Entrevista: Oliver Laxe estrena "Lo que arde" en EEUU mientras espera posible nominación al Oscar
- por © Alvaro Juanas-NOTICINE.com
El español cineasta español Oliver Laxe estrena esta semana su última película "Lo que arde / O que arde" en los estados Unidos, a pocos días de que la Academia española decida si la elige para representar al país en los Oscars, o se decanta por "El hoyo" o por "La trinchera infinita". De ambos asuntos NOTICINE.com habló en exclusiva con el también autor de "Todos vos sodes capitans" y "Mimosas".
- Se estrena su película en plataformas digitales de EEUU, año y medio después de presentarse en Cannes, ¿Aún le hace ilusión, aunque sea por internet ese estreno?
Me hace mucha ilusión, no es fácil estrenar en EEUU una película así. Se estrena principalmente en internet, pero también en alguna sala, por ejemplo en Metrograph’s.
- ¿Está satisfecho de la trayectoria de "O que arde" ha tenido hasta ahora? Es posiblemente su película más difundida…
Estoy muy satisfecho, por el tipo de película. Me refiero a que es una película que no hemos doblado, siendo el doblaje algo clave en España, donde hay tan pocas salas en versión original.
- Se ha dicho que para ser universal nada mejor que hablar de tu propio pueblo. ¿"O que arde" es un buen ejemplo de ello, al verse en tantos países?
Supongo que te refieres a la dialéctica local, en este caso sí. Me gusta hablar de algo esencial, el ser humano es igual en cualquier lado. Cuando trabajas a ese nivel es más fácil encontrar la identificación del espectador, pese a seguir siendo complicado. Ha sido bonito ver cómo la gente en Toronto, en Moscú, en Tokio, en Jerusalén o en cualquier otro lado del mundo, se identifican con los personajes considerando a Benedicta como una abuela y a Amador como un tío, le son próximos. Hay unos arquetipos universales y esenciales en la película que ayudan a que el espectador se identifique. El campo comparte unos valores similares porque la naturaleza le está poniendo a raya todo el tiempo.
- ¿La frontera entre el documental y la ficción se está borrando? ¿Qué le parece que festivales generalistas integren ambas especialidades en sus competiciones?
Ya lleva años borrándose. Es parte de una cierta tradición de cine. Todo el cine es ficción en realidad. Simplemente hay un tipo de cine que tiene más apego o más ganas de tocar la realidad, más tacto con ciertas texturas de lo real. Yo he rodado esta película en el valle donde nació mi madre, me parecía indispensable filmar con gente de este valle, con los acentos del valle, los gestos del valle o que supiera cómo tocar un animal. Me parece bien que integren ambas especialidades en sus competiciones porque son películas en definitiva.
- Volviendo a la distribución digital, Usted se ha mostrado contrario a plataformas de streaming como Netflix. ¿Cree que la actual pandemia ha consolidado su dominio?
Quería matizar que no me he mostrado contrario a las plataformas digitales, sino de Netflix concretamente. Es una empresa que no paga impuestos en España y me parece algo grave. Además me fío más de los Estados a la hora de promover la cultura que de empresas como Netflix. Prueba de ello es que la calidad de las películas de empresas como Netflix es bastante dudosa. El debate de la calidad de las películas de Netflix empieza y acaba con "Roma", a la hora de argumentar o defender Netflix, y eso sobre una empresa que lleva diez años haciendo películas ya habla claramente de su rigor.
- ¿Cree que existen alternativas viables a Netflix?
Sí, alternativas las que queramos... Siempre habrá maneras de hacer cine y de ver cine cómo uno quiera. Por ejemplo Movistar +, que es una plataforma importante para el mercado hispanohablante, respeta la cronología del cine, respeta que la película vaya a festivales, después a salas de cine y finalmente a la televisión. Esa es alguna de las cosas que a los cineastas no nos gusta de Netflix, de alguna forma se quieren cargar las salas de cine, saltándose dichos pasos. No estoy en contra de las plataformas, simplemente creo que todo debe tener una cronología y unos tiempos. En Francia cuando Canal + apareció en los 90 sucedió lo mismo, querían estrenar películas en Canal +. La industria francesa se plantó y finalmente no pudo ser así, estrenando las películas en el momento que era sano para la cinematografía francesa y no para sus intereses.
- ¿Se ve representando a España en los Oscars? El lanzamiento en EEUU ayudará, ¿ No cree?
