Lorena Múñoz habla sobre su película "Gilda: No me arrepiento de este amor"
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
En su debut cinematográfico en la ficción, la realizadora Lorena Muñoz ("Yo no sé qué me han hecho tus ojos", "Los próximos pasados") dirige "Gilda: No me arrepiento de este amor" (2016), biopic de la cantante Miriam Alejandra Bianchi Scioli, conocida popularmente como Gilda. Protagonizada por Natalia Oreiro, la película reposa su mirada en el mundo de la cantante que, fallecida hace 20 años en un trágico accidente automovilístico, sigue hoy en día vigente con su música y estilo. "Me sirvió mucho haber trabajado en el documental, como ejercicio, yo pensaba una puesta y después por ahí me encontraba con otra cosa, entre lo que soñaste y lo que te encontrás hay una diferencia", dice en una charla con nuestros compañeros de EscribiendoCine.
- ¿Cómo fue la transición del documental a la ficción? ¿Hubo un proceso de investigación diferente?
Son dos procesos totalmente diferentes, hablo desde mi experiencia, sobre todo también por el tipo de película, esta es muy grande, en producción, cantidad de extras, todo en relación a los documentales que yo hago, que son de autor, por llamarlos de alguna manera. Esta película igual fue de autor, espero que la gente se sorprenda cuando la vea.
- Hablando con los actores destacaron esto…
Es algo que no lo puedo evitar, básicamente, no sé si está bien o mal que me guste que tenga un sello, pensar la puesta en escena, desde un lugar de investigación y experimentación, no me gusta narrar una historia de manera clásica, no porque esté mal, sino porque ya de por si es difícil narrar una historia clásica bien, a mí siempre me gusta que haya experimentación en la forma, porque si no me aburro.
- ¿Cómo fue el trabajo con el guión?
Para mí el guión es muy sólido, Me acuerdo de mucha gente que respeto que me decía que no lo íbamos a poder filmar todo, que era muy difícil por la puesta en escena, la cantidad de planos secuencia que teníamos pensados. Una de las referencias para mí era "Opening Night" (1977) de John Cassavetes, director que amo, y me decían no se si vas a poder, en ocho semanas de rodaje, una película argentina está en seis o cinco semanas promedio de rodaje. Estoy muy contenta con el resultado.
- ¿Sintió la presión de la urgencia de cumplir con el plan de rodaje a rajatabla?
Es muy bueno lo que me preguntás, porque era lo que más sentía en el set. Me sirvió mucho haber trabajado en el documental, como ejercicio, yo pensaba una puesta y después por ahí me encontraba con otra cosa, entre lo que soñaste y lo que te encontrás hay una diferencia. El entrenamiento del documental me sirvió como ejercicio, principalmente cuando se cambian las fichas, de cómo resolver algo, y haciéndolo narrativamente con una puesta bella y estética, esa rapidez que te da el documental me vino diez puntos para la película.
- En su primera ficción ¿cómo fue el trabajar con actores, dirigirlos, y demás?
En realidad la forma fue quitarles la etiqueta con la que llegaban y se prestaron a esto, Trabajé con actores brillantes, pero no solo en lo actoral sini también en lo humano, que para mí es muy importante, que disfruten el trabajo y no lo padezcan. Yo sufro mucho el guión y el proceso previo.
- ¿La edición también?
No, sólo la previa. Para mí el montaje es un momento en donde ya se puso todo antes. Es el resultado del guión, yo soy del guión, por ahí para otros no, no creo que se resuelve algo en el montaje, llegás ahí con lo que tenés por lo que hiciste antes. Esta es una diferencia muy grande entre el documental y la ficción, porque en el documental si pasa que podés tener una puesta de escena y todo, como en mi caso, que yo la pienso mucho, y trabajo los entrevistados como si fueran personajes. En la ficción, todo lo que no hayas pensado anteriormente no va a existir.
- En el documental por qué se da eso?
En el documental eso se da, porque vos pensás la puesta en escena, la ubicación de los personajes, ante qué los enfrentás, drama, suspenso o misterio, cómo trabajar la cámara, qué mostrás y que no, En cambio en la ficción todo lo que no estuvo antes no va a pasar. Hay que estar muy entrenada para acomodarte, el documental lo que tiene, yo amo las dos cosas, pero estás muy preparado a acomodarte, tenemos esto, cómo lo resolvemos con esto, se cae una locación, pensás qué hacés, acá no, no da, salgamos a la calle, subamos al auto, hagamos al auto, en ficción es difícil por la cantidad de equipo técnico, está todo muy encorsetado, mientras en el documental es todo más libre, para mí en el cine documental el equipo técnico tiene que poder subirse a un auto, y esto es la antítesis.
