Hablamos con Kevin Martínez sobre el estreno de "Yuli"
- por © Carolina G. Guerrero-NOTICINE.com
El cubano Kevin Martínez interpreta a su compatriota, el bailarín Carlos Acosta, en la biopic de la española Icíar Bollaín estrenada en el último Festival de San Sebastián y estos últimos días vista en el de La Habana. "Yuli" marca el debut de este bailarín en la gran pantalla, una oportunidad no ha querido desperdiciar. NOTICINE.com habló con él en exclusiva.
- ¿Cómo es su papel en "Yuli"?
Mi papel es el de Carlos joven. Es el intermedio de la historia. Es como la continuidad de la historia del niño. Lo defino como "el momento del cambio", el
momento del desarrollo del personaje. Es un papel bastante emotivo por la gama de emociones que tengo que afrontar en mis escenas. Para preparar mi personaje, fue un poco extraño porque la directora Icíar me dijo que "no lo tuviera tan presente", que lo tuviera en la mente pero no tan presente. Que se fuera arraigando interiormente de una forma natural. También me ayudó mi vida, porque mi vida es muy parecida a la de Carlos. Entonces, tome algunos aspectos de mi vida para llenar ese hueco que me faltaba con el personaje. Me gustó mucho hacer de Carlos Acosta. De verdad que fue una manera de sacar todo esto que tenía dentro de mí. Mi personaje lo disfrute completamente.
- ¿Cuál fue el proceso para acabar interpretando a Carlos Acosta?
Fue algo muy raro porque yo no tenía el interés de hacer el papel. No es que no tuviera interés, sino que yo nunca pensé que yo fuese capaz de hacerlo. Algo me decía que no lo intentara. Pero un día por la mañana en la compañía, Icíar me explicó de lo que era capaz de hacer físicamente. Y físicamente era el objetivo. Un día me dijeron que tenía que hacer el casting de forma obligada. Ella quería sí o sí que hiciera el casting porque alguien desde por la mañana ya me comentó: 'Kevin tienes que hacer el casting, tienes que estar ahí ya con Icíar que ella te quiere ver', y pensé: 'Así que si ella quiere verme, voy a poner de mi parte para que si hay una mínima posibilidad de que yo haga la película, se diese'. Entonces, decidí hacer el casting y a ella le encantó. Eso es algo que me ha dicho ella. Hay muchas personas que me han comentado que Icíar no se equivoca, así que yo también lo pienso. La película salió muy bien, a mí me gustó mucho. Pensaba que no me iba a gustar, pero lo cierto es que me encantó. Estoy enamorado de la película, de mi trabajo, del trabajo que realiza la compañía de Carlos también, de todo lo que se hizo en esa película. Lo disfruté muchísimo de verdad.
- ¿Su propia carrera como bailarín es parecida a la trayectoria de Carlos?
Fue un poco extraño porque en mi casa en ese tiempo, en los años 90, teníamos como mucha información cultural. Todo el tiempo estábamos rodeados de eso. En Cuba siempre se mantuvo preparando culturalmente a su juventud, también en la medicina. En todo, la verdad que la juventud ha estado muy preparada en Cuba. Desde chiquito siempre veía en el televisor los tipos de baile, las cosas y no era una cosa que me molestara. Era algo que me gusta verlo, era una cosa que me llamaba la atención. Pero, no era como si yo quisiera ser eso, sino como que me gustaba disfrutar de eso, disfrutar de ese arte. Esto sucedió con siete u ocho años. Mi mamá me dijo que me gustaba sentarme a ver eso, me gustaba todo lo relacionado con ese arte de la danza. Ella me preguntó si yo quería bailar, si quería entrar en alguna escuela. Y yo no le puse peros, le dije que sí, que sería una buena experiencia el hecho de estudiar algo diferente a lo normal. Pero bueno, no lo hice con mucha emoción. No estaba muy emocionado, estaba como más pensando en qué podía salir de ahí. Y ya cuando entré en la escuela de ballet, ya vi un futuro. Vi bailarines mayores que yo, vi lo que podía hacer si trabajaba, vi hasta dónde podía llegar y me fui enamorando de la danza. Me fui acercando cada vez más a ella, fui estudiándola y entendiendo hasta que ya me gradué y estuve en muchas compañías que no eran clásicas sino contemporáneas hasta que Carlos Acosta me escogió en su compañía. Tuve la oportunidad de participar en todos los primeros años de su compañía, de participar como fundador. Verme haciendo la película de Carlos Acosta ahora que soy un bailarín profesional y que he pasado por los festivales, es como un sueño hecho realidad. Un sueño que se fue creando, que se fue formando mediante yo estaba realizando mi profesión. Es un sueño que ha ido evolucionando hasta lo que yo soy ahora.
