Littin filmará la realidad palestina en documental y ficción
- por © Corresponsal-NOTICINE.com
2-V-01
El realizador chileno Miguel Littin, tras su superproducción épica "Tierra de fuego", que no logró el éxito comercial esperado, se ha volcado en un proyecto mucho más modesto, un documental. Sin embargo, para el autor de "El chacal de Nahueltoro" las ambiciones siempre son grandes, y no hay fronteras. Va a filmar en Palestina, en busca del secreto de la supervivencia de un pueblo que lucha por su libertad frente a un enemigo mucho más poderoso.
"Busco una verdad humana, cómo vive su gente, qué piensan sus poetas, los intelectuales, los filósofos. Todo aquello que no se conoce debido a las circunstancias actuales, porque sólo nos llega la realidad que muestran las noticias", ha dicho Littin al diario La Tercera.
El pasado lunes salió rumbo a Tel Aviv el pequeño equipo de profesionales chilenos con el fin de rodar material suficiente para producir un reportaje de 30 minutos con destino a la televisión y un largo en formato cinematográfico. "Obviamente, la motivación central es el conflicto que vive la sociedad en la Palestina histórica, pero queremos ir más allá, descubrir la otra cara, el corazón de esos territorios donde se encuentran el mundo islámico, cristiano y judío. Descubrir por qué surgen esos sentimientos que a veces nos parecen irracionales", comenta el realizador.
Pero Littin quiere que estos trabajos se conviertan en preludio de un film de ficción, previsto para el próximo otoño, "La última luna", que se filmaría entre Palestina y Chile.
"Es la historia de un viejo inmigrante que cumple 100 años y traslada su vida a las siete colinas de Judea. No sé si el protagonista regresa físicamente a su pueblo natal, pero espiritualmente, sí... La idea es dejar la duda, que el espectador decida. Esa es la gracia".
¿El por qué de este interés de Littin por el Oriente Cercano? Parte de su propia sangre. El director tuvo un abuelo que llegó a Chile desde la aldea palestina de Beit Sahour, durante la I Guerra Mundial. "Aquí, ellos construyeron una segunda Palestina. Mi ánimo con este documental es hacer lo mismo, cumplir una especie de deuda que tengo con mis antepasados. Ir a Palestina a construir otro Chile", cuenta a La Tercera.
El realizador chileno Miguel Littin, tras su superproducción épica "Tierra de fuego", que no logró el éxito comercial esperado, se ha volcado en un proyecto mucho más modesto, un documental. Sin embargo, para el autor de "El chacal de Nahueltoro" las ambiciones siempre son grandes, y no hay fronteras. Va a filmar en Palestina, en busca del secreto de la supervivencia de un pueblo que lucha por su libertad frente a un enemigo mucho más poderoso.
"Busco una verdad humana, cómo vive su gente, qué piensan sus poetas, los intelectuales, los filósofos. Todo aquello que no se conoce debido a las circunstancias actuales, porque sólo nos llega la realidad que muestran las noticias", ha dicho Littin al diario La Tercera.
El pasado lunes salió rumbo a Tel Aviv el pequeño equipo de profesionales chilenos con el fin de rodar material suficiente para producir un reportaje de 30 minutos con destino a la televisión y un largo en formato cinematográfico. "Obviamente, la motivación central es el conflicto que vive la sociedad en la Palestina histórica, pero queremos ir más allá, descubrir la otra cara, el corazón de esos territorios donde se encuentran el mundo islámico, cristiano y judío. Descubrir por qué surgen esos sentimientos que a veces nos parecen irracionales", comenta el realizador.
Pero Littin quiere que estos trabajos se conviertan en preludio de un film de ficción, previsto para el próximo otoño, "La última luna", que se filmaría entre Palestina y Chile.
"Es la historia de un viejo inmigrante que cumple 100 años y traslada su vida a las siete colinas de Judea. No sé si el protagonista regresa físicamente a su pueblo natal, pero espiritualmente, sí... La idea es dejar la duda, que el espectador decida. Esa es la gracia".
¿El por qué de este interés de Littin por el Oriente Cercano? Parte de su propia sangre. El director tuvo un abuelo que llegó a Chile desde la aldea palestina de Beit Sahour, durante la I Guerra Mundial. "Aquí, ellos construyeron una segunda Palestina. Mi ánimo con este documental es hacer lo mismo, cumplir una especie de deuda que tengo con mis antepasados. Ir a Palestina a construir otro Chile", cuenta a La Tercera.