Hablamos con Mario Casas sobre el estreno de "Bajo la piel del lobo"
- por © Ana Moreno-NOTICINE.com
Regresa a los cines Mario Casas, uno de los actores españoles más taquilleros en los últimos años, y lo hace con el primer largometraje de Samu Fuentes, "Bajo la piel de lobo", una película de bajo presupuesto alejada en ese sentido de anteriores producciones de altos presupuestos que ha protagonizado el gallego. El largometraje sigue a Martinón (Mario Casas), un alimañero que vive en las montañas alejado de la civilización. Cada primavera desciende hacia los valles para comerciar con las pieles de los animales que atrapa, pero con la llegada de una mujer a su vida empezará a experimentar nuevos sentimientos. Es una película "distinta, distinto a lo que estamos acostumbrados a ver tal vez en el cine español", ha comentado Mario Casas a NOTICINE.com en una entrevista en Madrid.
"La complejidad yo creo que para mí era la edad, porque cuando leo el personaje sí veía un tipo de 40, 42 o 44 años, veía a un Tosar, veía un Javier Bardem en 'Los lunes al Sol', veía este tipo de actor, de hombre, más rudo y más grande. Entonces sí hablé con Samu y le dije bueno pienso esto, pienso que no sé si me quedo joven o pequeño. Entonces empecé a pensar y a plantearme... bueno, si me dejo la barba, si me dejo el pelo, si engordo, si me pongo más grande. Ellos me iban a ayudar también con un poco de maquillaje y ensuciar un poco mi imagen, y entonces al final sí te puedes creer que este tipo viva allí arriba solo en esta época", señalaba el coruñés sobre su primera reacción al leer el guión escrito por Samu Fuentes.
Martinón es un hombre bastante bruto, pero tras conocer a Adela (Irene Escolar), "digamos que ahí empieza a humanizarse de alguna manera este personaje, este animal que no está educado socialmente, y va a entrar en su vida la mujer, entonces va a tener que aprender, o parece que va a aprender porque poco aprende realmente, a tener que tratar con un ser humano, él solo ha tratado con animales". Eso hace que su personaje pueda no gustar demasiado: "El trato que tiene hacia la mujer -comenta Casas- me parece lógicamente muy desagradable, ya no solamente en lo sexual, que lo es, sino también cómo la trata. Por otro lado en el comer, estás viendo a un ser humano comer así, tratar así, hablar así, comportarse de esa manera... pero es un animal al final, son los principios básicos del ser humano también un poco lo que he trabajado con este personaje".
La película prioriza mayormente los silencios, el sonido ambiente, la naturaleza, por lo que hay poco guion, además de ser un personaje alejado de los que suele interpretar Mario Casas, que es mayormente conocido por haber protagonizado "Tres metros sobre el cielo" y su secuela, o "Palmeras en la nieve". "Sí es verdad que tiene poco que ver conmigo, es decir, sobre todo te separa por la imagen, esa imagen más ruda, más grande, todo el pelo, la barba... Todo esto te saca bastante de la imagen social digamos de la calle que hay mía. Por eso me parecía muy interesante trabajar este personaje que al final no habla. Me parecía interesante trabajar lo físico, la mirada y que pareciese realmente un cazador".
"He aprendido -agrega- a poner lazos, cepos, a tratar pieles, a cortar leña, a seguir rastros, es decir, todo esto sí que lo aprendí para que sobre todo esa primera parte de la película te la creas. Tampoco es tan fácil, cortar leña no es fácil, parece una tontería, pero creo que sí, que lo hemos introducido de una manera notable y creíble, porque tiene un punto documental la película, tenía que ser bastante real".
En este sentino, Mario Casas nos comparte una curiosa anécdota del rodaje: "Yo igual siempre voy un poco a más, y no querían dejarme cepos reales, o sea sí tuve algún tipo de discusiones varias. Había una secuencia en que yo le enseño a ella a poner un cepo, que creo le daba un punto romántico a la historia. Pero creo que por la decisión que había tomado Samu no funcionaba. Y ahí sí jugamos con un cepo y la verdad que se asustaron y no, lo ponían de mentira, pero sí se poner cepos, así que cuidado porque puedo poner un cepo", comenta entre risas mostrando la experiencia que ha conseguido para dotar de mayor credibilidad a su personaje.
En el film Mario Casas aparece junto a actores como Irene Escolar ("Un otoño sin Berlín"), Ruth Díaz ("Tarde para la ira") y Josean Bengoetxea ("Celda 211"). "Era un equipo pequeño y Samu viene del documental. Creo que la película está teñida de ese realismo documental, pero es una persona con muchísimas ganas, con mucho talento y muy valiente. Después con Irene, ella hace sobre todo un personaje mucho más grande que el de Ruth, pero hace un trabajo muy bonito, el papel por la época, la mujer, un poco más básico e Irene le ha dado esa fuerza, le ha dado esa lucha de la mujer, tal vez una mujer más moderna en esa época para sobrevivir. Y lo ha hecho ella, porque al final en el texto hay poco. Lo ha hecho y ha luchado, y doy gracias que hayan sido las dos protagonistas ellas", añade respecto a sus compañeras de trabajo.
