Hablamos con Greta Fernández y Natalia de Molina, protagonistas de "Elisa y Marcela"
- por © J.A.-NOTICINE.com
A prácticamente dos semanas de su estreno en salas españolas, Netflix subirá el próximo día 6 a su plataforma "Elisa y Marcela", la nueva película de Isabel Coixet, basada en el primer matrimonio lésbico en la historia de España, a principios del pasado siglo. Elisa y Marcela fueron dos maestras gallegas que se casaron por la iglesia en A Coruña (España) el 8 de junio de 1901, y, para burlar la ley, la segunda tuvo que adoptar una identidad masculina y se hizo pasar por un hombre con el nombre de Mario Sánchez. Sin embargo, el engaño acabó siendo descubierto y ambas fueron perseguidas y tuvieron que huir a Portugal, Argentina y México para escapar de la cárcel y sus respectivas condenas. Las jóvenes actrices Greta Fernández y Natalia de Molina son sus protagonistas, y con ellas habló NOTICINE.com en exclusiva.
- ¿Nos podrían describir sus personajes?
Greta Fernández: Las dos somos chicas gallegas. Marcela es un poco más joven que Elisa. Elisa vive con las monjas, su tía es monja y Marcela con sus padres, que son una familia bastante cerrada. Nos conocemos en la escuela. Elisa vive ahí y yo estoy estudiando. Ahí es donde nos enamoramos y comenzamos una aventura. Mis padres no lo ven bien y me mandan fuera a estudiar. Después de 3 años yo vuelvo y nos reencontramos. Intentamos estar juntas, pero se vuelve imposible porque el pueblo no nos deja, de hecho, nos atacan. Seguramente en la historia real el ataque era mucho más fuerte que en la película. Por lo que deciden que Elisa se transforme en un hombre para podernos casar y que nos dejen en paz. No conseguimos engañar a nadie y nos meten en la cárcel.
Natalia de Molina: Es importante decir que está basado en un hecho real. Son dos mujeres que existieron en el 1900 y se casaron por la iglesia porque una de ellas se hizo pasar por hombre. Son dos mujeres muy guerreras que el único mal que pudieron cometer en esa época era amarse y ser felices dentro de cuatro paredes.
- ¿Cómo trabajaron la química que necesariamente tenía que haber entre los personajes?
De Molina: No nos conocíamos y nos vimos como tres veces antes de empezar el rodaje. El rodaje fue solo de cuatro semanas, por lo que había que conectar sí o sí, porque eso en la pantalla canta muchísimo. Pero fue muy fácil. Tanto Isabel, como Geta, como yo estábamos en una misma sintonía. Muy comprometidas con lo que se estaba contando, con la memoria de estas dos heroínas. No fue nada complicado. Ya desde el primer día que nos vimos, la ilusión que teníamos y toda la felicidad de estar trabajando con Isabel haciendo esta película ya hizo que conectáramos desde el primer momento.
- Todo lo que tiene que ver con los personaje, ¿lo sacaron del guion o hubo también una investigación propia de los personajes?
Fernández: yo no creo que nos basemos ninguna de las dos en la historia real o desde luego no era un punto para seguir. La idea era tener libertad creativa, si tener en cuenta los puntos importantes de la historia, pero hacer nuestra Elisa y nuestra Marcela respetando ciertas cosas. Yo no me obsesione demasiado con la persona.
De Molina: En mi caso, yo sabia del proyecto desde el 2016 y tuve mucho tiempo para leerme el libro de Narciso, buscando mucha información. Puedes encontrar muchos datos objetivos, pero también un montón de noticias de gente del pueblo que hablaba de como eran ellas y te vas cuenta de que socialmente no eran aceptadas y nadie contaba como realmente eran ellas. Por lo que había que respetar el punto de vista de Isabel, el guion que quería contar ella, la historia y como veía ella a Elisa y Marcela.
- ¿Qué opinan respecto a la polémica sobre Netflix y las plataformas?
De Molina: creo que es una polémica que tiene fecha de caducidad. Es una pena que "Elisa y Marcela" tenga mas titulares por esta cuestión que por lo que de verdad se está contando y por el trabajo de todo el equipo. Hay un punto que es falta de respeto a la historia y al trabajo de mucha gente.
- Sin Netflix no hubiese sido posible la película, ¿no?
De Molina: Es que no se habría hecho, es así. Isabel lleva intentado levantar esta película diez años. Netflix ha sido la única que nuca le ha puesto ningún tipo de problema ni con que fuera en blanco y negro ni que fuera de época ni que fuera una historia de mujeres lesbianas que eso mucha gente no lo veía claro.
- ¿Qué recuerdan del paso de su película por la Berlinale, donde se estrenó?
