Diego Rougier habla sobre el estreno de "Alma"
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
El cineasta argentino afincado en Chile Diego Rougier estrena este jueves en su país natal la coproducción chileno-argentina "Alma", protagonizada por su pareja, la actriz chilena Javiera Contador, y Fernando Larraín, quienes ya colaboraron en la ficción televisiva "Casados con hijos". Coescrita por Rougier con Rodrigo Vergara Tampe, la película se estrenó el año pasado en Chile (allí fue la tercera producción nacional más vista de 2015) y ahora aterriza en las salas argentinas, donde ese género es uno de los preferidos por la audiencia. "Me gusta mucho la comedia argentina, crecí con Fontanarrosa, y en Chile no hay comedias así. Quería que la película tuviera una parte argentina, pero que fuera con una productora que ya hubiera hecho comedia, que entendiera la comedia", explica el cineasta.
En declaraciones a Ultracine, Rougier cuenta que la primera idea de "Alma", su segundo largo, la tuvo incluso antes del primero: "Fue desde antes de mi opera prima, "Sal" (estrenada en 2012). Como guionista y director venía haciendo mucha comedia en otros medios, en teatro y en televisión. Hicimos hace unos años la versión chilena de "Casados con hijos" con buena parte del elenco que aparece en "Alma". En un momento de la grabación del programa, junté a los actores y les dije: "Tengo ganas de hacer esta comedia con ustedes, una comedia que rompe el esquema de chico conoce a chica", en la que mostremos a una pareja que ya llevan 20 años juntos y arranca con ellos separándose. O sea, no hay un enamoramiento típico de comedia romántica, hay otra cosa. Esa era una parte de la premisa. Y la otra parte que iba a generar comedia era que esa pareja que se separa van a vivir a ventanas enfrentadas, o sea, en edificios uno frente al otro, en los que uno puede espiar al otro. Es muy lindo eso para la comedia, en la que uno imagina que es lo que está pasando del otro lado, y como pueden interpretar (o malinterpretar) eso".
"Después de "Sal" -agrega- volví a hacer cosas de comedia en televisión, y en un momento dije: "este es el momento de hacer la peli". Escribí la primera versión del guión, y después le dediqué a reescrituras todo un año. De hecho, salí de todos los proyectos que tenía para dedicarme con exclusividad a escribir "Alma". Había llegado su momento. Creo que fue bueno que pasara un tiempo, porque las películas hablan de uno. Y las cosas que me pasaron en esos ocho años, desde que se me ocurrió la idea hasta que llegué a realizarla, sirvieron para que la película tuviera un tono distinto. En ese tiempo la vida me llevó a tener una madurez de pensar las relaciones de otra manera. Todos los guiones, todas las historias, llevan su tiempo".
A la ya previa pareja televisiva Contador-Larraín, Rougier añadió al galán argentino Nicolás Cabré. "En la historia tenía un argentino que llegaba a seducir a esta mujer. Y desde siempre quise hacer algo para trabajar con Nico porque creo que tiene un muy buen manejo de la comedia; es muy sutil y natural. Y cuando empezamos con la producción era bueno que el antagonista fuera más joven y más pintón que el protagonista chileno, que es un hombre más cercano a los 50 años. Funcionaba muy bien para el contraste de esta mujer bipolar que se debate entre dos hombres muy diferentes. Se lo pasé a su representante, vine a Argentina a juntarme con Nicolás, y cuando fue el momento me dijo "vamos" y listo".
Han pasado nueve meses desde que "Alma" se lanzara en Chile, hasta que ha llegado a Argentina. Diego Rougier explica que ambos mercados tienen similitudes pero también diferencias: "En Argentina está dificilísimo estrenar, aún teniendo una película con producción argentina. En ese sentido, conseguir apoyo de la televisión en Argentina es muy difícil. Al trabajar uno en televisión en Chile eso hizo más fácil conseguir pauta o apoyo allá. "Sal", por ejemplo, logré venderla a la televisión chilena aun antes de hacerla, fue una preventa. En Argentina no la vendí ni hecha (risas). Pero a nivel general, estrenar en cine es muy difícil no sólo en Argentina o en Chile, sino en cualquier parte de Latinoamérica. Sí hay algo que en Argentina facilita muchísimo la producción, y eso es el INCAA. Es un gran facilitador de muchas cosas, y es algo que debería ser imitado sin dudas por todos los países que no tengan aún un instituto de cine. Chile tiene un fondo, pero nada similar a lo que es el INCAA".
