Irene Cardona escribe sobre su opera prima "Un novio para Yasmina"
- por © Alta Films-NOTICINE.com
Por Irene Cardona (*)
"Un novio para Yasmina" es una comedia romántica que esconde un cuento moral, una fábula veraniega sobre los matrimonios de conveniencia, la vida en pareja y el compromiso social. Enredos amorosos, bodas por interés, cursos de español para extranjeros, amenazas de divorcio, fútbol, cuscús y jamón ibérico, son algunos de los ingredientes de una historia que habla de la convivencia entre personas diferentes y de cómo las convenciones sociales y los prejuicios condicionan las relaciones personales.
Con humor, la película plantea una reflexión sobre la integración, pero entendida en un sentido amplio. Los problemas de integración no son exclusivos de los inmigrantes. El conflicto es más amplio: entre individuo y sociedad. Todos los personajes de esta comedia son seres “desajustados” que, por uno u otro motivo, están en conflicto con el medio en el que viven. En esta confrontación entre lo personal y lo colectivo, los deseos individuales y la necesidad de pertenencia al grupo, el viaje de Yasmina se perfila, sutilmente, como la búsqueda de una nueva identidad.
La historia se desarrolla en un pueblo al que Yasmina ha llegado por azar, y en el que la dulce apatía de los bares de jubilados se cruza con la vitalidad de los niños marroquíes. Este pueblo sin nombre, ubicado en algún lugar indefinido del mapa, no es un destino. Yasmina cree que está de paso mientras persigue su particular sueño de libertad.
El trabajo de los actores es el aspecto esencial de la propuesta de dirección para conseguir una interpretación real, verdadera y expresiva. Un reparto formado por actores y actrices (de ambos lados del Estrecho) de gran talento, muchos de ellos desconocidos para el gran público, ha dotado de verosimilitud a la historia con una espectacular sencillez.
Sanaa Alaoui es una actriz inteligente y sutil que enamora a la cámara y que se ha identificado desde el principio con la ambición y el empuje de Yasmina. José Luis García Pérez ha demostrado sus dotes para la comedia sin restarle misterio y humanidad a Alfredo, un personaje atípico, que toma distancia con la vida y deambula por el pueblo sin oficio ni beneficio. Mª Luisa Borruel revela en cada escena que la fuerza de Lola es su fragilidad y nos hace comprender que ser optimista es un signo de valentía: uno asume el riesgo a sufrir una decepción. Jorge, sin embargo, se siente protegido por su escepticismo, hasta que la llegada de Yasmina le despierta de su sopor existencial. Francisco Olmo ha dado vida a este personaje tierno y desencantado, con profundidad y sentido del humor. Trabajar con ellos y con el resto de actores ―la fuerza de Mari (Paca Velardiez), la inseguridad de Javi (José Antonio Lucia), el desconcierto de Abdel (Hicham Malayo Ben)…― ha sido un proceso muy estimulante. La presencia de numerosos personajes españoles, marroquíes, senegaleses, angoleños… ha terminado de configurar este microcosmos heterogéneo y fascinante.
La propuesta estética se basa en una concepción del realismo como búsqueda de la verdad en la emoción y en la acción dramática, más que como mero esfuerzo de representación naturalista. En las escenas con más acción y diálogos, he optado por planos cortos y por un ritmo de montaje más rápido. Pero hay escenas en las que es necesario encajar lo que está pasando, y he optado por planos más abiertos, más calmados, que permiten respirar y mirar con cierta distancia a los personajes.
Algunas de las secuencias más importantes de la película transcurren precisamente en pasillos, en lugares de paso, escenarios de transición. Y allí Yasmina empezará a descubrir que tal vez su destino no sea aquel por el que tanto ha luchado y que la libertad, que parecía tan inalcanzable, puede encontrarse en el compromiso con las cosas cercanas.
(*): Directora y guionista junto a Nuria Villazán de "Un novio para Yasmina", Irene Cardona estudió Imagen en la Universidad Complutense de Madrid y Guión y Dirección en la Escuela de San Antonio de los Baños (Cuba), además de actuación con Juan Carlos Corazza. Esta su opera prima en el largometraje se estrena en España este viernes tras haber pasado por el Festival de Málaga.
