi propia escritura. Mi nuevo estilo está inspirado por Galeano. Los tres libros de Memoria del fuego me sirvieron como inspiración cuando empecé a buscar un nuevo filme para después de Requiem.

- ¿Tus próximos filmes serán optimistas?
- El próximo definitivamente es más feliz. Es un filme más grande y para un público más amplio. Para cambiar un poco, ¿no?