No lo sé, no me quiero proyectar tanto, no me lo he imaginado nunca. No me permito ese tipo de juegos mentales porque no son sanos. Me ha gustado ser candidato de candidato a candidato, aunque sea una quimera. Con eso he visto a la gente feliz y ya es un reconocimiento. Me quedo ahí, no voy más lejos. En el punto que estamos sería fácil en mí ir lejos e imaginármelo, pero prefiero no hacerlo ni dejarme llevar por eso.
- Los premios y reconocimientos ¿cambian a un director?
Pueden cambiarlo, el triunfo y el fracaso hacen madurar o degradar a una persona. Sobre todo cuando esas nociones son inmaduras, es decir, son relativas, no son una cuestión de premios y nominaciones. Obviamente no voy a negar que me hace ilusión, prefiero ganar premios que no, pero el fracaso es sano también, algo bueno.
- En alguna entrevista ha mencionado que el cine para usted no es un trabajo sino una herramienta, ¿como herramienta cree que le dejará de hacer falta algún día?
Espero que sí, será algo sano. El cine no es una herramienta que haya que idolatrar ni divinizar. Es una herramienta para caminar durante un tiempo de tu vida, una especie de bastón en el que apoyarse y que al final ya no necesitas y puedes apoyarlo en una pared y caminar libremente sin necesidad de muletas.
- Usted habla de sus vivencias en sus películas, ¿actualmente en qué proyecto está trabajando?
Supongo que todos los cineastas hablan de sus vivencias, miran hacia dentro, realizan un viaje en su interior e intentar conectar con su esencia. Si consiguen conectar con su esencia lograrán conectar con la esencia del espectador. Ahora mismo estoy viviendo en las localizaciones donde hice la película, y sigo trabajando cómo cineasta aunque no esté haciendo cine ni escribiendo guiones. Sólo el hecho de vivir o de mirar hacia afuera es una forma de enriquecer mi mirada como cineasta. Ahora mismo estoy con proyectos de agricultura ecológica y de desarrollo rural, y respecto al cine estoy escribiendo el guión de una película de género diferente a todo lo que he hecho. Se trata de una película de aventuras sobre unos jóvenes que buscan una fiesta en el desierto de Marruecos.
- ¿La frontera entre el documental y la ficción se está borrando? ¿Qué le parece que festivales generalistas integren ambas especialidades en sus competiciones?
Ya lleva años borrándose. Es parte de una cierta tradición de cine. Todo el cine es ficción en realidad. Simplemente hay un tipo de cine que tiene más apego o más ganas de tocar la realidad, más tacto con ciertas texturas de lo real. Yo he rodado esta película en el valle donde nació mi madre, me parecía indispensable filmar con gente de este valle, con los acentos del valle, los gestos del valle o que supiera cómo tocar un animal. Me parece bien que integren ambas especialidades en sus competiciones porque son películas en definitiva.
- Volviendo a la distribución digital, Usted se ha mostrado contrario a plataformas de streaming como Netflix. ¿Cree que la actual pandemia ha consolidado su dominio?
Quería matizar que no me he mostrado contrario a las plataformas digitales, sino de Netflix concretamente. Es una empresa que no paga impuestos en España y me parece algo grave. Además me fío más de los Estados a la hora de promover la cultura que de empresas como Netflix. Prueba de ello es que la calidad de las películas de empresas como Netflix es bastante dudosa. El debate de la calidad de las películas de Netflix empieza y acaba con "Roma", a la hora de argumentar o defender Netflix, y eso sobre una empresa que lleva diez años haciendo películas ya habla claramente de su rigor.
- ¿Cree que existen alternativas viables a Netflix?
Sí, alternativas las que queramos... Siempre habrá maneras de hacer cine y de ver cine cómo uno quiera. Por ejemplo Movistar +, que es una plataforma importante para el mercado hispanohablante, respeta la cronología del cine, respeta que la película vaya a festivales, después a salas de cine y finalmente a la televisión. Esa es alguna de las cosas que a los cineastas no nos gusta de Netflix, de alguna forma se quieren cargar las salas de cine, saltándose dichos pasos. No estoy en contra de las plataformas, simplemente creo que todo debe tener una cronología y unos tiempos. En Francia cuando Canal + apareció en los 90 sucedió lo mismo, querían estrenar películas en Canal +. La industria francesa se plantó y finalmente no pudo ser así, estrenando las películas en el momento que era sano para la cinematografía francesa y no para sus intereses.
