Theo Court, a la espera de estrenar "Blanco en blanco": "Me gusta exponer lo que no queremos mirar"
- por © Mónica Uriel-NOTICINE.com
Hace pronto un año que el hispano chileno Theo Court lanzó en la Mostra de Venecia su nuevo film, "Blanco en blanco", empezando una larga trayectoria por festivales que esta semana le lleva a Tudela, Navarra, donde se ha presentado dentro del certamen Lo que Viene, que organiza una de las asociaciones españolas de prensa cinematográfica. Hablamos en exclusiva con Court, quien ha contado con la pericia de Alfredo Castro al frente del elenco de un drama histórico que mereció dos premios en el apartado Orizzonti del festival italiano.
- Creo que su película es difícil de definir en pocas palabras, pero le pido el esfuerzo...
La película toca bastantes temas, bastantes capas. Está construida de esa manera, la idea era ir desvelando poco a poco ciertos elementos. Uno de ellos, primeramente, es el tema de un drama de un hombre obsesionado por una niña y como captar el último instante de su belleza antes de que esté corrompida a través de la fotografía y posteriormente cómo eso lo lleva a hacer una escenificación de la muerte sobre un genocidio. Una de las capa principales es el hecho de la colonización, otra capa es cómo aprendemos la belleza y cómo esta nos lleva a caer en otros estados de escenificación o de manipulación de las imágenes. Creo que es un tema recurrente de la película, cómo se manipulan las imágenes y cómo estas imágenes empiezan a tomar pero son temas que hoy en día, a mi modo de ver está muy en boga también. Es una película que habla del pasado para hablar del presente, también la manipulación de las imágenes, cómo las imágenes lo llevan a lugares que no son reales y tergiversan, justamente, la realidad.
- Tiene un punto de partida real, que es el desprecio de colonizadores y terratenientes hacia los habitantes primigenios.
Sí, habla degenocidio, es un genocidio que ocurrió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX tanto en la parte argentina como chilena por los colonizadores de ese lugar donde mataban a animales, cacería, los trabajadores de los latifundistas y les pagaban una libra esterlina por orejas, testículos, culos, senos de mujer… hasta exterminar completamente el pueblo indígena del Selknam. Y ese es el contexto de la película aparte, es el horror. Es una manera de hablar del contexto, el cual a veces está muy escondido, es una capa más que no vemos y de alguna manera en la película se pretende desvelar eso poso a poco hasta caer en ese infierno de la matanza.
- Usted quiso filmar en los lugares reales donde se desarrollo ese exterminio.
Aportó una cierta carga de realismo paisajístico que era muy importante. Se podría haber hecho en otro lugar incluso, pero yo me empeciné en hacerlo allí, también porque la zona chilena de Tierra del Fuego está tal cual cómo la dejaron los colonos, está muy poco intervenida por el hombre. Básicamente, es una especie de cementerio y eso le da una carga de realismo de aquella época que es muy importante.
- ¿Fue muy complicado poder filmar en lugares tan aislados y casi vírgenes?
Sí, fue un desafío, porque al final éramos 45 personas en un lugar donde no hay hospedaje. En invierno fue bastante crudo, pero le dio una carga de realismo. Estábamos como quien dice en el fin del mundo, sobre todo por la ausencia de todo. La ausencia de gente, la ausencia de la realidad a la cual estamos cotidianamente expuestos, pero tiene una carga muy potente y muy hermosa. Antes de eso resultó bastante complicado levantar economicamente la película. Partir desde el 2012 hasta siete años de trabajo.
- ¿Y en cuanto al clima?
El contraste era bastante fuerte, del calor al frío extremo. Yo creo que eso, afortunadamente, no se nota tanto en la película. Era escapar un poco de eso, que era una preocupación indudable que yo tenía constantemente, que nos diéramos cuenta que estábamos en el Caribe, pero en un lugar con un clima bastante cálido que la Tierra del Fuego.
- ¿El elenco le respondió?
Con los actores tuve un rodaje bastante bueno. Trabajábamos muy bien. Creo que fue bastante positivo y toda la gente se entregó muy bien a la película y quisieron participar y estaban abiertos a todo lo que conllevaba a hacerla.
- ¿Qué le gustaría que viera el público en "Blanco en blanco"?
