Fernando González Molina escribe sobre "Legado en los huesos"
- por © DeAPlaneta-NOTICINE.com
Por Fernando González Molina *
"Legado en los huesos" y "Ofrenda a la tormenta" son las dos películas que completan y cierran la Trilogía del Baztán. Y suponen también en cierto modo su reverso y su complemento también a nivel narrativo y visual. Mientras "El guardián invisible" suponía para Amaia un descenso a los infiernos y un regreso a su pasado y al origen de sus pesadillas, las dos películas siguientes relatan como la maternidad y la superación del fantasma de su madre hacen de ella una mujer más fuerte, capaz de enfrentarse a su progenitora ahora como una persona real, y no como la reencarnación de todo su sufrimiento infantil. Ese renacer y esa transformación de Amaia se cosifica en la película en una evolución clara en lo visual: de los paisajes opresivos y densos de la primera película a la calidez de la luz en estas dos siguientes, con los rayos de sol tratando de luchar por sobresalir entre las nubes, en una búsqueda de claridad casi metafórica. Amaia es madre y lucha por su hijo, como una pantera, y esa fuerza que emerge de la maternidad tiñe las dos películas y las transforma.
Tras la maternidad, la magia, las creencias sobrenaturales de todo tipo y las fuerzas de la naturaleza son otro de los engranajes a través de los que pivota "Legado en los huesos". La película supone una reflexión acerca de hasta dónde está dispuesto a llegar el ser humano por perseguir aquello en lo que cree. ¿Cuál es la fuerza de lo sobrenatural que mueve al hombre a hacer las cosas más atroces en una búsqueda de conseguir aquello que se desea? Esta dualidad entre razón y ciencia marca la película y construye en ella también dos films distintos: de un lado, el relato de la investigación racional de unos crímenes conectados con prácticas oculistas enraizadas en la tradición de brujería centenaria del valle de Baztán, y del otro, la lucha de una mujer contra esas fuerzas oscuras que atraviesan la historia del valle. Escepticismo versus creencia. Como dice uno de los personajes en un momento de la película: "Deje de preguntarse si es real o no, lo que importa es la fuerza que esa creencia tiene".
La Trilogía del Baztán, de la que forma parte esta película, es un tríptico que pivota en torno a varios temas: la maternidad, el mal, la mitología, la necesidad de creer, la familia como elemento que nos define, nos salva o nos condena, el valle de Baztán, y la certeza de que el lugar en el que nacemos marca de manera indeleble quienes somos y nos define, por muy lejos que huyamos de él.
(*): El director español Fernando González Molina ha estado vinculado desde el inicio de su carrera al grupo Atresmedia, ya sea en cine ("Tengo ganas de tí", "Tres metros sobre el cielo", "Fuga de cerebros") o en televisión ("El barco", "Los hombres de Paco", "Bienvenidos al Lolita"). Tras una de las producciones nacionales más ambiciosas de los últimos años, "Palmeras en la nieve", adaptación de un best seller español a cargo de Sergio G. Sánchez ("Lo imposible"), que fue todo un éxito de taquilla, regresa con otra adaptación literaria, el de la trilogía navarra de Dolores Redondo que se inició con "El guardián invisible" y culminará con "Ofrenda a la tormenta", rodada simultáneamente a "Legado en los huesos", recién estrenada.
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"Legado en los huesos" y "Ofrenda a la tormenta" son las dos películas que completan y cierran la Trilogía del Baztán. Y suponen también en cierto modo su reverso y su complemento también a nivel narrativo y visual. Mientras "El guardián invisible" suponía para Amaia un descenso a los infiernos y un regreso a su pasado y al origen de sus pesadillas, las dos películas siguientes relatan como la maternidad y la superación del fantasma de su madre hacen de ella una mujer más fuerte, capaz de enfrentarse a su progenitora ahora como una persona real, y no como la reencarnación de todo su sufrimiento infantil. Ese renacer y esa transformación de Amaia se cosifica en la película en una evolución clara en lo visual: de los paisajes opresivos y densos de la primera película a la calidez de la luz en estas dos siguientes, con los rayos de sol tratando de luchar por sobresalir entre las nubes, en una búsqueda de claridad casi metafórica. Amaia es madre y lucha por su hijo, como una pantera, y esa fuerza que emerge de la maternidad tiñe las dos películas y las transforma.
Tras la maternidad, la magia, las creencias sobrenaturales de todo tipo y las fuerzas de la naturaleza son otro de los engranajes a través de los que pivota "Legado en los huesos". La película supone una reflexión acerca de hasta dónde está dispuesto a llegar el ser humano por perseguir aquello en lo que cree. ¿Cuál es la fuerza de lo sobrenatural que mueve al hombre a hacer las cosas más atroces en una búsqueda de conseguir aquello que se desea? Esta dualidad entre razón y ciencia marca la película y construye en ella también dos films distintos: de un lado, el relato de la investigación racional de unos crímenes conectados con prácticas oculistas enraizadas en la tradición de brujería centenaria del valle de Baztán, y del otro, la lucha de una mujer contra esas fuerzas oscuras que atraviesan la historia del valle. Escepticismo versus creencia. Como dice uno de los personajes en un momento de la película: "Deje de preguntarse si es real o no, lo que importa es la fuerza que esa creencia tiene".
La Trilogía del Baztán, de la que forma parte esta película, es un tríptico que pivota en torno a varios temas: la maternidad, el mal, la mitología, la necesidad de creer, la familia como elemento que nos define, nos salva o nos condena, el valle de Baztán, y la certeza de que el lugar en el que nacemos marca de manera indeleble quienes somos y nos define, por muy lejos que huyamos de él.
(*): El director español Fernando González Molina ha estado vinculado desde el inicio de su carrera al grupo Atresmedia, ya sea en cine ("Tengo ganas de tí", "Tres metros sobre el cielo", "Fuga de cerebros") o en televisión ("El barco", "Los hombres de Paco", "Bienvenidos al Lolita"). Tras una de las producciones nacionales más ambiciosas de los últimos años, "Palmeras en la nieve", adaptación de un best seller español a cargo de Sergio G. Sánchez ("Lo imposible"), que fue todo un éxito de taquilla, regresa con otra adaptación literaria, el de la trilogía navarra de Dolores Redondo que se inició con "El guardián invisible" y culminará con "Ofrenda a la tormenta", rodada simultáneamente a "Legado en los huesos", recién estrenada.
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