- ¿Se ve representando a España en los Oscars? El lanzamiento en EEUU ayudará, ¿ No cree?
No lo sé, no me quiero proyectar tanto, no me lo he imaginado nunca. No me permito ese tipo de juegos mentales porque no son sanos. Me ha gustado ser candidato de candidato a candidato, aunque sea una quimera. Con eso he visto a la gente feliz y ya es un reconocimiento. Me quedo ahí, no voy más lejos. En el punto que estamos sería fácil en mí ir lejos e imaginármelo, pero prefiero no hacerlo ni dejarme llevar por eso.
- Los premios y reconocimientos ¿cambian a un director?
Pueden cambiarlo, el triunfo y el fracaso hacen madurar o degradar a una persona. Sobre todo cuando esas nociones son inmaduras, es decir, son relativas, no son una cuestión de premios y nominaciones. Obviamente no voy a negar que me hace ilusión, prefiero ganar premios que no, pero el fracaso es sano también, algo bueno.
- En alguna entrevista ha mencionado que el cine para usted no es un trabajo sino una herramienta, ¿como herramienta cree que le dejará de hacer falta algún día?
Espero que sí, será algo sano. El cine no es una herramienta que haya que idolatrar ni divinizar. Es una herramienta para caminar durante un tiempo de tu vida, una especie de bastón en el que apoyarse y que al final ya no necesitas y puedes apoyarlo en una pared y caminar libremente sin necesidad de muletas.
- Usted habla de sus vivencias en sus películas, ¿actualmente en qué proyecto está trabajando?
Supongo que todos los cineastas hablan de sus vivencias, miran hacia dentro, realizan un viaje en su interior e intentar conectar con su esencia. Si consiguen conectar con su esencia lograrán conectar con la esencia del espectador. Ahora mismo estoy viviendo en las localizaciones donde hice la película, y sigo trabajando cómo cineasta aunque no esté haciendo cine ni escribiendo guiones. Sólo el hecho de vivir o de mirar hacia afuera es una forma de enriquecer mi mirada como cineasta. Ahora mismo estoy con proyectos de agricultura ecológica y de desarrollo rural, y respecto al cine estoy escribiendo el guión de una película de género diferente a todo lo que he hecho. Se trata de una película de aventuras sobre unos jóvenes que buscan una fiesta en el desierto de Marruecos.
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- Se estrena su película en plataformas digitales de EEUU, año y medio después de presentarse en Cannes, ¿Aún le hace ilusión, aunque sea por internet ese estreno?
Me hace mucha ilusión, no es fácil estrenar en EEUU una película así. Se estrena principalmente en internet, pero también en alguna sala, por ejemplo en Metrograph’s.
- ¿Está satisfecho de la trayectoria de "O que arde" ha tenido hasta ahora? Es posiblemente su película más difundida…
Estoy muy satisfecho, por el tipo de película. Me refiero a que es una película que no hemos doblado, siendo el doblaje algo clave en España, donde hay tan pocas salas en versión original.
- Se ha dicho que para ser universal nada mejor que hablar de tu propio pueblo. ¿"O que arde" es un buen ejemplo de ello, al verse en tantos países?
Supongo que te refieres a la dialéctica local, en este caso sí. Me gusta hablar de algo esencial, el ser humano es igual en cualquier lado. Cuando trabajas a ese nivel es más fácil encontrar la identificación del espectador, pese a seguir siendo complicado. Ha sido bonito ver cómo la gente en Toronto, en Moscú, en Tokio, en Jerusalén o en cualquier otro lado del mundo, se identifican con los personajes considerando a Benedicta como una abuela y a Amador como un tío, le son próximos. Hay unos arquetipos universales y esenciales en la película que ayudan a que el espectador se identifique. El campo comparte unos valores similares porque la naturaleza le está poniendo a raya todo el tiempo.
- ¿La frontera entre el documental y la ficción se está borrando? ¿Qué le parece que festivales generalistas integren ambas especialidades en sus competiciones?
Ya lleva años borrándose. Es parte de una cierta tradición de cine. Todo el cine es ficción en realidad. Simplemente hay un tipo de cine que tiene más apego o más ganas de tocar la realidad, más tacto con ciertas texturas de lo real. Yo he rodado esta película en el valle donde nació mi madre, me parecía indispensable filmar con gente de este valle, con los acentos del valle, los gestos del valle o que supiera cómo tocar un animal. Me parece bien que integren ambas especialidades en sus competiciones porque son películas en definitiva.