- ¿Está dispuesto por ejemplo a compaginar su profesión de bailarín y ser actor?
Sí, me gustaría. Es algo que me haría evolucionar. Me haría evolucionar como artista y como persona, también.
- Podría decirse en que hay una gran entre su personaje y usted...
Sí, es que la gama de emociones que tengo en la película hasta a mí me impresiona. Tengo que estar cabreado, muy molesto, indeciso, tengo que llorar, tengo que hacer muchas cosas que nunca imaginé que yo podría hacer delante de una cámara. Fue muy importante la ayuda de Icíar, ya que no soy actor. Icíar me hizo como actor, prácticamente ella me ayudó a sacar todo el potencial que tenía yo como actor.
- ¿Qué recuerda del estreno mundial de la película en el Festival de San Sebastián?
Muy bien, la verdad es que fue fenomenal. Fue como un sueño porque yo nunca pensé estar en un lugar así, nunca pensé estar en esta posición. A veces, es algo que me impacta un poco porque había muchas personalidades allí. El festival era fenomenal, quisiera alguna vez volver a coincidir allí como se pueda. Ya sea en calidad de visitante o de actor, como sea. Me gustó muchísimo el festival, está muy bien preparado.
- ¿Cómo invitaría a los espectadores a ver "Yuli"?
Espero que la película les guste, les llegue, que la toman como ejemplo para las futuras generaciones que van a empezar a bailar a partir de que vean esta película porque les va a gustar. Estoy muy emocionado, gracias por esta oportunidad.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
- ¿Cómo es su papel en "Yuli"?
Mi papel es el de Carlos joven. Es el intermedio de la historia. Es como la continuidad de la historia del niño. Lo defino como "el momento del cambio", el
momento del desarrollo del personaje. Es un papel bastante emotivo por la gama de emociones que tengo que afrontar en mis escenas. Para preparar mi personaje, fue un poco extraño porque la directora Icíar me dijo que "no lo tuviera tan presente", que lo tuviera en la mente pero no tan presente. Que se fuera arraigando interiormente de una forma natural. También me ayudó mi vida, porque mi vida es muy parecida a la de Carlos. Entonces, tome algunos aspectos de mi vida para llenar ese hueco que me faltaba con el personaje. Me gustó mucho hacer de Carlos Acosta. De verdad que fue una manera de sacar todo esto que tenía dentro de mí. Mi personaje lo disfrute completamente.
- ¿Cuál fue el proceso para acabar interpretando a Carlos Acosta?
Fue algo muy raro porque yo no tenía el interés de hacer el papel. No es que no tuviera interés, sino que yo nunca pensé que yo fuese capaz de hacerlo. Algo me decía que no lo intentara. Pero un día por la mañana en la compañía, Icíar me explicó de lo que era capaz de hacer físicamente. Y físicamente era el objetivo. Un día me dijeron que tenía que hacer el casting de forma obligada. Ella quería sí o sí que hiciera el casting porque alguien desde por la mañana ya me comentó: 'Kevin tienes que hacer el casting, tienes que estar ahí ya con Icíar que ella te quiere ver', y pensé: 'Así que si ella quiere verme, voy a poner de mi parte para que si hay una mínima posibilidad de que yo haga la película, se diese'. Entonces, decidí hacer el casting y a ella le encantó. Eso es algo que me ha dicho ella. Hay muchas personas que me han comentado que Icíar no se equivoca, así que yo también lo pienso. La película salió muy bien, a mí me gustó mucho. Pensaba que no me iba a gustar, pero lo cierto es que me encantó. Estoy enamorado de la película, de mi trabajo, del trabajo que realiza la compañía de Carlos también, de todo lo que se hizo en esa película. Lo disfruté muchísimo de verdad.
