Goya al intérprete revelación: ¿Lanzamiento al éxito o símbolo de fracaso?

por © José Daniel Díaz-NOTICINE.com
Orozco no tuvo tanta suerte
Orozco no tuvo tanta suerte
Ballesta, de gran carreraOrozco no tuvo tanta suerte31-I-08

El premio al mejor actor/actriz revelación nació como un estímulo a los nuevos talentos del cine español. Pero las buenas intenciones de este joven premio no siempre han dado los resultados previstos.

En 1994 se entregó el primer Goya por este concepto a Saturnino García por “Justino, un asesino de la tercera edad”. Sería difícil decir si desde entonces la carrera cinematográfica de este actor fue exitosa. Lo que sí es cierto es que desde entonces apenas dejó de trabajar. Ser secundario de lujo y habitual en series de televisión han servido para formar una cara reconocida entre el gran público.

A partir de esa fecha, año tras año, el premio se ha seguido entregando en categoría masculina y femenina. La primera mujer en recibirlo fue Rosana Pastor por “Tierra y Libertad”. Su carrera se preveía con altas miras si bien la realidad está siendo muy distinta.

Entre los que disfrutan de su estatuilla en el salón de casa encontramos actores que han desarrollado una gran carrera profesional como Santiago Segura (Goya en 1995 por “El día de la bestia”), Juan José Ballesta (Goya en el 2000 por “El bola”), Leonardo Sbaraglia (Goya en 2001 por “Intacto”) ó Fernando Tejero (Goya en 2003 por “Días de fútbol”).

Pero toda cara tiene su cruz. Apenas recordamos a Miroslav Taborski (Ggoya en 1998 por “La niña de tus ojos”), Carlos Álvarez-Novoa (Goya en 1999 por “Solas”) o Jesús Carroza (Goya en 2005 por “7 vírgenes”). Con éste último pude hablar unos días antes de la Gala y cuando le preguntaba sobre cuál sería su futuro su comentario era “seguir con mis estudios de electricista y esperar que salga algo”.

Entre las actrices también ha habido desiguales carreras profesionales. Podríamos destacar entre las exitosas a Ingrid Rubio (Goya en 1996 por “Más allá del jardín”), Laia Marull (Goya en 2000 por “Fugitivas”), Paz Vega (Goya en 2001 por “Lucía y el sexo”), María Valverde (Goya en 2003 por “La flaqueza del bolchevique”) ó Belén Rueda (Goya en 2004 por “Mar adentro”). Recordar nombres como Marieta Orozco (Goya en 1998 por “Barrio”) ó Micaela Nevárez (Goya en 2005 por “Princesas”) resulta más complicado.

La suerte en muchas ocasiones juega un papel determinante en el futuro de un actor que comienza en este complicado mundo. Pero no se puede justificar éxitos o fracasos basados únicamente en ese factor. También influye el talento, la elección de buenos guiones, la diversidad de personajes que se puedan interpretar y un largo etcétera que convierten a una persona en un aclamado intérprete.

Sin embargo no obtener la estatuilla no supone un fracaso. Grandes actores fueron nominados a esta categoría sin obtener premio pero forjaron una carrera espectacular que desembocó en Goyas a la mejor interpretación masculina o femenina como demuestran los casos de Pilar López de Ayala, Luis Tosar, Eduard Fernández y Oscar Jaenada. Éste último me comentó días antes de recibir el premio por su labor en “Camarón” que aunque no era fundamental para él conseguir el Goya, sí suponía una ilusión.

Este año nuevas caras forman parte del elenco para recibir el ansiado galardón. Nadie sabe si sus carreras mejorarán o empeorarán a partir del 3 de Febrero, pero seguro que si les preguntáis ellos os dirán que anhelan tener en sus manos un Goya.