- ¿Le molesta la exposición que tiene con la película?
Ahora me estoy divirtiendo, en un primer momento tenía más fobia a lo social y exponerme, pero con el tiempo me divertí, entendiendo quién soy yo y donde estoy parada y comprendiendo que es una parte del trabajo y que hay que ser bastante fuerte para bancarte la ola que viene, el retorno, pero creo que si uno hace las cosas con trabajo, respeto, amor y pasión lo que vuelve es eso mismo.
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- ¿Cómo fue la transición del documental a la ficción? ¿Hubo un proceso de investigación diferente?
Son dos procesos totalmente diferentes, hablo desde mi experiencia, sobre todo también por el tipo de película, esta es muy grande, en producción, cantidad de extras, todo en relación a los documentales que yo hago, que son de autor, por llamarlos de alguna manera. Esta película igual fue de autor, espero que la gente se sorprenda cuando la vea.
- Hablando con los actores destacaron esto…
Es algo que no lo puedo evitar, básicamente, no sé si está bien o mal que me guste que tenga un sello, pensar la puesta en escena, desde un lugar de investigación y experimentación, no me gusta narrar una historia de manera clásica, no porque esté mal, sino porque ya de por si es difícil narrar una historia clásica bien, a mí siempre me gusta que haya experimentación en la forma, porque si no me aburro.
- ¿Cómo fue el trabajo con el guión?
Para mí el guión es muy sólido, Me acuerdo de mucha gente que respeto que me decía que no lo íbamos a poder filmar todo, que era muy difícil por la puesta en escena, la cantidad de planos secuencia que teníamos pensados. Una de las referencias para mí era "Opening Night" (1977) de John Cassavetes, director que amo, y me decían no se si vas a poder, en ocho semanas de rodaje, una película argentina está en seis o cinco semanas promedio de rodaje. Estoy muy contenta con el resultado.
- ¿Sintió la presión de la urgencia de cumplir con el plan de rodaje a rajatabla?
Es muy bueno lo que me preguntás, porque era lo que más sentía en el set. Me sirvió mucho haber trabajado en el documental, como ejercicio, yo pensaba una puesta y después por ahí me encontraba con otra cosa, entre lo que soñaste y lo que te encontrás hay una diferencia. El entrenamiento del documental me sirvió como ejercicio, principalmente cuando se cambian las fichas, de cómo resolver algo, y haciéndolo narrativamente con una puesta bella y estética, esa rapidez que te da el documental me vino diez puntos para la película.
- En su primera ficción ¿cómo fue el trabajar con actores, dirigirlos, y demás?
En realidad la forma fue quitarles la etiqueta con la que llegaban y se prestaron a esto, Trabajé con actores brillantes, pero no solo en lo actoral sini también en lo humano, que para mí es muy importante, que disfruten el trabajo y no lo padezcan. Yo sufro mucho el guión y el proceso previo.
- ¿La edición también?
No, sólo la previa. Para mí el montaje es un momento en donde ya se puso todo antes. Es el resultado del guión, yo soy del guión, por ahí para otros no, no creo que se resuelve algo en el montaje, llegás ahí con lo que tenés por lo que hiciste antes. Esta es una diferencia muy grande entre el documental y la ficción, porque en el documental si pasa que podés tener una puesta de escena y todo, como en mi caso, que yo la pienso mucho, y trabajo los entrevistados como si fueran personajes. En la ficción, todo lo que no hayas pensado anteriormente no va a existir.
- En el documental por qué se da eso?
En el documental eso se da, porque vos pensás la puesta en escena, la ubicación de los personajes, ante qué los enfrentás, drama, suspenso o misterio, cómo trabajar la cámara, qué mostrás y que no, En cambio en la ficción todo lo que no estuvo antes no va a pasar. Hay que estar muy entrenada para acomodarte, el documental lo que tiene, yo amo las dos cosas, pero estás muy preparado a acomodarte, tenemos esto, cómo lo resolvemos con esto, se cae una locación, pensás qué hacés, acá no, no da, salgamos a la calle, subamos al auto, hagamos al auto, en ficción es difícil por la cantidad de equipo técnico, está todo muy encorsetado, mientras en el documental es todo más libre, para mí en el cine documental el equipo técnico tiene que poder subirse a un auto, y esto es la antítesis.
- ¿Le molesta la exposición que tiene con la película?
Ahora me estoy divirtiendo, en un primer momento tenía más fobia a lo social y exponerme, pero con el tiempo me divertí, entendiendo quién soy yo y donde estoy parada y comprendiendo que es una parte del trabajo y que hay que ser bastante fuerte para bancarte la ola que viene, el retorno, pero creo que si uno hace las cosas con trabajo, respeto, amor y pasión lo que vuelve es eso mismo.
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