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En declaraciones a Ultracine, Rougier cuenta que la primera idea de "Alma", su segundo largo, la tuvo incluso antes del primero: "Fue desde antes de mi opera prima, "Sal" (estrenada en 2012). Como guionista y director venía haciendo mucha comedia en otros medios, en teatro y en televisión. Hicimos hace unos años la versión chilena de "Casados con hijos" con buena parte del elenco que aparece en "Alma". En un momento de la grabación del programa, junté a los actores y les dije: "Tengo ganas de hacer esta comedia con ustedes, una comedia que rompe el esquema de chico conoce a chica", en la que mostremos a una pareja que ya llevan 20 años juntos y arranca con ellos separándose. O sea, no hay un enamoramiento típico de comedia romántica, hay otra cosa. Esa era una parte de la premisa. Y la otra parte que iba a generar comedia era que esa pareja que se separa van a vivir a ventanas enfrentadas, o sea, en edificios uno frente al otro, en los que uno puede espiar al otro. Es muy lindo eso para la comedia, en la que uno imagina que es lo que está pasando del otro lado, y como pueden interpretar (o malinterpretar) eso".
"Después de "Sal" -agrega- volví a hacer cosas de comedia en televisión, y en un momento dije: "este es el momento de hacer la peli". Escribí la primera versión del guión, y después le dediqué a reescrituras todo un año. De hecho, salí de todos los proyectos que tenía para dedicarme con exclusividad a escribir "Alma". Había llegado su momento. Creo que fue bueno que pasara un tiempo, porque las películas hablan de uno. Y las cosas que me pasaron en esos ocho años, desde que se me ocurrió la idea hasta que llegué a realizarla, sirvieron para que la película tuviera un tono distinto. En ese tiempo la vida me llevó a tener una madurez de pensar las relaciones de otra manera. Todos los guiones, todas las historias, llevan su tiempo".
A la ya previa pareja televisiva Contador-Larraín, Rougier añadió al galán argentino Nicolás Cabré. "En la historia tenía un argentino que llegaba a seducir a esta mujer. Y desde siempre quise hacer algo para trabajar con Nico porque creo que tiene un muy buen manejo de la comedia; es muy sutil y natural. Y cuando empezamos con la producción era bueno que el antagonista fuera más joven y más pintón que el protagonista chileno, que es un hombre más cercano a los 50 años. Funcionaba muy bien para el contraste de esta mujer bipolar que se debate entre dos hombres muy diferentes. Se lo pasé a su representante, vine a Argentina a juntarme con Nicolás, y cuando fue el momento me dijo "vamos" y listo".
Han pasado nueve meses desde que "Alma" se lanzara en Chile, hasta que ha llegado a Argentina. Diego Rougier explica que ambos mercados tienen similitudes pero también diferencias: "En Argentina está dificilísimo estrenar, aún teniendo una película con producción argentina. En ese sentido, conseguir apoyo de la televisión en Argentina es muy difícil. Al trabajar uno en televisión en Chile eso hizo más fácil conseguir pauta o apoyo allá. "Sal", por ejemplo, logré venderla a la televisión chilena aun antes de hacerla, fue una preventa. En Argentina no la vendí ni hecha (risas). Pero a nivel general, estrenar en cine es muy difícil no sólo en Argentina o en Chile, sino en cualquier parte de Latinoamérica. Sí hay algo que en Argentina facilita muchísimo la producción, y eso es el INCAA. Es un gran facilitador de muchas cosas, y es algo que debería ser imitado sin dudas por todos los países que no tengan aún un instituto de cine. Chile tiene un fondo, pero nada similar a lo que es el INCAA".
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