Cecilia Roth habla del estreno de "Crímenes de familia"
- por © Escribiendocine-NOTICINE.com
La estrella argentina Cecilia Roth lanza "Crímenes de familia", de su compatriota Sebastián Schindel ("El Patrón, radiografía de un crimen"), que por la situación derivada del coronavirus llega directa a Netflix. En ella tiene el rol protagónico del relato encarnando a una mujer "ejemplar" que comenzará a transitar por un camino riesgoso al desarmarse, por determinados sucesos, su zona de confort. "Es una película donde las mujeres tienen gran importancia, es una película feminista, porque las mujeres son las que dan el paso para que las cosas no sigan como están", afirma en una charla con nuestro compañero Rolando Gallego, de EscribiendoCine.
- Cuando le llega este papel, con tantos matices, ¿cómo se imaginó el arco del personaje?
Es algo extraño lo que pasó con la película, porque Sebastián se acercó a mí con este guion tres años antes, cuando lo leí me pareció extraordinario, quería contar esto, estaba lleno de sutilezas y era una radiografía de muchas cosas naturalizadas, sin hablar de los extremos, cosas que pasan cotidianamente, estas familias apartadas de la realidad cotidiana, deshumanizadas, sin empatía, metiendo cosas debajo de la alfombra, y el vínculo de Alicia con Santi es lo único que demuestra cómo puede ser el derrotero de Alicia durante la película, viniendo del profundísimo amor incondicional que tiene por la criatura, no quiero spoilear, porque está llena de sorpresas y suspenso.
- Ese vínculo es como un reemplazo de lo que no tiene…
De sus vínculos familiares, que no los tiene, por una razón o por otra y que de alguna manera como puede, con sus mandatos, con su negación, no puede pensar su relación con su hijo, con su marido, con sus amigas, todo entre comillas porque son vínculos epidérmicos, está muy sola Alicia, sólo tiene vínculo con Santi y Gladys (Yanina Ávila), muchas veces con un vínculo con ella muy distante, subestimando al otro, negando su historia, teniendo desinterés, un trato de "me debes esto y tenes que hacer esto por mí", ó "no existís sino es por mí".
- Dialoga el film hasta con la actualidad del caso de una modelo con su empleada doméstica…
Sí, son situaciones que se llevan a la oscuridad más absoluta, se mantienen en la clandestinidad familiar, no hay, a pesar del vínculo con el hijo, ella siente que es un santo, simplemente porque es su hijo y pierde cosas para llegar a entenderlo.
- No es su primera colaboración con Miguel Angel Solá, que aquí es su marido...
Sí, trabajamos antes en "Atreverse" y en "Desde adentro", muy moderna para su época, con un gran elenco, que quedó en el olvido, como tantas cosas en este país.
- ¿Cómo fue reconectarse con él?
Es un grandísimo actor y trabajamos y ensayamos mucho con Sebastián previamente. El tenía muy claro cómo quería narrar la película, cómo ir lanzando de a poco las características de los personajes, y era difícil, porque como no está contada linealmente, ir y venir no era fácil, en esta película el vínculo con Miguel lo trabajamos mucho, en el set también, fue super interesante hacerlo, porque además él tiene mucha experiencia y mucha humanidad para poner en los personajes que hace. Como Alicia, hay un lugar que le teme, muchas veces lo encara, no tantas, pero le teme hasta que decide dejar de temerle. Su cara, con solo mirarlo, da miedo, actuando, no en la vida. El trabajo con Yanina fue increíble, ella es una actriz, lo ves en cada momento de la película, entraba y salía de la historia con la capacidad y talento de una gran actriz, me gustaría que pudiera seguir trabajando sin hacer sólo estos personajes, nada más, en Una especie de familia tenía un rol parecido, y eso forma parte también del prejuicio, de cómo tiene que ser cada personaje.
- ¿Cómo accedió al universo de Alicia?
Trabajamos mucho con Sebastián para encontrar el lugar donde estaba parada ella, desde dónde actúa, desde dónde mira. Es una película donde las mujeres tienen gran importancia, una película feminista, porque las mujeres son las que dan el paso para que las cosas no sigan como están. Meterme en Alicia fue un trabajo cotidiano, ponerme la cruz fue bárbaro, algo que desde afuera tiene una connotación, tocarla, verla, me llevaba a un tipo de mujer, con el pelo siempre de una manera, ordenada, las uñas pintadas, todo lo externo me ayudaba mucho, y desde lo interno trabajar cómo habla, cómo dice, cómo elige las palabras... No dice una sola mala palabra, o sí, a Miguel. Hice mucha observación en la calle, escuchar muchas charlas, tipo espías, sentarme en bares donde son asiduas, anotar, escribir, llevar un diario, no contar todo... Fue muy lindo, interesante. Todo el día sentía desde Alicia, no todo el tiempo porque no estoy loca, pero sí jugando a Alicia, en sus maneras, en su soberbia y sometimiento a la vez. Las pequeñas cosas para Alicia son más importantes que las más grandes, una palabra dicha por una amiga que no le gusta, una tontería de Gladys, esas pequeñísima cosas que se convierten en lo único importante de la vida. Los dolores de Alicia me gustan, porque no son escandalosos, no está acostumbrada a llorar, no sabe lo que es.
