Roberto Bueso habla sobre el estreno de "La banda"
- por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
Llega este fin de semana a las salas españolas "La banda", ópera prima de Roberto Bueso, que se presentó en la sección oficial del Festival de Málaga con buena acogida, aunque sin premios. Está protagonizada por Gonzalo Fernández y Charlotte Vega, junto a los noveles Pepo Llopis, Xavi Giner y Hugo Rubert. Rodada en Valencia y Londres, la película sigue el regreso de Edu, un joven músico que vive en el extranjero, a su Valencia natal para asistir a la boda de su hermano. El retorno despierta en él la necesidad de recuperar todo lo que dejó atrás: especialmente a Alicia, la eterna novia de su mejor amigo. NOTICINE.com habló en exclusiva con su guionista y director.
- Algo fundamental en la película es la elección de los actores, en su caso hizo una apuesta por encontrar nuevos talentos, ¿no?
Yo sentía que para esta historia había que acercarse a una realidad que es muy concreta de Valencia. El mundo de las bandas, de la vida en ese pueblecito valenciano. Me daba la sensación de que necesitaba gente que viviera esa realidad de manera cotidiana, que la conocieran profundamente. He sentido de manera muy natural que ese debía ser el camino. Hicimos un casting inmenso porque mi proyecto final de carrera, un cortometraje que hice en la escuela de cine de Madrid, ya repetí un poco esta fórmula de buscar nuevos talentos. Chicos que se acercaran de una manera muy sincera a los personajes, pero que también entendiendo que eso sale bien cuando los blindas con actores que si que son profesionales. En este caso, hemos tenido Charlotte Vega, Inma Sancho y Enric Benavent. Encontrar a los chicos ha sido un pequeño milagro, funcionan muy bien, se llevaron estupendamente y formaron una pandilla, incluso antes de empezar a rodar. La verdad es que estoy encantado.
- Precisamente eso nos contaban los actores que se había formado una familia, ¿ese fue uno de sus objetivos desde el principio?
Es algo que deseas, que tampoco sabes muy bien como conseguir. Creo que entendíamos muy bien la historia todos, tuvimos la suerte de juntarnos un grupo de personas que nos entendimos muy bien y el ambiente fue maravilloso, no solo mi relación con los actores, sino que en el propio equipo técnico que ha participado en la película hubo una sensación permanente de familia. Es una de las cosas que se suelen decir, pero es que en este caso ha sido así sino habría sido imposible que la primera vez que se ponían ante una cámara, solo en un tipo de ambiente como este, podrían haberse lanzado y la razón principal es esa. Había muy buen ambiente en todo los aspectos.
- ¿Cómo fue su debut en el Festival de Málaga?
Imagínate, fue una sorpresa inmensa cuando nos dieron la noticia. Para nosotros era muy importante estar en ese festival. A la película le dio un empujón y le ayudó a tener más visibilidad. Lo vivimos con una ilusión tremenda, muchos nervios, pero de los buenos, con cierta incredulidad. Fuimos pasito a pasito viendo lo que le pasa a peli y estamos muy contentos, la verdad.
- Personalmente, el ambiente del festival que es la primera vez que lo vivía, ¿cómo lo llevó?
El despliegue y todo lo que se forma alrededor del festival, me parece una pasada. Se nota que es una ciudad que acoge bien el cine, que le tiene cariño y que lo cuida. Que nuestra primera experiencia sea esta yo creo que es un verdadero lujo. Con mi corto de final de carrera fui a algún festival, pero el Festival de Málaga obviamente es una pasada. Llevamos muchísimo tiempo haciendo la película. Es modesta en algunos aspectos, pero no por eso menos importante.
- Ahora se estrena en salas ¿Cree que la película tiene posibilidades de calar en el público joven?
Pues no lo sé, la verdad. Intento no pensar mucho en esas cosas, tampoco cuando la hago, no se si es bueno o malo. La película tiene elementos que permiten pensar que gente muy distinta entre sí y de diferentes edades se puede sentir reconocida. No he hecho la película pensando en un público potencial. Hemos hecho la película que creíamos que teníamos que hacer y a partir de ahí lo que venga será maravilloso. Desde luego que las películas se hacen para la gente, te esfuerzas mucho, vas a contrarreloj, pasa muchísimo tiempo haciéndolas y cuando las terminas, el ultimo rotulo que hay que cambiar, te das cuenta de que la película ya no te pertenece.
- En ese largo proceso de hacer la película, ¿qué lugar ocupó escribir el guion?
Pues una parte muy importante. Cuando salí de la Escuela de Cine y de repente me surgió esta posibilidad, a mi eso me paso factura, me ejerció mucha presión y me costó escribir cuando siempre había encontrado cierta facilidad en la Escuela de Cine. Me salieron muchos complejos e inseguridades de las que tuve que ir desprendiéndome poco a poco. Fue un proceso costoso y largo. Al que luego le sucedió el proceso de levantar la financiación que ha sido complicado. Entonces, ha pasado demasiado tiempo. La escritura del guion no la disfrute, salvo en algunos momentos cuando la historia empezó a aparecer, cuando ya vi que era lo que quería contar, me reconcilie con lo que había estado viviendo, que era un momento muy parecido al de Edu y ahí pase al otro lado y empecé a disfrutarla de verdad. Pero hasta que llego ese momento, lo pasé francamente mal.
