Jonás Trueba escribe sobre el estreno de "La reconquista"
- por © NOTICINE.com
Por Jonás Trueba *
Mi amigo Félix Romeo decía que escribía porque tenía miedo; pero también, entre otras muchas razones, para ser feliz, para seducir, para ganar dinero, para que le insultaran, para ser visible, para no matarse, porque no sabía conducir, para saber lo que pensaba de las cosas, para perder el sentido, para vivir más tiempo, para recordar y recordarse, para volver a alcanzar ese estado febril, o para saber cómo escribiría si escribiese... Creo haría mías casi todas sus razones a la pregunta de por qué hago cine.
Hago cine para descubrir el cine que me gusta hacer; el que me puedo permitir, y también para ser consciente de mi lugar y mis circunstancias. Evito escribir los guiones de la forma indicada por los profesionales porque tengo miedo de pasar demasiado tiempo conmigo mismo. Prefiero ir contándolo de viva voz, a los amigos, a las personas que conforman el equipo y al que se preste a echar una mano.
A veces eso puede traer problemas: los hipotéticos inversores rara vez confían en un proyecto que flota en el aire sin llegar a reposar en sus manos. A cambio, nos vemos obligados a elevar nuestros niveles de confianza, entre nosotros, los responsables de la película, pero también con los espectadores.
Ahora que muchas películas tienden a ser reducidas a un juicio sobre el comportamiento de sus personajes, nosotros apostamos porque esos comportamientos sean aún más misteriosos y ambiguos. La reconquista funciona más bien por resonancias: a través de diferentes ritmos, de algunas palabras, gestos, melodías, sonidos, colores y miradas que terminan por encontrarse de diferentes modos.
Trabajamos sobre el sentimiento que provoca esa extraña familiaridad, cuando te reencuentros con alguien que una vez lo significó todo y te sume en una especie de vértigo del tiempo. "La reconquista" transcurre en ese vértigo, trazando un pliego entre dos tiempos, en el corte entre dos planos y en el golpe de conciencia que los une.
Espero que el espectador halle en esta película lo que llevo ya unos años intentando reconocer, eso que precisamente no sé decir: algo que se me quedó dentro y que tal vez no es mucho más grande que una espina, como la que Brassens decía haberse tragado de una sirena a los quince años.
(*): El español Jonás Trueba, hijo del ganador del Oscar Fernando Trueba, estrena este viernes su cuarto largometraje, tras "Todas las canciones hablan de mí" (2010}, "Los ilusos" (2013} y "Los exiliados románticos". "La reconquista" fue estrenada este mismo mes en el Festival de San Sebastián, donde dividió opiniones.
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Mi amigo Félix Romeo decía que escribía porque tenía miedo; pero también, entre otras muchas razones, para ser feliz, para seducir, para ganar dinero, para que le insultaran, para ser visible, para no matarse, porque no sabía conducir, para saber lo que pensaba de las cosas, para perder el sentido, para vivir más tiempo, para recordar y recordarse, para volver a alcanzar ese estado febril, o para saber cómo escribiría si escribiese... Creo haría mías casi todas sus razones a la pregunta de por qué hago cine.
Hago cine para descubrir el cine que me gusta hacer; el que me puedo permitir, y también para ser consciente de mi lugar y mis circunstancias. Evito escribir los guiones de la forma indicada por los profesionales porque tengo miedo de pasar demasiado tiempo conmigo mismo. Prefiero ir contándolo de viva voz, a los amigos, a las personas que conforman el equipo y al que se preste a echar una mano.
A veces eso puede traer problemas: los hipotéticos inversores rara vez confían en un proyecto que flota en el aire sin llegar a reposar en sus manos. A cambio, nos vemos obligados a elevar nuestros niveles de confianza, entre nosotros, los responsables de la película, pero también con los espectadores.
Ahora que muchas películas tienden a ser reducidas a un juicio sobre el comportamiento de sus personajes, nosotros apostamos porque esos comportamientos sean aún más misteriosos y ambiguos. La reconquista funciona más bien por resonancias: a través de diferentes ritmos, de algunas palabras, gestos, melodías, sonidos, colores y miradas que terminan por encontrarse de diferentes modos.
Trabajamos sobre el sentimiento que provoca esa extraña familiaridad, cuando te reencuentros con alguien que una vez lo significó todo y te sume en una especie de vértigo del tiempo. "La reconquista" transcurre en ese vértigo, trazando un pliego entre dos tiempos, en el corte entre dos planos y en el golpe de conciencia que los une.
Espero que el espectador halle en esta película lo que llevo ya unos años intentando reconocer, eso que precisamente no sé decir: algo que se me quedó dentro y que tal vez no es mucho más grande que una espina, como la que Brassens decía haberse tragado de una sirena a los quince años.
(*): El español Jonás Trueba, hijo del ganador del Oscar Fernando Trueba, estrena este viernes su cuarto largometraje, tras "Todas las canciones hablan de mí" (2010}, "Los ilusos" (2013} y "Los exiliados románticos". "La reconquista" fue estrenada este mismo mes en el Festival de San Sebastián, donde dividió opiniones.
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