- ¿Su propia carrera como bailarín es parecida a la trayectoria de Carlos?
Fue un poco extraño porque en mi casa en ese tiempo, en los años 90, teníamos como mucha información cultural. Todo el tiempo estábamos rodeados de eso. En Cuba siempre se mantuvo preparando culturalmente a su juventud, también en la medicina. En todo, la verdad que la juventud ha estado muy preparada en Cuba. Desde chiquito siempre veía en el televisor los tipos de baile, las cosas y no era una cosa que me molestara. Era algo que me gusta verlo, era una cosa que me llamaba la atención. Pero, no era como si yo quisiera ser eso, sino como que me gustaba disfrutar de eso, disfrutar de ese arte. Esto sucedió con siete u ocho años. Mi mamá me dijo que me gustaba sentarme a ver eso, me gustaba todo lo relacionado con ese arte de la danza. Ella me preguntó si yo quería bailar, si quería entrar en alguna escuela. Y yo no le puse peros, le dije que sí, que sería una buena experiencia el hecho de estudiar algo diferente a lo normal. Pero bueno, no lo hice con mucha emoción. No estaba muy emocionado, estaba como más pensando en qué podía salir de ahí. Y ya cuando entré en la escuela de ballet, ya vi un futuro. Vi bailarines mayores que yo, vi lo que podía hacer si trabajaba, vi hasta dónde podía llegar y me fui enamorando de la danza. Me fui acercando cada vez más a ella, fui estudiándola y entendiendo hasta que ya me gradué y estuve en muchas compañías que no eran clásicas sino contemporáneas hasta que Carlos Acosta me escogió en su compañía. Tuve la oportunidad de participar en todos los primeros años de su compañía, de participar como fundador. Verme haciendo la película de Carlos Acosta ahora que soy un bailarín profesional y que he pasado por los festivales, es como un sueño hecho realidad. Un sueño que se fue creando, que se fue formando mediante yo estaba realizando mi profesión. Es un sueño que ha ido evolucionando hasta lo que yo soy ahora.
- ¿Está dispuesto por ejemplo a compaginar su profesión de bailarín y ser actor?
Sí, me gustaría. Es algo que me haría evolucionar. Me haría evolucionar como artista y como persona, también.
- Podría decirse en que hay una gran entre su personaje y usted...
Sí, es que la gama de emociones que tengo en la película hasta a mí me impresiona. Tengo que estar cabreado, muy molesto, indeciso, tengo que llorar, tengo que hacer muchas cosas que nunca imaginé que yo podría hacer delante de una cámara. Fue muy importante la ayuda de Icíar, ya que no soy actor. Icíar me hizo como actor, prácticamente ella me ayudó a sacar todo el potencial que tenía yo como actor.
- ¿Qué recuerda del estreno mundial de la película en el Festival de San Sebastián?
Muy bien, la verdad es que fue fenomenal. Fue como un sueño porque yo nunca pensé estar en un lugar así, nunca pensé estar en esta posición. A veces, es algo que me impacta un poco porque había muchas personalidades allí. El festival era fenomenal, quisiera alguna vez volver a coincidir allí como se pueda. Ya sea en calidad de visitante o de actor, como sea. Me gustó muchísimo el festival, está muy bien preparado.
- ¿Cómo invitaría a los espectadores a ver "Yuli"?
Espero que la película les guste, les llegue, que la toman como ejemplo para las futuras generaciones que van a empezar a bailar a partir de que vean esta película porque les va a gustar. Estoy muy emocionado, gracias por esta oportunidad.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.