Entrevista con Hovik Keuchkerian: "El objetivo de '4 Latas' es que salgas con ganas de luchar"
- por © Helena Castillo-NOTICINE.com
Hablamos con el actor de origen Libanés Hovik Keuchkerian, que estrena este viernes la película española "4 Latas". Se trata de un film dirigido por Gerardo Olivares ("El faro de las orcas"), donde también participan en el reparto el legendario Jean Reno, Susana Abaitúa, Francesc Garrido, Enrique San Francisco y Arturo Valls. La cinta cuenta la historia de Tocho (Hovik Keuchkerian) y Jean Pierre (Jean Reno) que deciden ir a ver a su amigo Joseba (Enrique San Francisco) a Mali tras enterarse de que está muy enfermo. Con un Renault 4 Latas que aún conserva su hija Ely, atraviesan el Sáhara reviviendo los viajes que hacían los tres amigos en los 80, cruzando África en otro 4 Latas que luego vendían en Mali y Níger, convirtiendo este viaje en algo inolvidable que cambiará la vida de todos por completo.
- ¿Cómo empezó todo?
Yo conocí a Olivares en "Alacrán enamorado" porque yo tenía amistad con el productor Alvaro Longoria y con el director Santiago Zannou y ahí nos conocimos. Nos vimos un par de veces y siempre habíamos querido trabajar juntos y surgió la oportunidad de hacer "4 Latas". Olivares me llamó un día y me dijo "dime que estás libre a partir de abril" y le dije "bueno tengo teatro pero, ¿Qué ocurre?" y me mandó el guión y me pareció magnífico y le dije que contara conmigo.
- ¿Qué destacaría de la película?
La película me gusta mucho y si me tuviera que quedar solo con una cosa, me quedaba con la banda sonora de Yuri Méndez de Pájaro Sunrise. Él es como mi hermano y me parece que le ha dado como el empujoncito definitivo. La banda sonora me parece brutal. Yuri tiene un talento, una categoría a la hora de componer. Crear una banda sonora para una película él solo es complicadísimo, tiene que tener un talento, y una confianza personal en él mismo que es muy destacable.
- Su personaje experimenta un cambio de personalidad a lo largo de la película, ¿Cómo se consigue esa evolución?
Planifico mi trabajo y estoy muy abierto y muy sólido con el personaje que he construido. Luego, además, estoy abierto a todo lo que ocurra en secuencia, set, rodaje. Si tu has visto la película y al principio te causa rechazo porque el tipo esta derrotado, es un perdedor, está metido en su mierda, no quiere saber nada de nadie al principio pero luego te hace el click y empiezas a sentir una cercanía con este tipo y acabas pensando que ha conseguido "salir del pozo", todo eso es consecuencia del trabajo, pero no está guionizado.
- ¿Cómo analizó a su personaje?
Yo tenía claro que el personaje iba de menos a mas, empezaba muy roto y luego se iba transformando, un proceso en el que Tocho sufre una metamorfosis entre el tipo que no quiere vivir que ha tirado al toalla y el tipo que cambia durante el propio viaje y gracias al reencuentro que tiene con Jean Pierre y conocer a Ely, el viaje es lo que le ayuda y le da las fuerzas para seguir y tener fé y esperanza en el ser humano. Y a mí personalmente me ha pasado eso en la vida, en varias ocasiones.
- ¿Los otros dos protagonistas diría que también sufren una evolución?
Totalmente, los tres evolucionamos, cada uno desde su lugar: Ely es la mujer que no ha tenido padre nunca y lo echa de menos. Jean Pierre es un tipo que únicamente parece importarle su viñedo, vive en su planeta y encima es un cascarrabias. Y Tocho desde el punto de vista que hace un año que enterró a su mujer que murió de cáncer y era la única persona que le mantenía centrado y su ausencia le hace caer en una inmensa tristeza. El hecho de que Joseba se vaya a morir, le obliga, que no es voluntario, a salir de su cueva e ir a decirle adiós a ese gran amigo. Por mucho que te machaques, el corazón no lo pierdas. Otra cosa son las capas, corazas o máscaras que nos pongamos cada uno.
- ¿Qué mensaje le gustaría que llegara al espectador?
Si no sales de la película llevándote una experiencia de vida y con ganas de pelear, de seguir y con ganas de una esperanza potente, no hemos conseguido el objetivo. Yo creo que la película tiene eso. Es una película que te ríes, que te toca la "patata" en algún momento, es una película que te hace pensar, es por momentos dura pero está llevada de una forma muy ligera y el mensaje está tapado pero está. Al final deberías salir con una media sonrisa pensando "voy a trabajar en mí, en la gente que tenga cerca, a ser un poquito mejor y no ser tan negativo".
