"Vitoria, 3 de marzo", un momento trágico de la transición española, en los cines
- por © Matilde Hellín-NOTICINE.com
Este pasado 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, se ha estrenado en 60 pantallas españolas el drama histórico "Vitoria, 3 de marzo", una película basada en una amplia documentación que cuenta con contenido real y narra los sucesos acontecidos en la capital vasca, en uno de los enfrentamientos policiales con más víctimas de comienzos de la democracia española, en 1976. El film es el primer largometraje del director Víctor Cabaco, con guion de Juan Ibarrondo y Héctor Amado, producido por Sonora Films.
La ficción, que empezó a fraguarse hace nueve años, tiene como principal motivación "hacer justicia", según ha relatado Cabaco a EFE. La cinta recrea el asesinato por parte de la policía de cinco obreros en Vitoria-Gasteiz, el 3 de marzo de 1976, desde a través de la historia de Begoña (Amaia Aberasturi), una adolescente de clase media que se enamora de uno de los revolucionarios (Mikel Iglesias), y su padre, José Luis (Alberto Berzal), periodista en una radio local.
La película incluye grabaciones reales de escuchas policiales acontecidas durante la revuelta, integradas con material creado para el film, entre otras imágenes documentales del acontecimiento. Con ello, Cabaco pretende conseguir "realismo y verosimilitud", y señala que ha elegido la ficción frente al documental porque "es la mejor manera de llegar al público", especialmente "a la gente joven".
La historia "toca tangencialmente" al director, cuya familia vivió en la ciudad, y también al coguionista vasco Ibarrondo, cuyo padre, que fue periodista y vivió de cerca aquel 3 de marzo, le ha servido de inspiración para el personaje principal, para esta primera película que escribe.
Además de Aberasturi, Berzal e Iglesias, el reparto del film cuenta con actores poco conocidos, entre los que se encuentran nombres como Iñigo de la Iglesia, Iñaki Rikarte, Oti Manzano, Asier Macazaga y José Manuel Seda, además de Ruth Díaz ("Tarde para la ira"). La elección de los actores fue hecha a conciencia, ya que, según declaró Cabaco a Kaosenlared, le ofrecieron actores conocidos, pero "buscaba que fuesen buenos actores y no muy conocidos para darle realismo a la película".
La cinta fue preestrenada en el Festival de Cine de San Sebastián el pasado mes de setiembre. La financiación, que ha contado finalmente con millón y medio de euros, fue "lo complicado" a la hora de sacar adelante el proyecto, según confesó el director debutante a El Cultural. También destacó la participación de hasta 400 voluntarios de la propia Vitoria, donde se rodó la mayor parte del film, para las escenas de las manifestaciones y la revuelta final, que hicieron posible que el presupuesto se ajustara.
La productora principal, Sonora Films, destaca que "la actual coyuntura es la más idónea para abordar un proyecto de estas características". Esto se debe a que la jueza argentina María Servini de Cubría, encargada de la querella abierta en Argentina por los crímenes del franquismo, consideró a Rodolfo Martín Villa responsable de la represión (que quedó impune en su momento), por su papel como ministro de Relaciones Sindicales cuando sucedió la masacre en la que murieron cinco trabajadores y cientos resultaron heridos.
"Esperamos que este largometraje sea un granito de arena en la lucha que desde hace más de 40 años lleva a cabo la Asociación de Víctimas del 3 de marzo para que los responsables de aquella matanza cumplan ante la ley", ha dicho Cabaco a La Vanguardia.
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La ficción, que empezó a fraguarse hace nueve años, tiene como principal motivación "hacer justicia", según ha relatado Cabaco a EFE. La cinta recrea el asesinato por parte de la policía de cinco obreros en Vitoria-Gasteiz, el 3 de marzo de 1976, desde a través de la historia de Begoña (Amaia Aberasturi), una adolescente de clase media que se enamora de uno de los revolucionarios (Mikel Iglesias), y su padre, José Luis (Alberto Berzal), periodista en una radio local.
La película incluye grabaciones reales de escuchas policiales acontecidas durante la revuelta, integradas con material creado para el film, entre otras imágenes documentales del acontecimiento. Con ello, Cabaco pretende conseguir "realismo y verosimilitud", y señala que ha elegido la ficción frente al documental porque "es la mejor manera de llegar al público", especialmente "a la gente joven".
La historia "toca tangencialmente" al director, cuya familia vivió en la ciudad, y también al coguionista vasco Ibarrondo, cuyo padre, que fue periodista y vivió de cerca aquel 3 de marzo, le ha servido de inspiración para el personaje principal, para esta primera película que escribe.
Además de Aberasturi, Berzal e Iglesias, el reparto del film cuenta con actores poco conocidos, entre los que se encuentran nombres como Iñigo de la Iglesia, Iñaki Rikarte, Oti Manzano, Asier Macazaga y José Manuel Seda, además de Ruth Díaz ("Tarde para la ira"). La elección de los actores fue hecha a conciencia, ya que, según declaró Cabaco a Kaosenlared, le ofrecieron actores conocidos, pero "buscaba que fuesen buenos actores y no muy conocidos para darle realismo a la película".
La cinta fue preestrenada en el Festival de Cine de San Sebastián el pasado mes de setiembre. La financiación, que ha contado finalmente con millón y medio de euros, fue "lo complicado" a la hora de sacar adelante el proyecto, según confesó el director debutante a El Cultural. También destacó la participación de hasta 400 voluntarios de la propia Vitoria, donde se rodó la mayor parte del film, para las escenas de las manifestaciones y la revuelta final, que hicieron posible que el presupuesto se ajustara.
La productora principal, Sonora Films, destaca que "la actual coyuntura es la más idónea para abordar un proyecto de estas características". Esto se debe a que la jueza argentina María Servini de Cubría, encargada de la querella abierta en Argentina por los crímenes del franquismo, consideró a Rodolfo Martín Villa responsable de la represión (que quedó impune en su momento), por su papel como ministro de Relaciones Sindicales cuando sucedió la masacre en la que murieron cinco trabajadores y cientos resultaron heridos.
"Esperamos que este largometraje sea un granito de arena en la lucha que desde hace más de 40 años lleva a cabo la Asociación de Víctimas del 3 de marzo para que los responsables de aquella matanza cumplan ante la ley", ha dicho Cabaco a La Vanguardia.
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