"Tiempo sin pulso", de Bárbara Ochoa, llegó a salas independientes mexicanas
- por © Alba Mallenco-NOTICINE.com
La directora de cine mexicana Bárbara Ochoa ha estrenado en salas independientes su opera prima en largometrajes "Tiempo sin pulso", cuatro años después de su primera presentación en festivales. Ella la define como "una reflexión en torno a la resiliencia, la película invita a recordar que hay que estar perceptivos a que la existencia puede simplificarse de las maneras menos inesperadas, invita a pensar que es importante dejarse sorprender". La película fue presentada en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), y en el momento de su estreno se pudo ver en 17 pantallas mexicanas, aparte de la Cineteca Nacional, el Instituto Francés de América Latina, Cine Tonalá, Film Club Café y Xtracinemas.
El elenco protagonista lo forman Andres Lupone como Bruno, Carmen Beatho como Martha, y Alejandra Cárdenas como Elisa. Narra la historia de Bruno, un joven que a sí mismo no se permite sentir placer. Su diecinueve cumpleaños se acerca, pero Martha, su madre, insiste en festejar el cumpleaños de Esteban, su hijo mayor muerto hace dos años, y por él que siguen en duelo. El regreso repentino de Elisa, primer amor de Bruno, lo lleva a enfrentar la culpa y abrirse a disfrutar la vida nuevamente. "Tiempo sin pulso" son las experiencias dolorosas que todos hemos tenido que vivir y superar.
Un drama familiar que apuesta por orientarse a un público joven y adulto con la idea de que a lo largo de toda nuestra existencia tenemos la necesidad de ser resilientes y de aprender a sobrellevar los momentos difíciles. Una continua lucha con la pulsión de vivir.
Ochoa realizaba una investigación para un documental sobre asexualidad cuando decidió realizar el proceso creativo de la cinta. Y decía, "Bruno vive en un tiempo sin pulso en el que no es ni siquiera capaz de aceptar el ímpetu de su sexualidad". Además justificaba la trama de acuerdo con el Instituto Superior de Estudios Psicológicos, con el que la asexualidad es el resultado de mecanismos de defensa como la represión, sublimación o desplazamiento del deseo hacia otros objetivos "debido a traumas, violencia, poca estimulación y exploración, o educación sexual carente", aseguraba la directora.
Aunque la película se estrenó hace cuatro años, ahora llega a las salas independientes mexicanas por la poca fluidez de distribución que sufre el cine en el país. "Las películas deberían salir de cartelera el segundo fin de semana que se estrenan para que estas cosas no sucedan", aseguró a Sin Embargo en 2019.
Y terminaba la entrevista afirmando que la película era algo que "quería plasmar porque sobre todo me interesaba vincularlo con el aspecto social. En México, estamos acostumbrándonos a vivir en un contexto violento pero yo quería indagar qué hacía esto a los jóvenes que están desarrollándose, nosotros ya estamos maduros, pero a los niños y los jóvenes que está creciendo me preguntaba cómo permea".
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El elenco protagonista lo forman Andres Lupone como Bruno, Carmen Beatho como Martha, y Alejandra Cárdenas como Elisa. Narra la historia de Bruno, un joven que a sí mismo no se permite sentir placer. Su diecinueve cumpleaños se acerca, pero Martha, su madre, insiste en festejar el cumpleaños de Esteban, su hijo mayor muerto hace dos años, y por él que siguen en duelo. El regreso repentino de Elisa, primer amor de Bruno, lo lleva a enfrentar la culpa y abrirse a disfrutar la vida nuevamente. "Tiempo sin pulso" son las experiencias dolorosas que todos hemos tenido que vivir y superar.
Un drama familiar que apuesta por orientarse a un público joven y adulto con la idea de que a lo largo de toda nuestra existencia tenemos la necesidad de ser resilientes y de aprender a sobrellevar los momentos difíciles. Una continua lucha con la pulsión de vivir.
Ochoa realizaba una investigación para un documental sobre asexualidad cuando decidió realizar el proceso creativo de la cinta. Y decía, "Bruno vive en un tiempo sin pulso en el que no es ni siquiera capaz de aceptar el ímpetu de su sexualidad". Además justificaba la trama de acuerdo con el Instituto Superior de Estudios Psicológicos, con el que la asexualidad es el resultado de mecanismos de defensa como la represión, sublimación o desplazamiento del deseo hacia otros objetivos "debido a traumas, violencia, poca estimulación y exploración, o educación sexual carente", aseguraba la directora.
Aunque la película se estrenó hace cuatro años, ahora llega a las salas independientes mexicanas por la poca fluidez de distribución que sufre el cine en el país. "Las películas deberían salir de cartelera el segundo fin de semana que se estrenan para que estas cosas no sucedan", aseguró a Sin Embargo en 2019.
Y terminaba la entrevista afirmando que la película era algo que "quería plasmar porque sobre todo me interesaba vincularlo con el aspecto social. En México, estamos acostumbrándonos a vivir en un contexto violento pero yo quería indagar qué hacía esto a los jóvenes que están desarrollándose, nosotros ya estamos maduros, pero a los niños y los jóvenes que está creciendo me preguntaba cómo permea".
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