Arturo Sotto llega a salas cubanas con "Nido de mantis"
- por © Corresponsal (Cuba)-NOTICINE.com
El cineasta cubano Arturo Sotto, autor de "Amor vertical" y "Boccaccerías habaneras", estrena esta semana en cines de la isla su último trabajo, "Nido de mantis", un thriller criminal sobre un crimen múltiple y la única presunta testigo, una joven de 24 años, en los inicios del "Período Especial", la crisis económica tras la caída del bloque soviético. Yara Massiel, Armando M. Gómez, Caleb Casas, Yadier Fernández, Claudia Álvarez, Amelia Fernández y Luis Alberto García protagonizan este film, presentado en el último Festival de La Habana, donde obtuvo el Premio Especial del Jurado. "Nos propusimos hacer un espectáculo cinematográfico capaz de conmover al espectador, hacerlo pensar, reflexionar y que al mismo tiempo que se involucre emocionalmente con la película. Sí sucede esto, creo que habremos ganado parte de la batalla", dice Sotto.
Es agosto de 1994 y Azúcar, una muchacha de veinticuatro años, tiene diez días para demostrar su inocencia. Se ha producido un asesinato múltiple, dos hombres y una mujer – los padres de Azúcar- y la muchacha es la única testigo, la única persona que estaba en la casa cuando se produjeron los hechos, todo parece indicar que se trata de un singular parricidio. Azúcar dice no ser culpable y deberá probarlo ante un fiscal (Fernando Montenegro- 45) y una abogada (Patricia Mejías- 24) que investigan el homicidio en Siboney, un poblado o caserío dedicado a la producción de azúcar.
Para demostrar su inocencia Azúcar cuenta la vida de sus padres. La historia de un triángulo amoroso que se inició cincuenta años atrás, cuando Elena, Tomás y Emilio eran apenas unos niños. Los dos hombres lucharán durante décadas por el amor de Elena, y para ello no guardarán el menor escrúpulo por el adversario. En Siboney todos creen que Azúcar es la asesina, aluden que nadie tenía motivos para asesinar a lo que ellos llamaban "el alma del pueblo", "la más hermosa historia de amor jamás contada". Fernando sospecha de Azúcar pero no tiene evidencias contra ella, aparentemente Elena mató a sus dos amantes y luego se suicidó. En un momento en que todas las historias en Cuba giran sobre los que se lanzan al mar (verano de 1994), esta es una película sobre los que se quedaron definitivamente dentro.
"Nido de mantis", coproducido por Cuba con México y República Dominicana, está desde este miércoles en salas habaneras. Para Arturo Sotto, "la película pasó por muchos títulos, me costó mucho encontrar uno. Se llamó en algún momento 'Enemigos íntimos', 'El tercer sexo', 'El mapa de nuestras vidas', hasta que finalmente encontré 'Nido de mantis', porque es un elemento que está en el guion, se menciona a la mantis religiosa como un insecto que tiene una particularidad erótica muy singular (la de comerse al macho después de copular)", según cuenta a Vistar.
La gestación del film no resultó sencilla: "Llevo muchos años con el guion bajo el brazo buscando un financiamiento, hice muchas versiones tratando de adaptarme a los requerimientos del mercado y gracias a dios apareció el apoyo del ICAIC, encontramos sostén, también, en el Programa Ibermedia y aparecieron dos coproductores, Ítaca Films de México y Cottos Producciones S.R.L de República Dominicana que participaron en una coproducción financiera".
La película se desarrolla a lo largo de varias décadas, lo cual resultó un extra de complicación, dice Sotto: "Costó bastante trabajo todo el tema artístico de vestuario, de ambientación… Además, eran filmaciones que implicaban trasladarse fueran de La Habana y entonces íbamos y volvíamos todo el tiempo, por lo que el rodaje fue muy extenuante y difícil. Los actores tenían que adaptarse también a esa dinámica de cambios de maquillaje y fue muy complejo, la verdad".
"Creo que todas las secuencias fueron difíciles, en especial la secuencia del cañaveral porque fue físicamente extenuante. En otras ocasiones los actores tenían que estar bajo la lluvia con un invierno tremendo y eso resultaba muy demandante. También es azaroso que los actores expresen lo que uno quiere, que sientan los personajes. Para mí, todo fue un reto", agrega el cineasta.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
Es agosto de 1994 y Azúcar, una muchacha de veinticuatro años, tiene diez días para demostrar su inocencia. Se ha producido un asesinato múltiple, dos hombres y una mujer – los padres de Azúcar- y la muchacha es la única testigo, la única persona que estaba en la casa cuando se produjeron los hechos, todo parece indicar que se trata de un singular parricidio. Azúcar dice no ser culpable y deberá probarlo ante un fiscal (Fernando Montenegro- 45) y una abogada (Patricia Mejías- 24) que investigan el homicidio en Siboney, un poblado o caserío dedicado a la producción de azúcar.
Para demostrar su inocencia Azúcar cuenta la vida de sus padres. La historia de un triángulo amoroso que se inició cincuenta años atrás, cuando Elena, Tomás y Emilio eran apenas unos niños. Los dos hombres lucharán durante décadas por el amor de Elena, y para ello no guardarán el menor escrúpulo por el adversario. En Siboney todos creen que Azúcar es la asesina, aluden que nadie tenía motivos para asesinar a lo que ellos llamaban "el alma del pueblo", "la más hermosa historia de amor jamás contada". Fernando sospecha de Azúcar pero no tiene evidencias contra ella, aparentemente Elena mató a sus dos amantes y luego se suicidó. En un momento en que todas las historias en Cuba giran sobre los que se lanzan al mar (verano de 1994), esta es una película sobre los que se quedaron definitivamente dentro.
"Nido de mantis", coproducido por Cuba con México y República Dominicana, está desde este miércoles en salas habaneras. Para Arturo Sotto, "la película pasó por muchos títulos, me costó mucho encontrar uno. Se llamó en algún momento 'Enemigos íntimos', 'El tercer sexo', 'El mapa de nuestras vidas', hasta que finalmente encontré 'Nido de mantis', porque es un elemento que está en el guion, se menciona a la mantis religiosa como un insecto que tiene una particularidad erótica muy singular (la de comerse al macho después de copular)", según cuenta a Vistar.
La gestación del film no resultó sencilla: "Llevo muchos años con el guion bajo el brazo buscando un financiamiento, hice muchas versiones tratando de adaptarme a los requerimientos del mercado y gracias a dios apareció el apoyo del ICAIC, encontramos sostén, también, en el Programa Ibermedia y aparecieron dos coproductores, Ítaca Films de México y Cottos Producciones S.R.L de República Dominicana que participaron en una coproducción financiera".
La película se desarrolla a lo largo de varias décadas, lo cual resultó un extra de complicación, dice Sotto: "Costó bastante trabajo todo el tema artístico de vestuario, de ambientación… Además, eran filmaciones que implicaban trasladarse fueran de La Habana y entonces íbamos y volvíamos todo el tiempo, por lo que el rodaje fue muy extenuante y difícil. Los actores tenían que adaptarse también a esa dinámica de cambios de maquillaje y fue muy complejo, la verdad".
"Creo que todas las secuencias fueron difíciles, en especial la secuencia del cañaveral porque fue físicamente extenuante. En otras ocasiones los actores tenían que estar bajo la lluvia con un invierno tremendo y eso resultaba muy demandante. También es azaroso que los actores expresen lo que uno quiere, que sientan los personajes. Para mí, todo fue un reto", agrega el cineasta.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.