Hablamos con Amiel Cayo y Junior Bejar Roca sobre el estreno de la película peruana "Retablo"
- por © Jon Apaolaza -NOTICINE.com
Premiado en más de una veintena de festivales desde su estreno mundial el pasado 2018 en la Berlinale, el drama familiar peruano "Retablo" llega por fin el próximo día 16 a los cines nacionales. Fue su director Alvaro Delgado-Aparicio, y lo protagonizaron Amiel Cayo y Junior Béjar, junto a la internacional estrella andina Magaly Solier. NOTICINE.com habló en exclusiva con los dos primeros, quienes interpretan respectivamente a un artesano autor de retablos tradiciones en la sierra de Ayacucho, y su hijo.
- ¿Pueden definirnos a sus personajes?
Amiel Cayo: En la película "Retablo" hago el personaje de Noé Paucar, que es un maestro retablista, el retablo es un arte que se practica en la región de Ayacucho en Huamanga, y yo soy el padre de Segundo Paucar, que está aprendiendo este arte de tradición familiar, para construir estos retablos que son una especie de muñecos dentro de una caja con los que se cuentan historias.
Junior Bejar: To soy Segundo Paucar, hijo de Noe Paucar. El personaje quiere ser como su papa, quiere ser un gran maestro retablista y tiene bastante admiración y orgullo por su padre, y quiere seguir con el legado familiar, con el negocio de los retablos.
- Junior, ¿Cómo llegaste a la película?
Junior Bejar: Fue en el colegio, cuando estaba en cuarto de secundaria, vinieron los de producción y pidieron chicos para hacer una audición o algo así y levantaron la mano varios compañeros y yo también, por meterme a ese tipo de cosas. Realmente no sabía que era, no sabía donde me metía, y quería probar cosas nuevas. Levanté la mano y ahí empezó todo. Hice el casting, tenía miedo a ir a la prueba, así que mi mama me llevó jalándome la mano literal, y ahí empezamos. Le puse muchas ganas porque en todo lo que hago siempre doy lo mejor de mi, y al director le gustó y ahí empezamos. Entrenamos bastante y eso me sirvió mucho para entrar al campo y ya saber lo que íbamos a hacer.
- ¿Te gustaría ser actor profesional el día de mañana?
Junior Bejar: Estoy preparándome ahora para estudiar psicología, pero no se que vaya a pasar, no lo tengo bien claro en ese ámbito, porque es mi primera vez, lo he probado y no sé que puede pasar.
- Amiel, usted, que tiene más experiencia en este mundo actoral, ¿cómo es trabajar con alguien que prácticamente es "virgen" en este sentido.
Amiel Cayo: Bueno, siempre cuando yo asumo un rol, en este caso protagónico en la película, siempre hay un trabajo previo, de ir construyendo la vida de estos personajes y era muy importante en este sentido construir el vínculo y la relación con Junior, que vamos a protagonizar los dos la historia y tuvimos como él lo mencionó un proceso de aprendizaje. Cada proyecto que yo asumo es como un reto nuevo, aprendizajes nuevos que se dan durante el proceso de construir la película. Trabajamos con Junior bastante, meses previos a empezar el rodaje, donde yo también le estuve preparando como actor, y a la vez construyendo ese vínculo padre e hijo que era lo más importante, que es lo que realmente se debería ver en la pantalla. En ese sentido fue un encuentro muy grato con Junior para poder compartir estos roles en el trabajo.
- ¿El hecho de grabar la película en Quechua fue una ventaja o un inconveniente?
Amiel Cayo: Yo creo que fue una ventaja para todos los actores, bueno la película se rodó en Ayacucho y el Quechua va variando depende de las regiones que se habla, inclusive desde Ecuador, Quito, hasta Argentina, Bolivia. Yo pertenezco a la región de Puno, donde esa lengua tiene mucha influencia de la aimara, que también se habla en el Perú, y es muy distinto el Quechua que yo hablo al que se utiliza en la película. Por eso para mí fue una dificultad, pero también un desafío al mismo tiempo, aprender a hablar en este Quechua, que se denomina "Quechua Chanca", y se habla en Ayacucho, Apurimac, Huancavelica. Una cosa es aprenderlo y recitarlo de memoria, y otra interiorizar esos textos, para que cuando yo haga el personaje salga con la naturalidad que se requiere, entonces eso fue al principio una dificultad pero al final acabó convirtiéndose en un reto.
- ¿Cómo encaran el estreno de la película en Perú?
