Coppola termina su "Tetro" en estudios españoles

por © Redacción-NOTICINE.com
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El cineasta Francis Ford Coppola ha arrancado este lunes en los alicantinos estudios Ciudad de la Luz la etapa final de la filmación de "Tetro", film que -en medio de polémicas y problemas- le ha mantenido ocupado los últimos años y que se empezó a rodar en Buenos Aires a finales del pasado marzo.

El motivo de la presencia del equipo en España no es otro que la coproducción que asume Gerardo Herrero a través de su empresa Tornasol Films, la cual usa con frecuencia los estudios alicantinos."Tetro", cuya acción se desarrolla fundamentalmente en Argentina, es la historia de la familia de un músico de origen italiano que se instaló en tierras porteñas. Vincent Gallo, Maribel Verdú, Carmen Maura, Klaus Maria Brandauer, Leticia Brédice y Rodrigo de la Serna son sus principales intérpretes.

Serán sólo dos semanas las que el autor de "El padrino" y "Apocalypse now" necesite para terminar el que -con permiso del segundo título citado- ha sido uno de los peores rodajes de su vida. Como informamos, en la preproducción le robaron su "laptop" con el guión y planes de producción, y la filmación en Buenos Aires sufrió varias interrupciones por problemas laborales con el sindicato de actores argentinos, que se quejaba de la ilegalidad de ciertas contrataciones y jornadas de trabajo excesivas. Algunos de esos intérpretes calificaron la experiencia (63 días en la capital federal y la Patagonia) como "caótica".

Para colmo, ya estando en España, el realizador, productor y guionista, de 69 años, sufrió la semana pasada una caída que le llevó a un hospital alicantino, donde le diagnosticaron una lesión leve de menisco. No obstante y a pesar de la cojera, no quiso cambiar el plan de rodaje, después de una pausa entre su parte argentina y española de más de dos meses.

Coppola ya no trabaja para los estudios de Hollywood, sino que se produce a sí mismo con socios internacionales, en este caso españoles e italianos. Su último film, "Youth Without Youth", desconcertó a la crítica y fue un fracaso comercial, a pesar de satisfacer plenamente a su autor.