La colombiana Laura Mora estrena en cines "Matar a Jesús", su festivalera opera prima
- por © Marina Chamorro-NOTICINE.com
A sus 36 años, la colombiana Laura Mora ha conseguido hacerse un merecido hueco en el mundo del cine, para lo cual tan solo le ha hecho falta debutar en la industria. Su primera película, "Matar a Jesús", fue presentada por primera vez en el Festival Internacional de Cine de Cartagena, y a partir de ese día no solo ha recorrido los festivales de medio mundo (en los próximos días concursará en Guadalajara), sino que ha recopilado un total de 13 galardones, entre ellos el Premio de la Juventud en San Sebastián y el Premio Casa de las Américas a mejor largometraje de ficción.
A partir de este jueves también podrán disfrutar de esta obra maestra los espectadores. Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Cartagena y Cali serán las primeras ciudades en las que se estrenará la película, que será proyectada en 30 salas de cine de Colombia. También podrán disfrutarla en España, donde se estrenará este viernes bajo la distribución de El Sur Films.
La cinta cuenta la historia de Paula, una estudiante de 22 años que presencia el asesinato de su padre, un popular profesor de ciencias políticas de una universidad pública de la ciudad de Medellín. Desde la distancia, ella logra ver al asesino. Devastada por el dolor tras los hechos, Paula y su familia tendrán que enfrentar la indolencia oficial, el caso pronto quedará archivado. A la llegada de la navidad, tan sólo un par de meses después del asesinato, Paula de manera accidental se cruzará con Jesús, el joven asesino de su padre. Paula decide acercarse a este hombre, inicialmente motivada por un instinto casi primitivo, y eventualmente ser capaz de cruzar la línea moral y ética de matar a un hombre.
El encuentro entre víctima y victimario llevará a Paula a definir los límites de su propia humanidad. En sus manos yace ahora la decisión de romper o perpetuar el círculo vicioso de la violencia.
Este argumento nace de las propias vivencias de Mora, que tras el asesinato de su padre en 2002 se embarcó en la búsqueda del verdugo. Sin embargo, más allá su propio duelo, la película trata de representar y denunciar una realidad que sufren cada día los colombianos: la violencia indiscriminada y el miedo a que alguien ponga fin a sus vidas en cualquier momento.
"Tenemos que hablar de la violencia, creo que debemos dejar a un lado el miedo que tenemos de mirarnos como sociedad. Poseemos cosas maravillosas, pero también muy oscuras que nos han llevado a tener una historia ante el mundo no muy positiva. Hay que hacerlo con el conocimiento necesario y con respeto por lo que estamos hablando", contaba la paisa a El Mundo.
Para ello, asegura, era necesario que los intérpretes fueran "reales en su lenguaje y en su relación con la ciudad de Medellín", donde se ha grabado el film, por lo que el reparto estaba conformado por actores no profesionales. Aunque es una experiencia exigente, para ella fue "algo maravilloso, y eso se ve reflejado en la relación que tengo con los actores".
"Ellos nunca tuvieron un guion, yo les conté la historia como si fuera un cuento, pero tampoco sabían el final, por lo que vivieron el rodaje en medio del dilema ético y moral de sus personajes. La película la rodamos de manera cronológica, entonces los actores entraban en discusiones y reflexiones fuertes de sus personajes, lo que hizo que se apropiaran mucho de la historia", explicaba a El Colombiano.
El camino que la directora tuvo que recorrer hasta llegar a este momento fue largo. Las primeras líneas del guion nacieron allá por el 2009, cuando trabajaba para el programa de televisión "Escobar, el patrón del mal", pero no fue hasta que en 2015 regresó a Medellín, la ciudad que tanto dolor le había provocado, que aquellas palabras comenzaron a transformarse en algo tangible. En 2016, al fin consiguió rodar "Matar a Jesús", y a día de hoy el largometraje se ha convertido en uno de los más valorados de 2017.
Para Mora, la acogida que ha tenido en festivales internacionales como el de San Sebastián, Toronto, El Cairo o La Habana ha supuesto "la reafirmación de la humanidad y la universalidad de la historia", y espera que en Colombia el recibimiento sea igual de caluroso: "el mayor sueño de un director es mostrar la película justo donde se hizo, entonces estoy muy ansiosa y esperamos que la gente vaya al cine a verla, porque la verdad consumimos muy poco cine nacional, entonces espero que la vean y esto genere una conversación. Acá se puede generar un debate mucho más interesante, profundo y álgido porque pienso que es una película que llega en un momento muy pertinente para el país que dará para conversar sobre si nos queremos seguir matando o si nos reconocemos con el otro".