- ¿Cuál es su escena favorita de "4 Latas"?
Mi escena favorita es en la que digo "Joseba no se quiere morir, Joseba no se va a morir". Es la escena en la que estamos todos hablando en la casa de Joseba ya llegados a Mali y nos damos cuenta de que nadie va a sacar a Joseba de ahí, que él quiere acabar sus días en África.
- ¿Qué ha sido lo mejor del rodaje?
Lo mejor fue conocer a Jean, hemos hecho una amistad como dice él "una amistad es algo que empieza un día y acaba cuando uno de los dos muere". Conocerle ha sido una experiencia y tenemos ahora un lazo ya para siempre. Por supuesto, también trabajar con Olivares que es un niño grande, un tipo que es lo que ves. Y con todo el equipo que hizo posible que saliera la película adelante. Del rodaje no tengo ningún recuerdo negativo.
-¿Cómo fue grabar en el desierto?
El desierto te lo da todo. Cuando estas en el desierto, en una toma, simplemente cogiendo tierra y sabiendo donde estás, todo lo demás viene solo. No puedo decirte que haya vivido la dureza del desierto porque estás con todo el equipo, no estaba yo solo en el desierto con un coche como había podido hacer Olivares. No era un viaje personal, individual, de reencontrarte. El desierto te ayuda a meterte en lo que tienes que hacer, pero no deja de ser un rodaje que han llevado a mitad de un desierto.
- ¿Había conducido alguna vez antes un 4 Latas?
Yo me compré un 4 Latas de segunda mano cuando tenía 24-25 años, y lo conduje durante 2 años hasta que lo llevé al desguace. Mi abuelo es navarro, era agricultor y eran coches que en el campo se usaban mucho, son coches muy duros. Como anécdota, el 4 latas quedó segundo en el Paris Dakar en el ochenta y pico. Es un coche que realmente es muy duro, lo puedes meter en el desierto.
- ¿A qué retos profesionales le gustaría enfrentarse?
Me queda muchísimo por aprender aún. De cada proyecto aprendo un poco más, de cada compañero, del equipo, me da igual que sea actor o catering. A mí me da igual, me queda mucho por aprender, cualquier proyecto que vaya arrancar y se me exija el 100% es un reto, un desafío para mí.
- ¿Además de en "La casa de papel", le veremos en algún otro proyecto más este año?
Ahora mismo estoy haciendo la tercera temporada de "La casa de papel" y suelo tener los pies bastante en la tierra y ahora mi energía está centrada en dar todo lo que pueda a la casa de papel y es lo que quiero hacer y con quien he adquirido un compromiso. Lo que venga después, será lo que tenga que ser.
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- ¿Cómo empezó todo?
Yo conocí a Olivares en "Alacrán enamorado" porque yo tenía amistad con el productor Alvaro Longoria y con el director Santiago Zannou y ahí nos conocimos. Nos vimos un par de veces y siempre habíamos querido trabajar juntos y surgió la oportunidad de hacer "4 Latas". Olivares me llamó un día y me dijo "dime que estás libre a partir de abril" y le dije "bueno tengo teatro pero, ¿Qué ocurre?" y me mandó el guión y me pareció magnífico y le dije que contara conmigo.
- ¿Qué destacaría de la película?
La película me gusta mucho y si me tuviera que quedar solo con una cosa, me quedaba con la banda sonora de Yuri Méndez de Pájaro Sunrise. Él es como mi hermano y me parece que le ha dado como el empujoncito definitivo. La banda sonora me parece brutal. Yuri tiene un talento, una categoría a la hora de componer. Crear una banda sonora para una película él solo es complicadísimo, tiene que tener un talento, y una confianza personal en él mismo que es muy destacable.
- Su personaje experimenta un cambio de personalidad a lo largo de la película, ¿Cómo se consigue esa evolución?
Planifico mi trabajo y estoy muy abierto y muy sólido con el personaje que he construido. Luego, además, estoy abierto a todo lo que ocurra en secuencia, set, rodaje. Si tu has visto la película y al principio te causa rechazo porque el tipo esta derrotado, es un perdedor, está metido en su mierda, no quiere saber nada de nadie al principio pero luego te hace el click y empiezas a sentir una cercanía con este tipo y acabas pensando que ha conseguido "salir del pozo", todo eso es consecuencia del trabajo, pero no está guionizado.
- ¿Cómo analizó a su personaje?
