Daniel de la Vega habla sobre su estreno "Ataúd blanco"
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Mientras termina el rodaje de su nuevo film, "Tiempo muerto", el argentino Daniel de la Vega dialogó con nuestros compañeros de EscribiendoCine sobre su nueva película recién estrenada, "Ataúd Blanco: El juego diabólico (2016)". La ruta como un espacio fronterizo, entre lo cotidiano y el peligro. Hacia allí va una mujer, a quien de pronto el destino la ubica en el medio de un juego macabro; matar, de ser necesario, para salvaguardar aquello que más quiere. En una línea vertiginosa se mueve la nueva realización de Daniel de la Vega, uno de los responsables del ascendente cine de terror vernáculo, quien ya mostró su pasión por el género en las películas en "Hermanos de sangre" (2012) y "Necrofobia" (2014), entre otras.
- Me resultó llamativo que su película, como buen relato de terror, subvierte el horror cotidiano para transformarlo en otra cosa. Pienso en la violencia de género, y en que su película pone a mujeres a enfrentarse violentamente entre sí.
En realidad, no me gusta mucho hablar de lo que yo interpreto de la película. Sí creo que es una historia que tiene más que ver con paternidades en conflicto. Hay una maternidad y una paternidad en conflicto. Desde ahí, el guion tiene mucho para decir o aportar en cuanto a la cuestión del género. Creo que hay una madre que intenta encontrar a su hija; hay una situación no compartida con su ex marido. Y eso tiene sus consecuencias. Son madres, en realidad, tratando de recuperar a sus hijos. La película plantea la idea del límite; qué sos capaz de hacer, bajo determinadas circunstancias. Lo digo así en general, porque no quiero entrar en interpretaciones sobre la película, tengo muy claro que lo importante es lo que diga la gente. Lo que yo pueda decir, es realmente secundario. El guión está escrito por Adrián y Ramiro García Bogliano hace casi diez años. Ataúd Blanco: El juego diabólico es una película a la que le costó existir. Implica un compromiso importante y no sé si siempre hubo apoyo para que lo consiguiera.
- Más allá de la cuestión de la producción, ¿cómo ve al género hoy, mucho más consolidado que diez años atrás? ¿Por qué cree que se dio este crecimiento?
Primero, porque hay una consolidación del género en manos de un grupo de personas. Pero también porque uno ha tenido la posibilidad de crecer como productor, y a partir de ese lugar ya no depender de la aprobación o desaprobación de terceros. Yo, junto a Néstor Sánchez Sotelo, asumo los riesgos como productor para que esta película ocurra.
- ¿Y cómo ve al público?
La verdad es que es muy difícil estrenar. Yo iba a estrenar en vacaciones de invierno, después hace un mes. Ahora efectivamente estoy estrenando. Pero hay todavía mucha dificultad para que la película llegue a la gente. En este caso, tenemos la suerte de que la película se estrene en ochenta salas. Eso es producto de resistir también. No fue fácil, y es un mérito de la distribuidora también. El público tiene la opción de ver una de terror, que no es Inframundo, una película norteamericana de ciencia ficción y terror. El público puede elegir vernos o no. Qué va a pasar con la película; no lo sé. Me parece que hicimos la mejor película que pudimos. Ojalá la gente la pueda elegir. Sino la verá en internet… No puedo decir otra cosa.
- La secuencia de la persecución me pareció muy lograda, me llevó a pensar en "Duel", ópera prima de Steven Spielberg. ¿Estuvo esa referencia en su mente?
Hubo varias referencias, pero sí, "Duel" era básicamente una de las más representativas. Costó porque técnicamente era complejo. La película es de bajo presupuesto, salió en la Categoría 2 del INCAA. Está hecha con más corazón que recursos, porque había mucha gente interesada en que la película ocurriera. Esa es una escena que está muy encima de nuestras ligas. Técnicamente, y en cuanto a tiempos y recursos. Por suerte pudimos encontrar el espacio y la voluntad para que la película fuera lo que es. Tuvimos un apoyo de las actrices, que sumaron sus nombres a una película independiente.
- ¿Cómo es trabajar con niños, en una película con tanta truculencia?
Cuesta muchísimo, pero tuve la suerte de tener un gran casting de niños. Para mí, trabajar en una película de terror con niños es muy estresante. Porque vos tenés que preservarlos a toda costa. Por suerte, nuestra Drew Barrymore era muy inteligente.
