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Los cines argentinos se preparan para el regreso de Pablo Trapero, este fin de semana, con su película que estuvo próxima a presentarse en Cannes y finalmente irá a Venecia, "La Quietud". Se trata de un drama familiar con un elenco de lujo que incluye a la habitual colaboradora y mujer del argentino, Martina Gusman, la franco-argentina Bérénice Bejo, el venezolano Edgar Ramírez y la veterana Graciela Borges. Para és última, "Es una película muy diferente, un poco incómoda porque te quedás con una sensación rara. Es de esos films que te pega en algo muy interno y te deja pensando. Es maravilloso como ellos, Pablo y Martina, que son tan armónicos y luminosos en su vida, pueden meterse en un terreno así y describirlo tan bien. En ese sentido, todo en el elenco nos entregamos mucho, nos comprometimos con el proyecto".

Pablo Trapero fue el encargado de dirigir, entre otros, a la actriz Martina Gusmán que interpreta a Mía, una joven que creció con sus padres y se encuentra con una situación inesperada que la obliga a reunirse con su hermana Eugenia (Bérénice Bejo), quien regresa tras varios años de vivir en París. Todo esto bajo la mirada de su madre, Esmeralda (Graciela Borges).

La trama se desarrolla cuando todos sus integrantes se reúnen en pos de la enfermedad del padre, que funcionará como excusa para que comiencen a florecer los miedos, las tensiones, y los secretos jamás revelados.

Según Borges en una entrevista en El Diario, comentó que es una película que "hay que ir a verla, contrariamente a llamarse 'La Quietud', los temas que toca son de mucha inquietud. Es una familia muy especial en la que se están sacando capas de esa belleza, en ese lugar, que parece armónico a pesar de la suciedad que hay. Es una película bien Trapero. Hay directores que imprimen su marca, como Favio o Torre Nilsson, esta película es Trapero puro".

Trapero explora a través de "La Quietud" un intenso vínculo entre hermanas, y a partir de esa premisa diversos tópicos como la sexualidad, el amor, el sufrimiento, la fidelidad, el deseo de ser madre, las frustraciones de ocupar el rol de hija y la intimidad.

A falta de unos días del estren comercial de la película, Borges comentó que "nunca en la vida he sentido mucho cosquilleo antes de un estreno, empecé desde tan chica que no me desborda. Ojalá que guste y nos vaya bien, pero hago las cosas y luego trato de retirarme para no llenarme de ansiedades, porque lo que tenga que pasar va a pasar. Es un hecho casi de sabiduría, algo que siempre he sentido y no me lo he inculcado. Aunque es un estreno y tiene un peso específico".

El director ha conseguido que la tensión "hija-madre" sea máxima, ya que el ritmo de la película nos ofrece un argumento cargado de drama. "Una película incómoda, profundamente movilizadora", según Graciela.

En otra entrevista con Clarín, la veterana actriz porteña agregó: "Estoy muy feliz con Esmeralda (su personaje), a pesar de que, por hacer una película de verano en invierno, terminé con un pinzamiento que todavía arrastro. Me siento en un momento extraordinario por este personaje y esta película. Es una mujer a la que le han pasado cosas fuertes. Es muy jugado. Y quise que se notara mucho en el físico. Por eso las canas, el desaliño. No sabés lo que trabajé para que Esmeralda estuviera deteriorada. Y no quise ver ni un fotograma antes para no condicionarme".

"La Quietud" se estrena este 30 de agosto, y pocos días después se lanzará internacionalmente en la sección oficial de la Mostra de Venecia, fuera de concurso. En ese mismo festival, Trapero logró varios premios con su anterior cinta, "El clan".

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