Producida por Nasa Producciones y Orreaga Filmak, "es una película al final especial, hay que ser realistas, no es una película para todo el público, no es una película comercial, es una película pequeña... Pero al menos, ojalá que la gente que vea la película se la crea, la viva y dentro de lo posible, la disfrute", concluye el actor español.
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"La complejidad yo creo que para mí era la edad, porque cuando leo el personaje sí veía un tipo de 40, 42 o 44 años, veía a un Tosar, veía un Javier Bardem en 'Los lunes al Sol', veía este tipo de actor, de hombre, más rudo y más grande. Entonces sí hablé con Samu y le dije bueno pienso esto, pienso que no sé si me quedo joven o pequeño. Entonces empecé a pensar y a plantearme... bueno, si me dejo la barba, si me dejo el pelo, si engordo, si me pongo más grande. Ellos me iban a ayudar también con un poco de maquillaje y ensuciar un poco mi imagen, y entonces al final sí te puedes creer que este tipo viva allí arriba solo en esta época", señalaba el coruñés sobre su primera reacción al leer el guión escrito por Samu Fuentes.
Martinón es un hombre bastante bruto, pero tras conocer a Adela (Irene Escolar), "digamos que ahí empieza a humanizarse de alguna manera este personaje, este animal que no está educado socialmente, y va a entrar en su vida la mujer, entonces va a tener que aprender, o parece que va a aprender porque poco aprende realmente, a tener que tratar con un ser humano, él solo ha tratado con animales". Eso hace que su personaje pueda no gustar demasiado: "El trato que tiene hacia la mujer -comenta Casas- me parece lógicamente muy desagradable, ya no solamente en lo sexual, que lo es, sino también cómo la trata. Por otro lado en el comer, estás viendo a un ser humano comer así, tratar así, hablar así, comportarse de esa manera... pero es un animal al final, son los principios básicos del ser humano también un poco lo que he trabajado con este personaje".
La película prioriza mayormente los silencios, el sonido ambiente, la naturaleza, por lo que hay poco guion, además de ser un personaje alejado de los que suele interpretar Mario Casas, que es mayormente conocido por haber protagonizado "Tres metros sobre el cielo" y su secuela, o "Palmeras en la nieve". "Sí es verdad que tiene poco que ver conmigo, es decir, sobre todo te separa por la imagen, esa imagen más ruda, más grande, todo el pelo, la barba... Todo esto te saca bastante de la imagen social digamos de la calle que hay mía. Por eso me parecía muy interesante trabajar este personaje que al final no habla. Me parecía interesante trabajar lo físico, la mirada y que pareciese realmente un cazador".
"He aprendido -agrega- a poner lazos, cepos, a tratar pieles, a cortar leña, a seguir rastros, es decir, todo esto sí que lo aprendí para que sobre todo esa primera parte de la película te la creas. Tampoco es tan fácil, cortar leña no es fácil, parece una tontería, pero creo que sí, que lo hemos introducido de una manera notable y creíble, porque tiene un punto documental la película, tenía que ser bastante real".
En este sentino, Mario Casas nos comparte una curiosa anécdota del rodaje: "Yo igual siempre voy un poco a más, y no querían dejarme cepos reales, o sea sí tuve algún tipo de discusiones varias. Había una secuencia en que yo le enseño a ella a poner un cepo, que creo le daba un punto romántico a la historia. Pero creo que por la decisión que había tomado Samu no funcionaba. Y ahí sí jugamos con un cepo y la verdad que se asustaron y no, lo ponían de mentira, pero sí se poner cepos, así que cuidado porque puedo poner un cepo", comenta entre risas mostrando la experiencia que ha conseguido para dotar de mayor credibilidad a su personaje.
En el film Mario Casas aparece junto a actores como Irene Escolar ("Un otoño sin Berlín"), Ruth Díaz ("Tarde para la ira") y Josean Bengoetxea ("Celda 211"). "Era un equipo pequeño y Samu viene del documental. Creo que la película está teñida de ese realismo documental, pero es una persona con muchísimas ganas, con mucho talento y muy valiente. Después con Irene, ella hace sobre todo un personaje mucho más grande que el de Ruth, pero hace un trabajo muy bonito, el papel por la época, la mujer, un poco más básico e Irene le ha dado esa fuerza, le ha dado esa lucha de la mujer, tal vez una mujer más moderna en esa época para sobrevivir. Y lo ha hecho ella, porque al final en el texto hay poco. Lo ha hecho y ha luchado, y doy gracias que hayan sido las dos protagonistas ellas", añade respecto a sus compañeras de trabajo.
Producida por Nasa Producciones y Orreaga Filmak, "es una película al final especial, hay que ser realistas, no es una película para todo el público, no es una película comercial, es una película pequeña... Pero al menos, ojalá que la gente que vea la película se la crea, la viva y dentro de lo posible, la disfrute", concluye el actor español.
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