- Volviendo a la distribución digital, Usted se ha mostrado contrario a plataformas de streaming como Netflix. ¿Cree que la actual pandemia ha consolidado su dominio?
Quería matizar que no me he mostrado contrario a las plataformas digitales, sino de Netflix concretamente. Es una empresa que no paga impuestos en España y me parece algo grave. Además me fío más de los Estados a la hora de promover la cultura que de empresas como Netflix. Prueba de ello es que la calidad de las películas de empresas como Netflix es bastante dudosa. El debate de la calidad de las películas de Netflix empieza y acaba con "Roma", a la hora de argumentar o defender Netflix, y eso sobre una empresa que lleva diez años haciendo películas ya habla claramente de su rigor.
- ¿Cree que existen alternativas viables a Netflix?
Sí, alternativas las que queramos... Siempre habrá maneras de hacer cine y de ver cine cómo uno quiera. Por ejemplo Movistar +, que es una plataforma importante para el mercado hispanohablante, respeta la cronología del cine, respeta que la película vaya a festivales, después a salas de cine y finalmente a la televisión. Esa es alguna de las cosas que a los cineastas no nos gusta de Netflix, de alguna forma se quieren cargar las salas de cine, saltándose dichos pasos. No estoy en contra de las plataformas, simplemente creo que todo debe tener una cronología y unos tiempos. En Francia cuando Canal + apareció en los 90 sucedió lo mismo, querían estrenar películas en Canal +. La industria francesa se plantó y finalmente no pudo ser así, estrenando las películas en el momento que era sano para la cinematografía francesa y no para sus intereses.
- ¿Se ve representando a España en los Oscars? El lanzamiento en EEUU ayudará, ¿ No cree?
No lo sé, no me quiero proyectar tanto, no me lo he imaginado nunca. No me permito ese tipo de juegos mentales porque no son sanos. Me ha gustado ser candidato de candidato a candidato, aunque sea una quimera. Con eso he visto a la gente feliz y ya es un reconocimiento. Me quedo ahí, no voy más lejos. En el punto que estamos sería fácil en mí ir lejos e imaginármelo, pero prefiero no hacerlo ni dejarme llevar por eso.
- Los premios y reconocimientos ¿cambian a un director?
Pueden cambiarlo, el triunfo y el fracaso hacen madurar o degradar a una persona. Sobre todo cuando esas nociones son inmaduras, es decir, son relativas, no son una cuestión de premios y nominaciones. Obviamente no voy a negar que me hace ilusión, prefiero ganar premios que no, pero el fracaso es sano también, algo bueno.
- En alguna entrevista ha mencionado que el cine para usted no es un trabajo sino una herramienta, ¿como herramienta cree que le dejará de hacer falta algún día?
Espero que sí, será algo sano. El cine no es una herramienta que haya que idolatrar ni divinizar. Es una herramienta para caminar durante un tiempo de tu vida, una especie de bastón en el que apoyarse y que al final ya no necesitas y puedes apoyarlo en una pared y caminar libremente sin necesidad de muletas.
- Usted habla de sus vivencias en sus películas, ¿actualmente en qué proyecto está trabajando?
Supongo que todos los cineastas hablan de sus vivencias, miran hacia dentro, realizan un viaje en su interior e intentar conectar con su esencia. Si consiguen conectar con su esencia lograrán conectar con la esencia del espectador. Ahora mismo estoy viviendo en las localizaciones donde hice la película, y sigo trabajando cómo cineasta aunque no esté haciendo cine ni escribiendo guiones. Sólo el hecho de vivir o de mirar hacia afuera es una forma de enriquecer mi mirada como cineasta. Ahora mismo estoy con proyectos de agricultura ecológica y de desarrollo rural, y respecto al cine estoy escribiendo el guión de una película de género diferente a todo lo que he hecho. Se trata de una película de aventuras sobre unos jóvenes que buscan una fiesta en el desierto de Marruecos.
- ¿La frontera entre el documental y la ficción se está borrando? ¿Qué le parece que festivales generalistas integren ambas especialidades en sus competiciones?
