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Por Miguel Ferrari *

Siempre me ha interesado el tema de la familia y cómo ha evolucionado este concepto con el transcurrir de los tiempos. Una noticia procedente de Italia y que suscitó un gran debate bioético sobre la maternidad subrogada, me generó un sinfín de interrogantes. Mi intención con "La noche de las dos lunas" es ir más allá de la anécdota, explorando las emociones que invaden a los personajes de esta historia y el efecto que estas emociones provocan en su entorno, confrontando al espectador con las dos posiciones: la afectiva y la genética.

No sé si es un tema tabú, pero es un tema que se debe abordar. Es actual. La legislación no está acorde a lo que ha avanzado la ingeniería genética. Creo que es importante reflexionar el aspecto humano que esto implica. Fueron muy interesantes las preguntas que surgieron en los espectadores cuando participamos en el Festival de Málaga, tanto en los más conservadores como los que no. Es interesante la discusión en torno a la maternidad, la descendencia. Me gusta el añadido emocional detrás de cada persona, más allá de la anécdota o la legislación. Me enfoco en lo que pasa con ellos y cómo una situación límite pueden sacar lo peor. El objetivo está cumplido.

Si la comparo con mi opera prima como director, "Azul y no tan rosa", en "La noche..." sigo tratando temas sobre la familia y en este caso, en particular, lo que tiene que ver con la descendencia y trato de plantear un debate en torno a la paternidad, a la maternidad y sobre qué es lo más importante, si lo biológico o lo afectivo es una temática que esta de mucha actualidad porque toco temas como la maternidad subrogada y me inspiré en un hecho que sucedió en realidad en Italia en una clínica de fecundación in vitro, equivoca los embriones de dos parejas, a algo que en un principio me pareció alucinante porque cada una de estas mujeres estaba gestando el hijo de la otra, pero una de ellas, desafortunadamente pierde el bebé, entonces la que queda gestando el bebé de la otra decide continuar con su embarazo y quedarse con el bebé una vez de a luz.

Se trata de un dilema moral, porque son decenios de cuestiones sobre la legislación y para la mayoría del mundo la madre es la que da a luz y creo que estamos un poco retrasados y hay que debatir sobre estos temas y ver que se puede hacer al respecto porque no hay forma, hay un limbo jurídico respecto a esto, pero más que centrarme en la anécdota en sí, a mi me interesaba hablar un poco sobre que era lo que pasaba en sus relaciones interpersonales con estos personajes. Me centro mucho más en sus relaciones afectivas y en cómo afecta y saca cada a cada uno de ellos su lado más oscuro y todo esto con toques de humor que siempre son importantes dentro de las películas porque no podemos olvidar que el cine es entretenimiento, así que la gente se va a encontrar con una historia que tiene puntos de humor y al mismo tiempo de reflexión.

Quise rodar "La noche de las dos lunas" en Venezuela, aunque sea coproducción con España, y a pesar de que esta película es totalmente universal, podía hacerla perfectamente en cualquier parte del mundo y se iba a entender la historia, pero quise rendirle homenaje a mi ciudad, a Caracas y a su montaña que es El Avila.

(*): Actor además de director, el venezolano Miguel Ferrari debutó tras la cámara con "Azul y no tan rosa" (2012), premiada con el Goya a la Mejor Película Iberoamericana. Este film se convirtió en uno de los más taquilleros de la historia de su país, alcanzando los 800 000 espectadores y batiendo récord de permanencia en cartelera con 10 meses de exhibición. Su segundo largometraje, "La noche de las dos lunas", estrenado en el Festival de Montreal el año pasado y posteriormente presente en el de Málaga, llega esta semana a las salas españolas.

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