Ariel Winograd habla sobre el estreno de "Mamá se fue de viaje"
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Convertido en uno de los especialistas en la nueva comedia argentina "para todo público", Ariel Winograd regresa este jueves a las salas argentinas con "Mamá se fue de viaje", donde vuelve a trabajar con Diego Peretti, a quien dirigió hace dos años en "Sin hijos", esta unido matrimonialmente con Carla Peterson. Es su tercer film consecutivo en tres años y probablemente también un tercer éxito. "Surgió -dice el cineasta- la posibilidad de dirigir un guión ajeno (de Mariano Vera) pero con el que me sentí completamente identificado, que es algo fundamental para que me enganche con una propuesta. Estoy en el momento en que puedo entender perfectamente al personaje y poder aportar a la historia muchas cosas desde mi lugar como realizador".
En declaraciones a Télam, Winograd explica la importancia para él de identificarse con las historias que realiza, aunque sean escritas por otros: "El 23 de agosto cumplo 40. Después de filmar 'Sin hijos', donde ya tuvimos la grata experiencia de trabajar con Diego, y de 'Permitidos", estoy en el momento en que puedo entender perfectamente al personaje y poder aportar a la historia muchas cosas desde mi lugar como realizador".
"'Cara de queso (mi primer ghetto)', fue sobre la adolescencia; 'Mi primera boda', acerca de un casamiento, la excepción a la regla, 'Vino para robar'; después 'Sin hijos', acerca de un padre separado y con una hija que intenta rehacer su vida, 'Permitidos' acerca de una pareja veinteañera y finalmente esta acerca de los cuarenta y poco más", añade.
La paternidad, el machismo encubierto, la dificultad de una prolongada vida en pareja y la reivindicación femenina son los temas de "Mamá se fue de viaje", elementos sobre los que Winograd quería reflexionar desde el humor: "Después de tener hijos este es un tema con el que me siento mucho más identificado. Seguramente cuando hice 'Permitidos' fue algo así como viajar por el tiempo para encontrarme con algo de mi propio pasado. En este caso en particular se da que, además, actúa uno de mis hijos. Se dio de una manera natural, con conciencia de saber el paño de lo que estaba sucediendo, de poder decir que puedo identificarme o no con los personajes, y que más allá de esto lo que se cuenta es verdad".
La película marca su reencuentro con el escritor de "Sin hijos" y su protagonista, Peretti, a quien admira sin pudor: "Peretti es Peretti. Para mí tiene una versatilidad muy grande, con la que puede trabajar la emoción y la comedia, en el mismo momento, en un mismo personaje, y puede entender la comedia como un instrumento al servicio de la película. Para poder lograr eso tiene que tener un bagaje adentro muy importante. La construcción de este personaje fue muy larga y confiaba en su capacidad de mejorarlo permanentemente. Tiene un uso de su cuerpo y sus facciones, que en un plano corto ya te está contando algo".
A su antagonista femenina, Carla Peterson, no la conocía, pero Ariel Winograd la considera ideal para el personaje. "Lo de Carla -detalla- estuvo muy ligado al personaje. Poco antes del rodaje ella estaba en los Estados Unidos acompañando a su marido, Martín Lousteau, entonces nuestro embajador allí. Nuestros primeros encuentros fueron por Skype, nos conocíamos muy poco socialmente de antes, y cuando comenzamos con el intercambio me di cuenta que era perfecta para el personaje de ese guión. Acordamos un tiempo de rodaje muy limitado, nada más que diez días. Tenía muy en claro el talento de Carla para la comedia, pero como habíamos hablado mucho del personaje y todo lo que significaba, que cuanto más agotado, baqueteado y distante de la familia esté iba a salir mejor, el resultado fue impresionante".
