Ludwika Paleta habla sobre el estreno de "Amores modernos"
- por © Alba Mallenco-NOTICINE.com
La actriz Ludwika Paleta, mexicana de origen polaco, regresa a las pantallas cinematográficas con "Amores Modernos". Se trata de una tragicomedia sobre cómo amar en el momento actual, que está dirigida por el reputado documentalista Matías Meyer, junto a actores como Leonardo Ortizgris, Andrés Almeida, Ilse Salas y David Angulo. La película se ha convertido en la primera novedad nacional en estrenarse en salas en la Ciudad de México y en el Interior de la República desde el inicio de la pandemia. "No recuerdo cuando me vi por primera vez en la pantalla, pero me sigue emocionando muchísimo", ha dicho la intérprete de "Rumbos paralelos" y "No sé si cortarme las venas o dejármelas largas".
La trama narra el reencuentro de una familia tras la muerte de Armida, la matriarca, que desencadenará distintos puntos de vista del amor: de hermanos, de padres, de hijos y de pareja. Retratará con ella el devenir de una familia mexicana muy tradicional. Durante el velorio, Alex se encuentra a Don Luis, su padre, con quien no se habla, y a Carlos, su hermano mayor, al que le guarda mucho rencor. La llegada de Rocío, una misteriosa mujer que nadie parece conocer, desencadenará importantes cambios en las relaciones de los involucrados. Es un film que trata el distanciamiento físico y emocional que suponen las pérdidas y cómo se debe aprender a convivir de nuevo, tejiendo los conflictos y sentimientos encontrados con amor y fraternidad. La intención del director es "revelar la naturaleza de las fisuras familiares".
"'Amores Modernos', es una película diferente, es algo a lo que no estamos acostumbrados a ver. Vale la pena ver una película con una narrativa más natural. Esta es una película distinta, que viene de la necesidad de contar una o varias historias de una forma poco convencional", decía Paleta a GQ.
"Creo que de pronto la industria y la ley de la oferta y la demanda te obligan a hacer películas de un solo corte, que es lo que se cree que la gente quiere ver ahorita: comedias, historias fáciles en donde no piensas demasiado, películas donde basta ir a reírte con tus palomitas y que si te sales 5 minutos al baño no importa porque regresas y la película va en lo mismo", añadía.
Confesaba la actriz polaca, afincada en México desde su infancia, que al llegarle el proyecto le atrajo otro personaje: "Yo quería el papel que hizo Ilse Salas, pero Matías Meyer decidió que me quedaba más este personaje de Ana. Finalmente, es una película coral, no hay protagonistas, es una historia que forma un engranaje con todos para que funcione lo que se quiere contar".
Para Ludwika Paleta, los amores modernos no dejan de ser confusos. "El amor siempre es el mismo, pero hay diferentes formas de relacionarse. El amor es un sentimiento, no las relaciones… puedes amar a una planta y eso es amor. Hay cosas que uno puede creer que son amor y no lo son, como acostarte con alguien, pero no necesariamente hay ese afecto. Confundimos amor con muchas cosas, con sentir rico, por ejemplo. Amo el chocolate, pero eso no es amor, es placer. Puedes dejar de ver a una persona para siempre y seguirla amando. Nos han hecho creer que el amor siempre es bonito pero no, no es bonito, el amor tiene un ingrediente amargo", sentenciaba.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
La trama narra el reencuentro de una familia tras la muerte de Armida, la matriarca, que desencadenará distintos puntos de vista del amor: de hermanos, de padres, de hijos y de pareja. Retratará con ella el devenir de una familia mexicana muy tradicional. Durante el velorio, Alex se encuentra a Don Luis, su padre, con quien no se habla, y a Carlos, su hermano mayor, al que le guarda mucho rencor. La llegada de Rocío, una misteriosa mujer que nadie parece conocer, desencadenará importantes cambios en las relaciones de los involucrados. Es un film que trata el distanciamiento físico y emocional que suponen las pérdidas y cómo se debe aprender a convivir de nuevo, tejiendo los conflictos y sentimientos encontrados con amor y fraternidad. La intención del director es "revelar la naturaleza de las fisuras familiares".
"'Amores Modernos', es una película diferente, es algo a lo que no estamos acostumbrados a ver. Vale la pena ver una película con una narrativa más natural. Esta es una película distinta, que viene de la necesidad de contar una o varias historias de una forma poco convencional", decía Paleta a GQ.
"Creo que de pronto la industria y la ley de la oferta y la demanda te obligan a hacer películas de un solo corte, que es lo que se cree que la gente quiere ver ahorita: comedias, historias fáciles en donde no piensas demasiado, películas donde basta ir a reírte con tus palomitas y que si te sales 5 minutos al baño no importa porque regresas y la película va en lo mismo", añadía.
Confesaba la actriz polaca, afincada en México desde su infancia, que al llegarle el proyecto le atrajo otro personaje: "Yo quería el papel que hizo Ilse Salas, pero Matías Meyer decidió que me quedaba más este personaje de Ana. Finalmente, es una película coral, no hay protagonistas, es una historia que forma un engranaje con todos para que funcione lo que se quiere contar".
Para Ludwika Paleta, los amores modernos no dejan de ser confusos. "El amor siempre es el mismo, pero hay diferentes formas de relacionarse. El amor es un sentimiento, no las relaciones… puedes amar a una planta y eso es amor. Hay cosas que uno puede creer que son amor y no lo son, como acostarte con alguien, pero no necesariamente hay ese afecto. Confundimos amor con muchas cosas, con sentir rico, por ejemplo. Amo el chocolate, pero eso no es amor, es placer. Puedes dejar de ver a una persona para siempre y seguirla amando. Nos han hecho creer que el amor siempre es bonito pero no, no es bonito, el amor tiene un ingrediente amargo", sentenciaba.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.