Que perciba ciertos elementos, a los cuales hoy estamos expuestos y de alguna forma no queremos mirar. Creo que la película habla desde ahí, genera una especie de purgatorio que a veces nos cegamos los ojos y seguimos nuestras vidas y ahí al lado nuestro algo que está aconteciendo y no queremos mirar porque no nos repercute.
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- Creo que su película es difícil de definir en pocas palabras, pero le pido el esfuerzo...
La película toca bastantes temas, bastantes capas. Está construida de esa manera, la idea era ir desvelando poco a poco ciertos elementos. Uno de ellos, primeramente, es el tema de un drama de un hombre obsesionado por una niña y como captar el último instante de su belleza antes de que esté corrompida a través de la fotografía y posteriormente cómo eso lo lleva a hacer una escenificación de la muerte sobre un genocidio. Una de las capa principales es el hecho de la colonización, otra capa es cómo aprendemos la belleza y cómo esta nos lleva a caer en otros estados de escenificación o de manipulación de las imágenes. Creo que es un tema recurrente de la película, cómo se manipulan las imágenes y cómo estas imágenes empiezan a tomar pero son temas que hoy en día, a mi modo de ver está muy en boga también. Es una película que habla del pasado para hablar del presente, también la manipulación de las imágenes, cómo las imágenes lo llevan a lugares que no son reales y tergiversan, justamente, la realidad.
- Tiene un punto de partida real, que es el desprecio de colonizadores y terratenientes hacia los habitantes primigenios.
Sí, habla degenocidio, es un genocidio que ocurrió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX tanto en la parte argentina como chilena por los colonizadores de ese lugar donde mataban a animales, cacería, los trabajadores de los latifundistas y les pagaban una libra esterlina por orejas, testículos, culos, senos de mujer… hasta exterminar completamente el pueblo indígena del Selknam. Y ese es el contexto de la película aparte, es el horror. Es una manera de hablar del contexto, el cual a veces está muy escondido, es una capa más que no vemos y de alguna manera en la película se pretende desvelar eso poso a poco hasta caer en ese infierno de la matanza.
- Usted quiso filmar en los lugares reales donde se desarrollo ese exterminio.
Aportó una cierta carga de realismo paisajístico que era muy importante. Se podría haber hecho en otro lugar incluso, pero yo me empeciné en hacerlo allí, también porque la zona chilena de Tierra del Fuego está tal cual cómo la dejaron los colonos, está muy poco intervenida por el hombre. Básicamente, es una especie de cementerio y eso le da una carga de realismo de aquella época que es muy importante.
- ¿Fue muy complicado poder filmar en lugares tan aislados y casi vírgenes?
Sí, fue un desafío, porque al final éramos 45 personas en un lugar donde no hay hospedaje. En invierno fue bastante crudo, pero le dio una carga de realismo. Estábamos como quien dice en el fin del mundo, sobre todo por la ausencia de todo. La ausencia de gente, la ausencia de la realidad a la cual estamos cotidianamente expuestos, pero tiene una carga muy potente y muy hermosa. Antes de eso resultó bastante complicado levantar economicamente la película. Partir desde el 2012 hasta siete años de trabajo.
- ¿Y en cuanto al clima?
El contraste era bastante fuerte, del calor al frío extremo. Yo creo que eso, afortunadamente, no se nota tanto en la película. Era escapar un poco de eso, que era una preocupación indudable que yo tenía constantemente, que nos diéramos cuenta que estábamos en el Caribe, pero en un lugar con un clima bastante cálido que la Tierra del Fuego.
- ¿El elenco le respondió?
Con los actores tuve un rodaje bastante bueno. Trabajábamos muy bien. Creo que fue bastante positivo y toda la gente se entregó muy bien a la película y quisieron participar y estaban abiertos a todo lo que conllevaba a hacerla.
- ¿Qué le gustaría que viera el público en "Blanco en blanco"?
Que perciba ciertos elementos, a los cuales hoy estamos expuestos y de alguna forma no queremos mirar. Creo que la película habla desde ahí, genera una especie de purgatorio que a veces nos cegamos los ojos y seguimos nuestras vidas y ahí al lado nuestro algo que está aconteciendo y no queremos mirar porque no nos repercute.
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