Ya lleva años borrándose. Es parte de una cierta tradición de cine. Todo el cine es ficción en realidad. Simplemente hay un tipo de cine que tiene más apego o más ganas de tocar la realidad, más tacto con ciertas texturas de lo real. Yo he rodado esta película en el valle donde nació mi madre, me parecía indispensable filmar con gente de este valle, con los acentos del valle, los gestos del valle o que supiera cómo tocar un animal. Me parece bien que integren ambas especialidades en sus competiciones porque son películas en definitiva.
- Volviendo a la distribución digital, Usted se ha mostrado contrario a plataformas de streaming como Netflix. ¿Cree que la actual pandemia ha consolidado su dominio?
Quería matizar que no me he mostrado contrario a las plataformas digitales, sino de Netflix concretamente. Es una empresa que no paga impuestos en España y me parece algo grave. Además me fío más de los Estados a la hora de promover la cultura que de empresas como Netflix. Prueba de ello es que la calidad de las películas de empresas como Netflix es bastante dudosa. El debate de la calidad de las películas de Netflix empieza y acaba con "Roma", a la hora de argumentar o defender Netflix, y eso sobre una empresa que lleva diez años haciendo películas ya habla claramente de su rigor.
- ¿Cree que existen alternativas viables a Netflix?
Sí, alternativas las que queramos... Siempre habrá maneras de hacer cine y de ver cine cómo uno quiera. Por ejemplo Movistar +, que es una plataforma importante para el mercado hispanohablante, respeta la cronología del cine, respeta que la película vaya a festivales, después a salas de cine y finalmente a la televisión. Esa es alguna de las cosas que a los cineastas no nos gusta de Netflix, de alguna forma se quieren cargar las salas de cine, saltándose dichos pasos. No estoy en contra de las plataformas, simplemente creo que todo debe tener una cronología y unos tiempos. En Francia cuando Canal + apareció en los 90 sucedió lo mismo, querían estrenar películas en Canal +. La industria francesa se plantó y finalmente no pudo ser así, estrenando las películas en el momento que era sano para la cinematografía francesa y no para sus intereses.
- ¿Se ve representando a España en los Oscars? El lanzamiento en EEUU ayudará, ¿ No cree?
No lo sé, no me quiero proyectar tanto, no me lo he imaginado nunca. No me permito ese tipo de juegos mentales porque no son sanos. Me ha gustado ser candidato de candidato a candidato, aunque sea una quimera. Con eso he visto a la gente feliz y ya es un reconocimiento. Me quedo ahí, no voy más lejos. En el punto que estamos sería fácil en mí ir lejos e imaginármelo, pero prefiero no hacerlo ni dejarme llevar por eso.
- Los premios y reconocimientos ¿cambian a un director?
Pueden cambiarlo, el triunfo y el fracaso hacen madurar o degradar a una persona. Sobre todo cuando esas nociones son inmaduras, es decir, son relativas, no son una cuestión de premios y nominaciones. Obviamente no voy a negar que me hace ilusión, prefiero ganar premios que no, pero el fracaso es sano también, algo bueno.
- En alguna entrevista ha mencionado que el cine para usted no es un trabajo sino una herramienta, ¿como herramienta cree que le dejará de hacer falta algún día?
Espero que sí, será algo sano. El cine no es una herramienta que haya que idolatrar ni divinizar. Es una herramienta para caminar durante un tiempo de tu vida, una especie de bastón en el que apoyarse y que al final ya no necesitas y puedes apoyarlo en una pared y caminar libremente sin necesidad de muletas.
- Usted habla de sus vivencias en sus películas, ¿actualmente en qué proyecto está trabajando?
Supongo que todos los cineastas hablan de sus vivencias, miran hacia dentro, realizan un viaje en su interior e intentar conectar con su esencia. Si consiguen conectar con su esencia lograrán conectar con la esencia del espectador. Ahora mismo estoy viviendo en las localizaciones donde hice la película, y sigo trabajando cómo cineasta aunque no esté haciendo cine ni escribiendo guiones. Sólo el hecho de vivir o de mirar hacia afuera es una forma de enriquecer mi mirada como cineasta. Ahora mismo estoy con proyectos de agricultura ecológica y de desarrollo rural, y respecto al cine estoy escribiendo el guión de una película de género diferente a todo lo que he hecho. Se trata de una película de aventuras sobre unos jóvenes que buscan una fiesta en el desierto de Marruecos.
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