Judith Colell escribe sobre "Frontera"

por © Filmax-NOTICINE.com
"Frontera" y Judith Colell
"Frontera" y Judith Colell
Por Judith Colell *

"Frontera" ha sido un reto en muchos sentidos. En primer lugar, ha supuesto un desafío trabajar en una película de gran presupuesto. Las mujeres cineastas, habitualmente, hemos trabajado con recursos limitados, y pocas veces se nos ofrece la oportunidad de liderar proyectos de esta envergadura. Por eso, "Frontera" ha sido también una oportunidad: una apuesta por abrir camino y demostrar que las mujeres también podemos dirigir cine ambicioso, complejo y de gran escala.

Hasta ahora, mi trayectoria se había centrado en películas intimistas, centradas en los personajes y con presupuestos ajustados. "Frontera", en cambio, es una historia coral ambientada en un pueblo del Alto Pirineo en 1943, donde refugiados cruzan las montañas perseguidos por los nazis, rodeados de peligros. Un escenario completamente distinto a todo lo que había hecho hasta ahora.

Una vez superado el vértigo inicial, descubrí que la película contenía dos elementos que me apasionan como directora. Por un lado, es una historia con una fuerte carga de reflexión social. "Frontera" es, en el fondo, un espejo del mundo actual. En el pueblo protagonista, donde conviven vencedores y vencidos de la Guerra Civil, la llegada de personas que huyen de la guerra, el hambre y el horror genera reacciones diversas: algunos quieren ayudar, otros delatar, y la mayoría prefieren mirar hacia otro lado. Exactamente lo que ocurre hoy en día con los refugiados y nuestra responsabilidad de acogerlos.

Además, los personajes viven en un momento histórico de enorme complejidad: una posguerra marcada por la pobreza, la represión y la necesidad de reconstruirse, no solo materialmente, sino también emocional y moralmente. En ese contexto, superar las propias heridas y dificultades para ayudar a otros es un acto de valentía y humanidad inmenso.



Por otro lado, la película también es una historia de personajes, y personajes con mucha profundidad. Una pareja republicana (Miki Esparbé y María Rodríguez Soto) que se ha reinventado en un rincón remoto de las montañas, una mujer valiente y revolucionaria (Bruna Cusí), un pasador francés (Kevin Janssens), un alcalde fascista (Jordi Sánchez) y un guardia civil "peculiar" (Asier Etxeandia). Todos ellos tienen múltiples capas, contradicciones y matices. Ha sido un privilegio trabajar con un elenco tan sólido, con intérpretes de gran experiencia y talento, que han aportado muchísimo a la película y han enriquecido a sus personajes con una sensibilidad y una entrega admirables.

El rodaje también ha sido un desafío: escenas de acción en medio de paisajes espectaculares pero difíciles de gestionar logísticamente. Queríamos que la montaña fuera un personaje más, que transmitiera el aislamiento y la forma de vida en una zona que marca profundamente a sus habitantes. Para ello, la documentación ha sido exhaustiva, y hemos trabajado con los actores y actrices respetando el acento y la forma de hablar propia del Pallars Sobirà: el pallarés. Además, en estas zonas fronterizas es habitual que se chapurreen los idiomas de ambos lados de la frontera, y hemos querido mantener esa diversidad lingüística, tan importante para dar verosimilitud a la historia.

Finalmente, creo firmemente en el papel del cine en la recuperación de la memoria. No podemos olvidar que todos los pueblos y naciones hemos sido refugiados en algún momento. "Frontera", aunque ambientada en la posguerra española, habla del presente y dialoga con él.

(*): Judith Colell, nacida en Barcelona en 1968, es una cineasta con formación en Historia del Arte (UB) y un Certificate in Film de la Universidad de Nueva York. Su trayectoria incluye la dirección de largometrajes como "Mujeres" (2001), "53 días de invierno" (2007), "Elisa K" (2010) y "15 Horas" (2021). Presidenta de la Academia del Cinema Català desde 2021, estrena este viernes en España su nuevo trabajo, "Frontera".

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