- La idea de pueblo chico, infierno grande, está muy presente en el cine de terror argentino.
Todo es una metáfora de una situación mucho mayor. Es encontrar en una comunidad aislada un concepto más grande. La búsqueda original del guión fue hacer una película que no estábamos viendo en el cine argentino. Una película que fuera una suerte de montaña rusa que no se detuviera nunca. Y, desde ese lugar, construimos este mundo. Le vamos a proponer a la gente algo distinto.
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- Me resultó llamativo que su película, como buen relato de terror, subvierte el horror cotidiano para transformarlo en otra cosa. Pienso en la violencia de género, y en que su película pone a mujeres a enfrentarse violentamente entre sí.
En realidad, no me gusta mucho hablar de lo que yo interpreto de la película. Sí creo que es una historia que tiene más que ver con paternidades en conflicto. Hay una maternidad y una paternidad en conflicto. Desde ahí, el guion tiene mucho para decir o aportar en cuanto a la cuestión del género. Creo que hay una madre que intenta encontrar a su hija; hay una situación no compartida con su ex marido. Y eso tiene sus consecuencias. Son madres, en realidad, tratando de recuperar a sus hijos. La película plantea la idea del límite; qué sos capaz de hacer, bajo determinadas circunstancias. Lo digo así en general, porque no quiero entrar en interpretaciones sobre la película, tengo muy claro que lo importante es lo que diga la gente. Lo que yo pueda decir, es realmente secundario. El guión está escrito por Adrián y Ramiro García Bogliano hace casi diez años. Ataúd Blanco: El juego diabólico es una película a la que le costó existir. Implica un compromiso importante y no sé si siempre hubo apoyo para que lo consiguiera.
- Más allá de la cuestión de la producción, ¿cómo ve al género hoy, mucho más consolidado que diez años atrás? ¿Por qué cree que se dio este crecimiento?
Primero, porque hay una consolidación del género en manos de un grupo de personas. Pero también porque uno ha tenido la posibilidad de crecer como productor, y a partir de ese lugar ya no depender de la aprobación o desaprobación de terceros. Yo, junto a Néstor Sánchez Sotelo, asumo los riesgos como productor para que esta película ocurra.
- ¿Y cómo ve al público?
La verdad es que es muy difícil estrenar. Yo iba a estrenar en vacaciones de invierno, después hace un mes. Ahora efectivamente estoy estrenando. Pero hay todavía mucha dificultad para que la película llegue a la gente. En este caso, tenemos la suerte de que la película se estrene en ochenta salas. Eso es producto de resistir también. No fue fácil, y es un mérito de la distribuidora también. El público tiene la opción de ver una de terror, que no es Inframundo, una película norteamericana de ciencia ficción y terror. El público puede elegir vernos o no. Qué va a pasar con la película; no lo sé. Me parece que hicimos la mejor película que pudimos. Ojalá la gente la pueda elegir. Sino la verá en internet… No puedo decir otra cosa.
- La secuencia de la persecución me pareció muy lograda, me llevó a pensar en "Duel", ópera prima de Steven Spielberg. ¿Estuvo esa referencia en su mente?
Hubo varias referencias, pero sí, "Duel" era básicamente una de las más representativas. Costó porque técnicamente era complejo. La película es de bajo presupuesto, salió en la Categoría 2 del INCAA. Está hecha con más corazón que recursos, porque había mucha gente interesada en que la película ocurriera. Esa es una escena que está muy encima de nuestras ligas. Técnicamente, y en cuanto a tiempos y recursos. Por suerte pudimos encontrar el espacio y la voluntad para que la película fuera lo que es. Tuvimos un apoyo de las actrices, que sumaron sus nombres a una película independiente.
- ¿Cómo es trabajar con niños, en una película con tanta truculencia?
Cuesta muchísimo, pero tuve la suerte de tener un gran casting de niños. Para mí, trabajar en una película de terror con niños es muy estresante. Porque vos tenés que preservarlos a toda costa. Por suerte, nuestra Drew Barrymore era muy inteligente.
- La idea de pueblo chico, infierno grande, está muy presente en el cine de terror argentino.
Todo es una metáfora de una situación mucho mayor. Es encontrar en una comunidad aislada un concepto más grande. La búsqueda original del guión fue hacer una película que no estábamos viendo en el cine argentino. Una película que fuera una suerte de montaña rusa que no se detuviera nunca. Y, desde ese lugar, construimos este mundo. Le vamos a proponer a la gente algo distinto.
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