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A partir de este jueves también podrán disfrutar de esta obra maestra los espectadores. Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Cartagena y Cali serán las primeras ciudades en las que se estrenará la película, que será proyectada en 30 salas de cine de Colombia. También podrán disfrutarla en España, donde se estrenará este viernes bajo la distribución de El Sur Films.
La cinta cuenta la historia de Paula, una estudiante de 22 años que presencia el asesinato de su padre, un popular profesor de ciencias políticas de una universidad pública de la ciudad de Medellín. Desde la distancia, ella logra ver al asesino. Devastada por el dolor tras los hechos, Paula y su familia tendrán que enfrentar la indolencia oficial, el caso pronto quedará archivado. A la llegada de la navidad, tan sólo un par de meses después del asesinato, Paula de manera accidental se cruzará con Jesús, el joven asesino de su padre. Paula decide acercarse a este hombre, inicialmente motivada por un instinto casi primitivo, y eventualmente ser capaz de cruzar la línea moral y ética de matar a un hombre.
El encuentro entre víctima y victimario llevará a Paula a definir los límites de su propia humanidad. En sus manos yace ahora la decisión de romper o perpetuar el círculo vicioso de la violencia.
Este argumento nace de las propias vivencias de Mora, que tras el asesinato de su padre en 2002 se embarcó en la búsqueda del verdugo. Sin embargo, más allá su propio duelo, la película trata de representar y denunciar una realidad que sufren cada día los colombianos: la violencia indiscriminada y el miedo a que alguien ponga fin a sus vidas en cualquier momento.
"Tenemos que hablar de la violencia, creo que debemos dejar a un lado el miedo que tenemos de mirarnos como sociedad. Poseemos cosas maravillosas, pero también muy oscuras que nos han llevado a tener una historia ante el mundo no muy positiva. Hay que hacerlo con el conocimiento necesario y con respeto por lo que estamos hablando", contaba la paisa a El Mundo.
Para ello, asegura, era necesario que los intérpretes fueran "reales en su lenguaje y en su relación con la ciudad de Medellín", donde se ha grabado el film, por lo que el reparto estaba conformado por actores no profesionales. Aunque es una experiencia exigente, para ella fue "algo maravilloso, y eso se ve reflejado en la relación que tengo con los actores".
"Ellos nunca tuvieron un guion, yo les conté la historia como si fuera un cuento, pero tampoco sabían el final, por lo que vivieron el rodaje en medio del dilema ético y moral de sus personajes. La película la rodamos de manera cronológica, entonces los actores entraban en discusiones y reflexiones fuertes de sus personajes, lo que hizo que se apropiaran mucho de la historia", explicaba a El Colombiano.
El camino que la directora tuvo que recorrer hasta llegar a este momento fue largo. Las primeras líneas del guion nacieron allá por el 2009, cuando trabajaba para el programa de televisión "Escobar, el patrón del mal", pero no fue hasta que en 2015 regresó a Medellín, la ciudad que tanto dolor le había provocado, que aquellas palabras comenzaron a transformarse en algo tangible. En 2016, al fin consiguió rodar "Matar a Jesús", y a día de hoy el largometraje se ha convertido en uno de los más valorados de 2017.
Para Mora, la acogida que ha tenido en festivales internacionales como el de San Sebastián, Toronto, El Cairo o La Habana ha supuesto "la reafirmación de la humanidad y la universalidad de la historia", y espera que en Colombia el recibimiento sea igual de caluroso: "el mayor sueño de un director es mostrar la película justo donde se hizo, entonces estoy muy ansiosa y esperamos que la gente vaya al cine a verla, porque la verdad consumimos muy poco cine nacional, entonces espero que la vean y esto genere una conversación. Acá se puede generar un debate mucho más interesante, profundo y álgido porque pienso que es una película que llega en un momento muy pertinente para el país que dará para conversar sobre si nos queremos seguir matando o si nos reconocemos con el otro".
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