Víctor Gaviria habla sobre el próximo estreno de "La mujer del animal"
- por © Ingrid Ortiz-NOTICINE.com
Con la quiebra de su productora, el director colombiano Víctor Gaviria llevaba 12 años sin estrenar un largometraje, pero ello no le impidió meterse de lleno en lo que él mismo considera uno de sus proyectos más ambiciosos: "La mujer del animal". La cinta, un drama sobre el maltrato a las mujeres, basado en hechos reales, que prevé su estreno en Colombia a final de año, tendrá su première en la 41 edición del Festival Internacional de Cine de Toronto, este próximo septiembre. "Es un género que no solo te confronta con las cosas que ocurren sino que realmente te hace entender el trasfondo de lo que pasa. Este cine hace un retrato descarnado de la realidad. En mis películas me baso en historias reales que requieren una investigación profunda, que construya el universo de la película", ha dicho el cineasta antioqueño.
Basada en la historia de una mujer llamada Margarita, la trama está ambientada en los años 70 en un barrio de invasión en Medellín y gira en torno a Amparo, una mujer raptada por un familiar y obligada a vivir bajo su mismo techo como su mujer. Una relación tortuosa sobre la que se cimentarán varias generaciones.
Con este largometraje, el cineasta vuelve a ahondar en temas polémicos, esta vez realizando una radiografía completa sobre la violencia de género que a menudo padecen las mujeres en el país, y que se alimenta de la complicidad, el silencio y la impotencia de los testigos.
"Por un lado, la idea fue darle voz a toda la infamia y exponer esa violencia que amargó por siempre el corazón de una mujer acallada", explicaba Gaviria en una entrevista con El Espectador. "Me di cuenta que en nuestra violencia y convivencia nacional no es sólo una relación entre víctimas y victimarios, sino que también hay una tercera parte, que es el testigo, el que calla, el que es cómplice", añadió.
Los actores de la producción son naturales (no profesionales), siguiendo con el característico sello de Gaviria, resultado de un cuidadoso proceso de casting y un largo trabajo de preparación. "Busqué los actores naturales entre hombres que ya había vivido ese rol de El Animal, ya sea en su casa o alguna Bacrim" afirmó. "En las mujeres también busqué que hubiesen sufrido el abandono, porque detrás de los maltratos de género casi siempre hay un abandono inicial que hace que la mujer sea una víctima fácil para un hombre".
De hecho, la película es una excusa perfecta para abordar la discusión de género en Colombia, que aún padece de manera cotidiana los estragos de la violencia. A pesar de que respecto a los años 70 se ha producido una gran revolución en el papel de la mujer en la sociedad, continúa vulnerable y expuesta: "Haciendo el casting me di cuenta de que esa figura de El Animal está muy presente en las mujeres. El hombre tiene dentro de sí una pulsión impresionante de dominio, de no permitir por completo la libertad y pensamiento de la mujer", aseguró Gaviria.
Sin embargo, el director de "La vendedora de rosas" no está convencido del éxito de la cinta en cuanto a resultados en taquilla. Confiesa que hasta después de una primera entrevista con Margarita, en la que le contó su pesadilla personal, ni a él le había terminado de cautivar la historia para llevarla a la gran pantalla, aunque ahora está convencido de su fuerza.
El mismo rechazo, considera, vendrá de parte del público y la crítica debido a la temática. "Pero también generará curiosidad. La película es fuerte, tiene una dramaturgia que le recordará a los directores colombianos que el cine es sinónimo de riesgo; el cine acomodado y seguro no existe", aseveró.
Y es que "La mujer del animal" es, ante todo, un homenaje de Gaviria a todas mujeres que han sido ultrajadas, buscando la reconciliación de una ciudad polarizada donde la agresión y la violencia hace años se volvió parte del paisaje, dentro y fuera de las casas.
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Basada en la historia de una mujer llamada Margarita, la trama está ambientada en los años 70 en un barrio de invasión en Medellín y gira en torno a Amparo, una mujer raptada por un familiar y obligada a vivir bajo su mismo techo como su mujer. Una relación tortuosa sobre la que se cimentarán varias generaciones.
Con este largometraje, el cineasta vuelve a ahondar en temas polémicos, esta vez realizando una radiografía completa sobre la violencia de género que a menudo padecen las mujeres en el país, y que se alimenta de la complicidad, el silencio y la impotencia de los testigos.
"Por un lado, la idea fue darle voz a toda la infamia y exponer esa violencia que amargó por siempre el corazón de una mujer acallada", explicaba Gaviria en una entrevista con El Espectador. "Me di cuenta que en nuestra violencia y convivencia nacional no es sólo una relación entre víctimas y victimarios, sino que también hay una tercera parte, que es el testigo, el que calla, el que es cómplice", añadió.
Los actores de la producción son naturales (no profesionales), siguiendo con el característico sello de Gaviria, resultado de un cuidadoso proceso de casting y un largo trabajo de preparación. "Busqué los actores naturales entre hombres que ya había vivido ese rol de El Animal, ya sea en su casa o alguna Bacrim" afirmó. "En las mujeres también busqué que hubiesen sufrido el abandono, porque detrás de los maltratos de género casi siempre hay un abandono inicial que hace que la mujer sea una víctima fácil para un hombre".
De hecho, la película es una excusa perfecta para abordar la discusión de género en Colombia, que aún padece de manera cotidiana los estragos de la violencia. A pesar de que respecto a los años 70 se ha producido una gran revolución en el papel de la mujer en la sociedad, continúa vulnerable y expuesta: "Haciendo el casting me di cuenta de que esa figura de El Animal está muy presente en las mujeres. El hombre tiene dentro de sí una pulsión impresionante de dominio, de no permitir por completo la libertad y pensamiento de la mujer", aseguró Gaviria.
Sin embargo, el director de "La vendedora de rosas" no está convencido del éxito de la cinta en cuanto a resultados en taquilla. Confiesa que hasta después de una primera entrevista con Margarita, en la que le contó su pesadilla personal, ni a él le había terminado de cautivar la historia para llevarla a la gran pantalla, aunque ahora está convencido de su fuerza.
El mismo rechazo, considera, vendrá de parte del público y la crítica debido a la temática. "Pero también generará curiosidad. La película es fuerte, tiene una dramaturgia que le recordará a los directores colombianos que el cine es sinónimo de riesgo; el cine acomodado y seguro no existe", aseveró.
Y es que "La mujer del animal" es, ante todo, un homenaje de Gaviria a todas mujeres que han sido ultrajadas, buscando la reconciliación de una ciudad polarizada donde la agresión y la violencia hace años se volvió parte del paisaje, dentro y fuera de las casas.
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