Amiel Cayo: Espero que les gueste por la historia que cuenta la película, por lo que transmite, no solamente el aspecto de los retablistas, de este arte que es tan peruano, sino también por la misma historia, por la relación humana que hay entre los personajes, entre el padre y el hijo. A la vez es algo universal, y para nosotros lograr varios reconocimientos en festivales internacionales es importante. Muestra que la gente puede tener esa apertura a este tema, el de la homosexualidad reprimida, un tema muy delicado que todavía es un tabú en muchos países de Latinoamérica. Me alegra que hayamos podido abrir las puertas para poder llegar con este mensaje.
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- ¿Pueden definirnos a sus personajes?
Amiel Cayo: En la película "Retablo" hago el personaje de Noé Paucar, que es un maestro retablista, el retablo es un arte que se practica en la región de Ayacucho en Huamanga, y yo soy el padre de Segundo Paucar, que está aprendiendo este arte de tradición familiar, para construir estos retablos que son una especie de muñecos dentro de una caja con los que se cuentan historias.
Junior Bejar: To soy Segundo Paucar, hijo de Noe Paucar. El personaje quiere ser como su papa, quiere ser un gran maestro retablista y tiene bastante admiración y orgullo por su padre, y quiere seguir con el legado familiar, con el negocio de los retablos.
- Junior, ¿Cómo llegaste a la película?
Junior Bejar: Fue en el colegio, cuando estaba en cuarto de secundaria, vinieron los de producción y pidieron chicos para hacer una audición o algo así y levantaron la mano varios compañeros y yo también, por meterme a ese tipo de cosas. Realmente no sabía que era, no sabía donde me metía, y quería probar cosas nuevas. Levanté la mano y ahí empezó todo. Hice el casting, tenía miedo a ir a la prueba, así que mi mama me llevó jalándome la mano literal, y ahí empezamos. Le puse muchas ganas porque en todo lo que hago siempre doy lo mejor de mi, y al director le gustó y ahí empezamos. Entrenamos bastante y eso me sirvió mucho para entrar al campo y ya saber lo que íbamos a hacer.
- ¿Te gustaría ser actor profesional el día de mañana?
Junior Bejar: Estoy preparándome ahora para estudiar psicología, pero no se que vaya a pasar, no lo tengo bien claro en ese ámbito, porque es mi primera vez, lo he probado y no sé que puede pasar.
- Amiel, usted, que tiene más experiencia en este mundo actoral, ¿cómo es trabajar con alguien que prácticamente es "virgen" en este sentido.
Amiel Cayo: Bueno, siempre cuando yo asumo un rol, en este caso protagónico en la película, siempre hay un trabajo previo, de ir construyendo la vida de estos personajes y era muy importante en este sentido construir el vínculo y la relación con Junior, que vamos a protagonizar los dos la historia y tuvimos como él lo mencionó un proceso de aprendizaje. Cada proyecto que yo asumo es como un reto nuevo, aprendizajes nuevos que se dan durante el proceso de construir la película. Trabajamos con Junior bastante, meses previos a empezar el rodaje, donde yo también le estuve preparando como actor, y a la vez construyendo ese vínculo padre e hijo que era lo más importante, que es lo que realmente se debería ver en la pantalla. En ese sentido fue un encuentro muy grato con Junior para poder compartir estos roles en el trabajo.
- ¿El hecho de grabar la película en Quechua fue una ventaja o un inconveniente?
Amiel Cayo: Yo creo que fue una ventaja para todos los actores, bueno la película se rodó en Ayacucho y el Quechua va variando depende de las regiones que se habla, inclusive desde Ecuador, Quito, hasta Argentina, Bolivia. Yo pertenezco a la región de Puno, donde esa lengua tiene mucha influencia de la aimara, que también se habla en el Perú, y es muy distinto el Quechua que yo hablo al que se utiliza en la película. Por eso para mí fue una dificultad, pero también un desafío al mismo tiempo, aprender a hablar en este Quechua, que se denomina "Quechua Chanca", y se habla en Ayacucho, Apurimac, Huancavelica. Una cosa es aprenderlo y recitarlo de memoria, y otra interiorizar esos textos, para que cuando yo haga el personaje salga con la naturalidad que se requiere, entonces eso fue al principio una dificultad pero al final acabó convirtiéndose en un reto.
- ¿Cómo encaran el estreno de la película en Perú?
Amiel Cayo: Espero que les gueste por la historia que cuenta la película, por lo que transmite, no solamente el aspecto de los retablistas, de este arte que es tan peruano, sino también por la misma historia, por la relación humana que hay entre los personajes, entre el padre y el hijo. A la vez es algo universal, y para nosotros lograr varios reconocimientos en festivales internacionales es importante. Muestra que la gente puede tener esa apertura a este tema, el de la homosexualidad reprimida, un tema muy delicado que todavía es un tabú en muchos países de Latinoamérica. Me alegra que hayamos podido abrir las puertas para poder llegar con este mensaje.
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