Fernández: Pues que lo vivimos con mucha ilusión. Tengo poca experiencia en festivales y en general, porque es mi primera película de protagonista. Llevo tiempo trabajando en el cine y la industria, pero con cosas muy chiquititas. También tenía muchas ganas de poder mostrar algo mío, que me veo bastante preparada. Fue muy abrumador todo eso, está bien tener a Natalia cerca y mis amigos que también fueron a verme. Tener los pies en la tierra, saber que esto va y viene, y a ver qué me espera este año de trabajo porque un film por sí solo no quiere decir nada.
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- ¿Nos podrían describir sus personajes?
Greta Fernández: Las dos somos chicas gallegas. Marcela es un poco más joven que Elisa. Elisa vive con las monjas, su tía es monja y Marcela con sus padres, que son una familia bastante cerrada. Nos conocemos en la escuela. Elisa vive ahí y yo estoy estudiando. Ahí es donde nos enamoramos y comenzamos una aventura. Mis padres no lo ven bien y me mandan fuera a estudiar. Después de 3 años yo vuelvo y nos reencontramos. Intentamos estar juntas, pero se vuelve imposible porque el pueblo no nos deja, de hecho, nos atacan. Seguramente en la historia real el ataque era mucho más fuerte que en la película. Por lo que deciden que Elisa se transforme en un hombre para podernos casar y que nos dejen en paz. No conseguimos engañar a nadie y nos meten en la cárcel.
Natalia de Molina: Es importante decir que está basado en un hecho real. Son dos mujeres que existieron en el 1900 y se casaron por la iglesia porque una de ellas se hizo pasar por hombre. Son dos mujeres muy guerreras que el único mal que pudieron cometer en esa época era amarse y ser felices dentro de cuatro paredes.
- ¿Cómo trabajaron la química que necesariamente tenía que haber entre los personajes?
De Molina: No nos conocíamos y nos vimos como tres veces antes de empezar el rodaje. El rodaje fue solo de cuatro semanas, por lo que había que conectar sí o sí, porque eso en la pantalla canta muchísimo. Pero fue muy fácil. Tanto Isabel, como Geta, como yo estábamos en una misma sintonía. Muy comprometidas con lo que se estaba contando, con la memoria de estas dos heroínas. No fue nada complicado. Ya desde el primer día que nos vimos, la ilusión que teníamos y toda la felicidad de estar trabajando con Isabel haciendo esta película ya hizo que conectáramos desde el primer momento.
- Todo lo que tiene que ver con los personaje, ¿lo sacaron del guion o hubo también una investigación propia de los personajes?
Fernández: yo no creo que nos basemos ninguna de las dos en la historia real o desde luego no era un punto para seguir. La idea era tener libertad creativa, si tener en cuenta los puntos importantes de la historia, pero hacer nuestra Elisa y nuestra Marcela respetando ciertas cosas. Yo no me obsesione demasiado con la persona.
De Molina: En mi caso, yo sabia del proyecto desde el 2016 y tuve mucho tiempo para leerme el libro de Narciso, buscando mucha información. Puedes encontrar muchos datos objetivos, pero también un montón de noticias de gente del pueblo que hablaba de como eran ellas y te vas cuenta de que socialmente no eran aceptadas y nadie contaba como realmente eran ellas. Por lo que había que respetar el punto de vista de Isabel, el guion que quería contar ella, la historia y como veía ella a Elisa y Marcela.
- ¿Qué opinan respecto a la polémica sobre Netflix y las plataformas?
De Molina: creo que es una polémica que tiene fecha de caducidad. Es una pena que "Elisa y Marcela" tenga mas titulares por esta cuestión que por lo que de verdad se está contando y por el trabajo de todo el equipo. Hay un punto que es falta de respeto a la historia y al trabajo de mucha gente.
- Sin Netflix no hubiese sido posible la película, ¿no?
De Molina: Es que no se habría hecho, es así. Isabel lleva intentado levantar esta película diez años. Netflix ha sido la única que nuca le ha puesto ningún tipo de problema ni con que fuera en blanco y negro ni que fuera de época ni que fuera una historia de mujeres lesbianas que eso mucha gente no lo veía claro.
- ¿Qué recuerdan del paso de su película por la Berlinale, donde se estrenó?
Fernández: Pues que lo vivimos con mucha ilusión. Tengo poca experiencia en festivales y en general, porque es mi primera película de protagonista. Llevo tiempo trabajando en el cine y la industria, pero con cosas muy chiquititas. También tenía muchas ganas de poder mostrar algo mío, que me veo bastante preparada. Fue muy abrumador todo eso, está bien tener a Natalia cerca y mis amigos que también fueron a verme. Tener los pies en la tierra, saber que esto va y viene, y a ver qué me espera este año de trabajo porque un film por sí solo no quiere decir nada.
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