Prosigue su andadura el Cine Club Diferente en La Habana con "Kinki boots"
- por © Antón Vélez Bichkov-NOTICINE.com
Prosigue su andadura el Cine Club Diferente en La Habana con "Kinki boots"
21-VII-08
La próxima oferta del Cine Club “Diferente” será este jueves 24 de julio y abordará el complejo mundo del travestismo mediante el filme anglonorteamericano “Botas Kinki” (Kinki boots), de Julian Jarrold, en la misma sala, hasta tanto se terminen las labores de remodelación del Cine 23 y 12, sede habitual del encuentro, que busca presentar cintas, cuya temática esté relacionada con el mundo de la diversidad sexual.
Cien minutos, cien años de cine. Así podría llamarse de forma alternativa el documental "El celuloide oculto" que, el mes pasado, nos presentó en su ya habitual Cine Club “Diferente” el crítico y escritor cubano Frank Padrón Nodarse. No hay dudas, que Hollywood, a lo largo de esta centuria y algo más, ha tenido oportunidades de acumular glorias y sinsabores. Difícil entonces, ante una producción tan prolífera, que algún tema de esta vida variada y llena de vericuetos, escapara de sus tentáculos y no pasara por su filtro, ya fuera para bien o para mal.
Así pues, "El celuloide oculto" (The Celluloid Closet), coproducción franco-alemana-británico-estadounidense, de 1995 devela, con la maestría del gran arte fílmico, cómo la industria del entretenimiento norteamericano, luego de una relativa y sorprendente ‘liberalidad’ en sus primeros años, trató de depauperar la imagen y la autoestima del homosexual, así cómo aquellos realizadores conscientes y necesitados, se montaron en las alas de la metáfora y la sutileza para, al menos discretamente, reflejar en la pantalla grande, la vida de aquellos que escogieron amar de forma diferente.
A través de fragmentos, muchos de ellos censurados en su momento y perfectamente integrados al discurso, Robert Epstein y Jeffrey Friedman repasan con vocación de relojero, los mil y un ejemplos, en que Hollywood ejerció sus ‘buenos oficios’ en el tratamiento de este lado de la vida, hasta hace poco silenciado por el main-stream del entretenimiento popular.
No faltan nombres de peso del showbizz, para reafirmar que no siempre la gran industria jugó limpió cuando el asunto era retratar a los homosexuales en pantalla. Entre ellos este ‘talking-heads’ nos brinda los testimonios de astros como Tony Curtis, Whoopi Goldberg, Tom Hanks, Shirley MacLaine, Susan Sarandon, Gore Vidal y otros muchos que, al ser asumidamente gay, no podían ver con buenos ojos el mal manejo que de su experiencia vital se hacía.
Tampoco faltan ejemplos de filmes, aparentemente, inocentes que, de forma velada, presentaban situaciones de claras implicaciones homosexuales. Verbigracia Rebeca o Ben Hur, por sólo mencionar dos casos. También abundaron muestras de caricaturas, exacerbaciones, denigración y fatalismo. La lista sería interminable.
Claro quedó para el público, que llenó la espaciosa sala del cine Riviera de la Habana, que tal tratamiento no siempre fue casual, de hecho casi nunca y parecía encerrar unos lineamientos hasta ahora poco claros, pero no por ello menos destructivos.
El debate – parte implícita y fundamental del proyecto de Padrón Nodarse – se trabó a partir de las opiniones del auditorio y de importantes personalidades de la cultura nacional, que además de aquilatar las calidades del producto cinematográfico sometido a su consideración, aprovecharon el momento para la sana catarsis y la reflexión productiva, en torno del fenómeno que allí los había reunido.
Una vez más, Mariela Castro Espín, jefa del Cenesex, concedió la gentileza de su presencia y aprovechando el momento también hilvanó ideas sobre la necesidad de la presencia del gay en los medios, pero siempre a partir de posturas de dignidad.
21-VII-08
La próxima oferta del Cine Club “Diferente” será este jueves 24 de julio y abordará el complejo mundo del travestismo mediante el filme anglonorteamericano “Botas Kinki” (Kinki boots), de Julian Jarrold, en la misma sala, hasta tanto se terminen las labores de remodelación del Cine 23 y 12, sede habitual del encuentro, que busca presentar cintas, cuya temática esté relacionada con el mundo de la diversidad sexual.
Cien minutos, cien años de cine. Así podría llamarse de forma alternativa el documental "El celuloide oculto" que, el mes pasado, nos presentó en su ya habitual Cine Club “Diferente” el crítico y escritor cubano Frank Padrón Nodarse. No hay dudas, que Hollywood, a lo largo de esta centuria y algo más, ha tenido oportunidades de acumular glorias y sinsabores. Difícil entonces, ante una producción tan prolífera, que algún tema de esta vida variada y llena de vericuetos, escapara de sus tentáculos y no pasara por su filtro, ya fuera para bien o para mal.
Así pues, "El celuloide oculto" (The Celluloid Closet), coproducción franco-alemana-británico-estadounidense, de 1995 devela, con la maestría del gran arte fílmico, cómo la industria del entretenimiento norteamericano, luego de una relativa y sorprendente ‘liberalidad’ en sus primeros años, trató de depauperar la imagen y la autoestima del homosexual, así cómo aquellos realizadores conscientes y necesitados, se montaron en las alas de la metáfora y la sutileza para, al menos discretamente, reflejar en la pantalla grande, la vida de aquellos que escogieron amar de forma diferente.
A través de fragmentos, muchos de ellos censurados en su momento y perfectamente integrados al discurso, Robert Epstein y Jeffrey Friedman repasan con vocación de relojero, los mil y un ejemplos, en que Hollywood ejerció sus ‘buenos oficios’ en el tratamiento de este lado de la vida, hasta hace poco silenciado por el main-stream del entretenimiento popular.
No faltan nombres de peso del showbizz, para reafirmar que no siempre la gran industria jugó limpió cuando el asunto era retratar a los homosexuales en pantalla. Entre ellos este ‘talking-heads’ nos brinda los testimonios de astros como Tony Curtis, Whoopi Goldberg, Tom Hanks, Shirley MacLaine, Susan Sarandon, Gore Vidal y otros muchos que, al ser asumidamente gay, no podían ver con buenos ojos el mal manejo que de su experiencia vital se hacía.
Tampoco faltan ejemplos de filmes, aparentemente, inocentes que, de forma velada, presentaban situaciones de claras implicaciones homosexuales. Verbigracia Rebeca o Ben Hur, por sólo mencionar dos casos. También abundaron muestras de caricaturas, exacerbaciones, denigración y fatalismo. La lista sería interminable.
Claro quedó para el público, que llenó la espaciosa sala del cine Riviera de la Habana, que tal tratamiento no siempre fue casual, de hecho casi nunca y parecía encerrar unos lineamientos hasta ahora poco claros, pero no por ello menos destructivos.
El debate – parte implícita y fundamental del proyecto de Padrón Nodarse – se trabó a partir de las opiniones del auditorio y de importantes personalidades de la cultura nacional, que además de aquilatar las calidades del producto cinematográfico sometido a su consideración, aprovecharon el momento para la sana catarsis y la reflexión productiva, en torno del fenómeno que allí los había reunido.
Una vez más, Mariela Castro Espín, jefa del Cenesex, concedió la gentileza de su presencia y aprovechando el momento también hilvanó ideas sobre la necesidad de la presencia del gay en los medios, pero siempre a partir de posturas de dignidad.