- Ya está acostumbrada a estrenar online…
Sí, está buenísimo que Netflix la comprara, se va a ver en 190 países en simultáneo, con un arte muy hermoso. Es un momento muy extraño del mundo.
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- Cuando le llega este papel, con tantos matices, ¿cómo se imaginó el arco del personaje?
Es algo extraño lo que pasó con la película, porque Sebastián se acercó a mí con este guion tres años antes, cuando lo leí me pareció extraordinario, quería contar esto, estaba lleno de sutilezas y era una radiografía de muchas cosas naturalizadas, sin hablar de los extremos, cosas que pasan cotidianamente, estas familias apartadas de la realidad cotidiana, deshumanizadas, sin empatía, metiendo cosas debajo de la alfombra, y el vínculo de Alicia con Santi es lo único que demuestra cómo puede ser el derrotero de Alicia durante la película, viniendo del profundísimo amor incondicional que tiene por la criatura, no quiero spoilear, porque está llena de sorpresas y suspenso.
- Ese vínculo es como un reemplazo de lo que no tiene…
De sus vínculos familiares, que no los tiene, por una razón o por otra y que de alguna manera como puede, con sus mandatos, con su negación, no puede pensar su relación con su hijo, con su marido, con sus amigas, todo entre comillas porque son vínculos epidérmicos, está muy sola Alicia, sólo tiene vínculo con Santi y Gladys (Yanina Ávila), muchas veces con un vínculo con ella muy distante, subestimando al otro, negando su historia, teniendo desinterés, un trato de "me debes esto y tenes que hacer esto por mí", ó "no existís sino es por mí".
- Dialoga el film hasta con la actualidad del caso de una modelo con su empleada doméstica…
Sí, son situaciones que se llevan a la oscuridad más absoluta, se mantienen en la clandestinidad familiar, no hay, a pesar del vínculo con el hijo, ella siente que es un santo, simplemente porque es su hijo y pierde cosas para llegar a entenderlo.
- No es su primera colaboración con Miguel Angel Solá, que aquí es su marido...
Sí, trabajamos antes en "Atreverse" y en "Desde adentro", muy moderna para su época, con un gran elenco, que quedó en el olvido, como tantas cosas en este país.
- ¿Cómo fue reconectarse con él?
Es un grandísimo actor y trabajamos y ensayamos mucho con Sebastián previamente. El tenía muy claro cómo quería narrar la película, cómo ir lanzando de a poco las características de los personajes, y era difícil, porque como no está contada linealmente, ir y venir no era fácil, en esta película el vínculo con Miguel lo trabajamos mucho, en el set también, fue super interesante hacerlo, porque además él tiene mucha experiencia y mucha humanidad para poner en los personajes que hace. Como Alicia, hay un lugar que le teme, muchas veces lo encara, no tantas, pero le teme hasta que decide dejar de temerle. Su cara, con solo mirarlo, da miedo, actuando, no en la vida. El trabajo con Yanina fue increíble, ella es una actriz, lo ves en cada momento de la película, entraba y salía de la historia con la capacidad y talento de una gran actriz, me gustaría que pudiera seguir trabajando sin hacer sólo estos personajes, nada más, en Una especie de familia tenía un rol parecido, y eso forma parte también del prejuicio, de cómo tiene que ser cada personaje.
- ¿Cómo accedió al universo de Alicia?
Trabajamos mucho con Sebastián para encontrar el lugar donde estaba parada ella, desde dónde actúa, desde dónde mira. Es una película donde las mujeres tienen gran importancia, una película feminista, porque las mujeres son las que dan el paso para que las cosas no sigan como están. Meterme en Alicia fue un trabajo cotidiano, ponerme la cruz fue bárbaro, algo que desde afuera tiene una connotación, tocarla, verla, me llevaba a un tipo de mujer, con el pelo siempre de una manera, ordenada, las uñas pintadas, todo lo externo me ayudaba mucho, y desde lo interno trabajar cómo habla, cómo dice, cómo elige las palabras... No dice una sola mala palabra, o sí, a Miguel. Hice mucha observación en la calle, escuchar muchas charlas, tipo espías, sentarme en bares donde son asiduas, anotar, escribir, llevar un diario, no contar todo... Fue muy lindo, interesante. Todo el día sentía desde Alicia, no todo el tiempo porque no estoy loca, pero sí jugando a Alicia, en sus maneras, en su soberbia y sometimiento a la vez. Las pequeñas cosas para Alicia son más importantes que las más grandes, una palabra dicha por una amiga que no le gusta, una tontería de Gladys, esas pequeñísima cosas que se convierten en lo único importante de la vida. Los dolores de Alicia me gustan, porque no son escandalosos, no está acostumbrada a llorar, no sabe lo que es.
- Ya está acostumbrada a estrenar online…
Sí, está buenísimo que Netflix la comprara, se va a ver en 190 países en simultáneo, con un arte muy hermoso. Es un momento muy extraño del mundo.
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