"Un novio para Yasmina" es una comedia romántica que esconde un cuento moral, una fábula veraniega sobre los matrimonios de conveniencia, la vida en pareja y el compromiso social. Enredos amorosos, bodas por interés, cursos de español para extranjeros, amenazas de divorcio, fútbol, cuscús y jamón ibérico, son algunos de los ingredientes de una historia que habla de la convivencia entre personas diferentes y de cómo las convenciones sociales y los prejuicios condicionan las relaciones personales.
Con humor, la película plantea una reflexión sobre la integración, pero entendida en un sentido amplio. Los problemas de integración no son exclusivos de los inmigrantes. El conflicto es más amplio: entre individuo y sociedad. Todos los personajes de esta comedia son seres “desajustados” que, por uno u otro motivo, están en conflicto con el medio en el que viven. En esta confrontación entre lo personal y lo colectivo, los deseos individuales y la necesidad de pertenencia al grupo, el viaje de Yasmina se perfila, sutilmente, como la búsqueda de una nueva identidad.
La historia se desarrolla en un pueblo al que Yasmina ha llegado por azar, y en el que la dulce apatía de los bares de jubilados se cruza con la vitalidad de los niños marroquíes. Este pueblo sin nombre, ubicado en algún lugar indefinido del mapa, no es un destino. Yasmina cree que está de paso mientras persigue su particular sueño de libertad.
El trabajo de los actores es el aspecto esencial de la propuesta de dirección para conseguir una interpretación real, verdadera y expresiva. Un reparto formado por actores y actrices (de ambos lados del Estrecho) de gran talento, muchos de ellos desconocidos para el gran público, ha dotado de verosimilitud a la historia con una espectacular sencillez.
Sanaa Alaoui es una actriz inteligente y sutil que enamora a la cámara y que se ha identificado desde el principio con la ambición y el empuje de Yasmina. José Luis García Pérez ha demostrado sus dotes para la comedia sin restarle misterio y humanidad a Alfredo, un personaje atípico, que toma distancia con la vida y deambula por el pueblo sin oficio ni beneficio. Mª Luisa Borruel revela en cada escena que la fuerza de Lola es su fragilidad y nos hace comprender que ser optimista es un signo de valentía: uno asume el riesgo a sufrir una decepción. Jorge, sin embargo, se siente protegido por su escepticismo, hasta que la llegada de Yasmina le despierta de su sopor existencial. Francisco Olmo ha dado vida a este personaje tierno y desencantado, con profundidad y sentido del humor. Trabajar con ellos y con el resto de actores ―la fuerza de Mari (Paca Velardiez), la inseguridad de Javi (José Antonio Lucia), el desconcierto de Abdel (Hicham Malayo Ben)…― ha sido un proceso muy estimulante. La presencia de numerosos personajes españoles, marroquíes, senegaleses, angoleños… ha terminado de configurar este microcosmos heterogéneo y fascinante.
La propuesta estética se basa en una concepción del realismo como búsqueda de la verdad en la emoción y en la acción dramática, más que como mero esfuerzo de representación naturalista. En las escenas con más acción y diálogos, he optado por planos cortos y por un ritmo de montaje más rápido. Pero hay escenas en las que es necesario encajar lo que está pasando, y he optado por planos más abiertos, más calmados, que permiten respirar y mirar con cierta distancia a los personajes.
Algunas de las secuencias más importantes de la película transcurren precisamente en pasillos, en lugares de paso, escenarios de transición. Y allí Yasmina empezará a descubrir que tal vez su destino no sea aquel por el que tanto ha luchado y que la libertad, que parecía tan inalcanzable, puede encontrarse en el compromiso con las cosas cercanas.
(*): Directora y guionista junto a Nuria Villazán de "Un novio para Yasmina", Irene Cardona estudió Imagen en la Universidad Complutense de Madrid y Guión y Dirección en la Escuela de San Antonio de los Baños (Cuba), además de actuación con Juan Carlos Corazza. Esta su opera prima en el largometraje se estrena en España este viernes tras haber pasado por el Festival de Málaga.