Yo tenía claro que el personaje iba de menos a mas, empezaba muy roto y luego se iba transformando, un proceso en el que Tocho sufre una metamorfosis entre el tipo que no quiere vivir que ha tirado al toalla y el tipo que cambia durante el propio viaje y gracias al reencuentro que tiene con Jean Pierre y conocer a Ely, el viaje es lo que le ayuda y le da las fuerzas para seguir y tener fé y esperanza en el ser humano. Y a mí personalmente me ha pasado eso en la vida, en varias ocasiones.
- ¿Los otros dos protagonistas diría que también sufren una evolución?
Totalmente, los tres evolucionamos, cada uno desde su lugar: Ely es la mujer que no ha tenido padre nunca y lo echa de menos. Jean Pierre es un tipo que únicamente parece importarle su viñedo, vive en su planeta y encima es un cascarrabias. Y Tocho desde el punto de vista que hace un año que enterró a su mujer que murió de cáncer y era la única persona que le mantenía centrado y su ausencia le hace caer en una inmensa tristeza. El hecho de que Joseba se vaya a morir, le obliga, que no es voluntario, a salir de su cueva e ir a decirle adiós a ese gran amigo. Por mucho que te machaques, el corazón no lo pierdas. Otra cosa son las capas, corazas o máscaras que nos pongamos cada uno.
- ¿Qué mensaje le gustaría que llegara al espectador?
Si no sales de la película llevándote una experiencia de vida y con ganas de pelear, de seguir y con ganas de una esperanza potente, no hemos conseguido el objetivo. Yo creo que la película tiene eso. Es una película que te ríes, que te toca la "patata" en algún momento, es una película que te hace pensar, es por momentos dura pero está llevada de una forma muy ligera y el mensaje está tapado pero está. Al final deberías salir con una media sonrisa pensando "voy a trabajar en mí, en la gente que tenga cerca, a ser un poquito mejor y no ser tan negativo".
- ¿Cuál es su escena favorita de "4 Latas"?
Mi escena favorita es en la que digo "Joseba no se quiere morir, Joseba no se va a morir". Es la escena en la que estamos todos hablando en la casa de Joseba ya llegados a Mali y nos damos cuenta de que nadie va a sacar a Joseba de ahí, que él quiere acabar sus días en África.
- ¿Qué ha sido lo mejor del rodaje?
Lo mejor fue conocer a Jean, hemos hecho una amistad como dice él "una amistad es algo que empieza un día y acaba cuando uno de los dos muere". Conocerle ha sido una experiencia y tenemos ahora un lazo ya para siempre. Por supuesto, también trabajar con Olivares que es un niño grande, un tipo que es lo que ves. Y con todo el equipo que hizo posible que saliera la película adelante. Del rodaje no tengo ningún recuerdo negativo.
-¿Cómo fue grabar en el desierto?
El desierto te lo da todo. Cuando estas en el desierto, en una toma, simplemente cogiendo tierra y sabiendo donde estás, todo lo demás viene solo. No puedo decirte que haya vivido la dureza del desierto porque estás con todo el equipo, no estaba yo solo en el desierto con un coche como había podido hacer Olivares. No era un viaje personal, individual, de reencontrarte. El desierto te ayuda a meterte en lo que tienes que hacer, pero no deja de ser un rodaje que han llevado a mitad de un desierto.
- ¿Había conducido alguna vez antes un 4 Latas?
Yo me compré un 4 Latas de segunda mano cuando tenía 24-25 años, y lo conduje durante 2 años hasta que lo llevé al desguace. Mi abuelo es navarro, era agricultor y eran coches que en el campo se usaban mucho, son coches muy duros. Como anécdota, el 4 latas quedó segundo en el Paris Dakar en el ochenta y pico. Es un coche que realmente es muy duro, lo puedes meter en el desierto.
- ¿A qué retos profesionales le gustaría enfrentarse?
Me queda muchísimo por aprender aún. De cada proyecto aprendo un poco más, de cada compañero, del equipo, me da igual que sea actor o catering. A mí me da igual, me queda mucho por aprender, cualquier proyecto que vaya arrancar y se me exija el 100% es un reto, un desafío para mí.
- ¿Además de en "La casa de papel", le veremos en algún otro proyecto más este año?
Ahora mismo estoy haciendo la tercera temporada de "La casa de papel" y suelo tener los pies bastante en la tierra y ahora mi energía está centrada en dar todo lo que pueda a la casa de papel y es lo que quiero hacer y con quien he adquirido un compromiso. Lo que venga después, será lo que tenga que ser.
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