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- Algo fundamental en la película es la elección de los actores, en su caso hizo una apuesta por encontrar nuevos talentos, ¿no?
Yo sentía que para esta historia había que acercarse a una realidad que es muy concreta de Valencia. El mundo de las bandas, de la vida en ese pueblecito valenciano. Me daba la sensación de que necesitaba gente que viviera esa realidad de manera cotidiana, que la conocieran profundamente. He sentido de manera muy natural que ese debía ser el camino. Hicimos un casting inmenso porque mi proyecto final de carrera, un cortometraje que hice en la escuela de cine de Madrid, ya repetí un poco esta fórmula de buscar nuevos talentos. Chicos que se acercaran de una manera muy sincera a los personajes, pero que también entendiendo que eso sale bien cuando los blindas con actores que si que son profesionales. En este caso, hemos tenido Charlotte Vega, Inma Sancho y Enric Benavent. Encontrar a los chicos ha sido un pequeño milagro, funcionan muy bien, se llevaron estupendamente y formaron una pandilla, incluso antes de empezar a rodar. La verdad es que estoy encantado.
- Precisamente eso nos contaban los actores que se había formado una familia, ¿ese fue uno de sus objetivos desde el principio?
Es algo que deseas, que tampoco sabes muy bien como conseguir. Creo que entendíamos muy bien la historia todos, tuvimos la suerte de juntarnos un grupo de personas que nos entendimos muy bien y el ambiente fue maravilloso, no solo mi relación con los actores, sino que en el propio equipo técnico que ha participado en la película hubo una sensación permanente de familia. Es una de las cosas que se suelen decir, pero es que en este caso ha sido así sino habría sido imposible que la primera vez que se ponían ante una cámara, solo en un tipo de ambiente como este, podrían haberse lanzado y la razón principal es esa. Había muy buen ambiente en todo los aspectos.
- ¿Cómo fue su debut en el Festival de Málaga?
Imagínate, fue una sorpresa inmensa cuando nos dieron la noticia. Para nosotros era muy importante estar en ese festival. A la película le dio un empujón y le ayudó a tener más visibilidad. Lo vivimos con una ilusión tremenda, muchos nervios, pero de los buenos, con cierta incredulidad. Fuimos pasito a pasito viendo lo que le pasa a peli y estamos muy contentos, la verdad.
- Personalmente, el ambiente del festival que es la primera vez que lo vivía, ¿cómo lo llevó?
El despliegue y todo lo que se forma alrededor del festival, me parece una pasada. Se nota que es una ciudad que acoge bien el cine, que le tiene cariño y que lo cuida. Que nuestra primera experiencia sea esta yo creo que es un verdadero lujo. Con mi corto de final de carrera fui a algún festival, pero el Festival de Málaga obviamente es una pasada. Llevamos muchísimo tiempo haciendo la película. Es modesta en algunos aspectos, pero no por eso menos importante.
- Ahora se estrena en salas ¿Cree que la película tiene posibilidades de calar en el público joven?
Pues no lo sé, la verdad. Intento no pensar mucho en esas cosas, tampoco cuando la hago, no se si es bueno o malo. La película tiene elementos que permiten pensar que gente muy distinta entre sí y de diferentes edades se puede sentir reconocida. No he hecho la película pensando en un público potencial. Hemos hecho la película que creíamos que teníamos que hacer y a partir de ahí lo que venga será maravilloso. Desde luego que las películas se hacen para la gente, te esfuerzas mucho, vas a contrarreloj, pasa muchísimo tiempo haciéndolas y cuando las terminas, el ultimo rotulo que hay que cambiar, te das cuenta de que la película ya no te pertenece.
- En ese largo proceso de hacer la película, ¿qué lugar ocupó escribir el guion?
Pues una parte muy importante. Cuando salí de la Escuela de Cine y de repente me surgió esta posibilidad, a mi eso me paso factura, me ejerció mucha presión y me costó escribir cuando siempre había encontrado cierta facilidad en la Escuela de Cine. Me salieron muchos complejos e inseguridades de las que tuve que ir desprendiéndome poco a poco. Fue un proceso costoso y largo. Al que luego le sucedió el proceso de levantar la financiación que ha sido complicado. Entonces, ha pasado demasiado tiempo. La escritura del guion no la disfrute, salvo en algunos momentos cuando la historia empezó a aparecer, cuando ya vi que era lo que quería contar, me reconcilie con lo que había estado viviendo, que era un momento muy parecido al de Edu y ahí pase al otro lado y empecé a disfrutarla de verdad. Pero hasta que llego ese momento, lo pasé francamente mal.
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