La comedia -en sus diferentes tonos, desde el más negro al más amable- se ha convertido en el género preferido de los argentinos, y Winograd dice sentirse "privilegiado", por poder haber hecho en los últimos tres años tres películas, "y se que no es algo muy frecuente. Hacer cine no es sencillo y no siento que haya una ola de comedias. Las comedias están más ligadas a actores que a directores".
Respecto del futuro, en la entrevista con Télam, el cineasta porteño confiesa que le gustaría trabajar con Adrián Suar, uno de los actores especializados en el género, y al que califica de "gran comediante".
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En declaraciones a Télam, Winograd explica la importancia para él de identificarse con las historias que realiza, aunque sean escritas por otros: "El 23 de agosto cumplo 40. Después de filmar 'Sin hijos', donde ya tuvimos la grata experiencia de trabajar con Diego, y de 'Permitidos", estoy en el momento en que puedo entender perfectamente al personaje y poder aportar a la historia muchas cosas desde mi lugar como realizador".
"'Cara de queso (mi primer ghetto)', fue sobre la adolescencia; 'Mi primera boda', acerca de un casamiento, la excepción a la regla, 'Vino para robar'; después 'Sin hijos', acerca de un padre separado y con una hija que intenta rehacer su vida, 'Permitidos' acerca de una pareja veinteañera y finalmente esta acerca de los cuarenta y poco más", añade.
La paternidad, el machismo encubierto, la dificultad de una prolongada vida en pareja y la reivindicación femenina son los temas de "Mamá se fue de viaje", elementos sobre los que Winograd quería reflexionar desde el humor: "Después de tener hijos este es un tema con el que me siento mucho más identificado. Seguramente cuando hice 'Permitidos' fue algo así como viajar por el tiempo para encontrarme con algo de mi propio pasado. En este caso en particular se da que, además, actúa uno de mis hijos. Se dio de una manera natural, con conciencia de saber el paño de lo que estaba sucediendo, de poder decir que puedo identificarme o no con los personajes, y que más allá de esto lo que se cuenta es verdad".
La película marca su reencuentro con el escritor de "Sin hijos" y su protagonista, Peretti, a quien admira sin pudor: "Peretti es Peretti. Para mí tiene una versatilidad muy grande, con la que puede trabajar la emoción y la comedia, en el mismo momento, en un mismo personaje, y puede entender la comedia como un instrumento al servicio de la película. Para poder lograr eso tiene que tener un bagaje adentro muy importante. La construcción de este personaje fue muy larga y confiaba en su capacidad de mejorarlo permanentemente. Tiene un uso de su cuerpo y sus facciones, que en un plano corto ya te está contando algo".
A su antagonista femenina, Carla Peterson, no la conocía, pero Ariel Winograd la considera ideal para el personaje. "Lo de Carla -detalla- estuvo muy ligado al personaje. Poco antes del rodaje ella estaba en los Estados Unidos acompañando a su marido, Martín Lousteau, entonces nuestro embajador allí. Nuestros primeros encuentros fueron por Skype, nos conocíamos muy poco socialmente de antes, y cuando comenzamos con el intercambio me di cuenta que era perfecta para el personaje de ese guión. Acordamos un tiempo de rodaje muy limitado, nada más que diez días. Tenía muy en claro el talento de Carla para la comedia, pero como habíamos hablado mucho del personaje y todo lo que significaba, que cuanto más agotado, baqueteado y distante de la familia esté iba a salir mejor, el resultado fue impresionante".
La comedia -en sus diferentes tonos, desde el más negro al más amable- se ha convertido en el género preferido de los argentinos, y Winograd dice sentirse "privilegiado", por poder haber hecho en los últimos tres años tres películas, "y se que no es algo muy frecuente. Hacer cine no es sencillo y no siento que haya una ola de comedias. Las comedias están más ligadas a actores que a directores".
Respecto del futuro, en la entrevista con Télam, el cineasta porteño confiesa que le gustaría trabajar con Adrián Suar, uno de los actores especializados en el género, y al que califica de "gran comediante".
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