Hablamos con Guillermo Benet sobre el estreno de "Los inocentes"
- por © Noemí Romero Vera-NOTICINE.com
Este viernes, el director Guillermo Benet estrena su opera prima, "Los inocentes", presentada en noviembre de 2020 en el Festival de Sevilla, una película en la que la vida de seis personas quedan unidas en el transcurso de una noche por un accidente, en el que un impacto de una piedra mata a un agente en unos altercados producidos tras el desalojo de un concierto en un centro social: "Empezamos la distribución en salas comerciales el 12 de marzo y una vez que acabe el recorrido por salas estaremos encantados de acabar en plataformas", ha confesado Benet en entrevista exclusiva con NOTICINE.com.
- La película trata los diferentes puntos de vista de los personajes y también puede suscitar distintas visiones según el punto de vista del espectador. Pero desde su punto de vista como director, ¿de qué trata "Los inocentes"?
Al principio lo que más me interesaba era entender cómo podía llegar a comportarse la gente de mi alrededor o yo en una situación extrema, pero poco a poco en el desarrollo del guion y del rodaje esa idea fue mutando y concretándose y al final el corazón de la película es como una especie de cebolla con capas, que ha ido mutando poco a poco a lo largo del proceso, y en la que lo más importante creo que ver con la soledad de los personajes y de cada uno de ellos y de todos nosotros. Como de alguna manera hay una parte de la vida que si tenemos que vivir en soledad obligatoriamente y como la comunicación con nuestro contexto cada vez es más difícil, y cuales son nuestras dificultades para vivir en colectivo. La comunicación va a ser completa al 100% y siempre va a haber algo de todo eso que viviremos en soledad. Al final ese individualismo que se potencia con los años es algo que está muy en el corazón de nuestra generación.
- En toda la película abundan los fuera de campo, y dejan una sensación de aislamiento de los personajes. ¿De dónde le vino esa idea de conferirle tanta importancia a ese elemento? ¿Tiene algo que ver la idea de individualidad con que esté grabado en formato 1:1?
Con el desarrollo del guion y tras terminarlo me fui dando cuenta que había ciertas decisiones formales que tenía que tomar y que tenían que potenciar esa sensación de soledad, por lo que llegaron muy de la mano la idea de utilizar ese formato con la idea de que el fuera de campo estuviera muy presente y de la relación entre ambas, también la decisión de que casi todo sean retratos y de estar muy encima del rostro de los personajes. La relación entre la soledad, el individuo y el colectivo creo que se concreta a nivel visual y sonoro en esa relación entre el 1:1 y los retratos con los fuera de campos. Para mi los fuera de campo representan el mundo, el contexto, el colectivo y tenia que haber mucha lejanía entre el individuo y ese colectivo, y de alguna manera tenía que ser algo que se convirtiese en una cárcel, que fuera más grande que el individuo y que este fuera incapaz de controlar.
- ¿Cómo ha conseguido tanta intensidad en el rodaje?
El guion era un transitar por las individualidades de cada uno de los personajes, por eso a lo que nos teníamos que agarrar era el proceso interno de cada uno de ellos, sus emociones, sus gestos instintivos de su conducta, sus miedos, culpas… y básicamente lo que hicimos en el rodaje fue generar improvisaciones con el texto y los actores, y dejar que los actores llevaran a cabo el complicado trabajo de levantar la tensión, y que transitaran con verdad cada uno de esos puntos de se planteaban en el guion. Intentamos ser honestos con lo que los actores estaban viviendo, respetar lo que ellos vivían, intentar potenciarlo, intentar hacerles entender qué pieza era cada uno de ellos en el puzzle y dejarles libres con eso.
- ¿Cuánto tiempo le llevó la filmación?
Fue un rodaje largo pero corto porque rodamos de una manera especial porque todo sucede de noche. Entonces al final creo que rodamos unas 5 semanas en pequeñas jornadas de 3 o 4 horas al día. Quedábamos todos los días a las 9 y a las 12 o 1 ya habíamos terminado, y como el 60 o 70% también ocurre dentro de una casa eso nos permitió tenerlo todo más controlado.
- ¿Qué aspectos técnicos le han supuesto un mayor desafío?
Creo que la película ha sido un salto a la piscina bastante importante en el sentido de que mezclaba muchos elementos narrativos distintos, por lo que conseguir un equilibrio entre todos esos elementos narrativos creo que ha sido lo más difícil, ya que hasta que no estuvimos en la sala de montaje y vimos que las piezas encajaban realmente era un acto de fe creer en la película. Eso tiene mucho que ver con el nivel de implicación y de fe del equipo, en unas circunstancias que no eran muy habituales, lo que supuso un elemento importante para poder continuar con el proceso. La rodamos hace ya 4 años y hemos tenido la mente muy fría y a pesar de que los tiempos se alargasen porque las circunstancias económicas en las que lo estábamos haciendo eran las que eran el seguir creyendo en el proyecto y renovar la fe en él ha sido otro de los retos. Por eso siento que de alguna manera hemos crecido a lo largo del proceso y que la peli se ha ido convirtiendo en un Frankenstein de madurez, porque de repente tienes que trabajar en el montaje y diseño de sonido con decisiones de guion o rodaje que tomaste hace 4 o 5 años, y sin embargo conseguir que haya una unificación en todas esas decisiones artísticas y creativas me ha parecido todo un reto.
- ¿Qué ha sido lo más fácil para usted a lo largo de la producción de la película?
Que la película la hemos rodado el equipo de gente con la trabajamos habitualmente y se ha generado muy buen vínculo entre el equipo artístico de la película y los actores y eso permite alargar los procesos en el tiempo y que la relación emocional sentimental entre el equipo y con la película no se pierda. Por eso tengo la sensación de que de alguna manera esa relación entre lo individual y lo colectivo tiene que ver con una dialéctica entre nuestra manera de trabajar y el proceso creativo colectivo de crear la película.
- ¿De qué cree que podrá llegar a reflexionar el público al ver la película?
Creo que la película lanza una pregunta muy clara al espectador y es ¿qué harías tú en una situación como esta? Me interesa más que la gente reflexione sobre su propia soledad, sobre la manera que tenemos hoy en día de encarar la realidad política y social, y cómo el mundo en el que vivimos hoy día nos está llevando a aislarnos. Creo que las narraciones también son capaces de contener grandes preguntas y me interesa más el cine que genere preguntes que las responda, en este caso son unas que cada individuo tiene que responder de manera individual. Cada vez que veo la película hay algo que me gusta y de lo que me siento orgulloso y es que nunca hemos perdido cara a la narración y eso me parece interesante.
- ¿Relacionaría de alguna manera la importancia del contexto de la película con los disturbios que están teniendo lugar ahora en algunas partes de España?
A lo largo de estos 4 años ha habido muchos momentos de violencia, altercados, ahora con lo de Pablo Hassel… y cada vez que pasaba algo de esto siempre sentíamos que era el momento de estrenar, pero para mi la lectura no es que este contexto en el que estamos tenga picos, creo que esa violencia es constante, y es algo que define el sistema en el que vivimos, por eso no creo que haya un mejor o peor momento para la película, es simplemente que hay momentos en los que esa violencia es más pública, y otros en los que se genera caldo de cultivo para que vuelva a ocurrir, pero también es violencia que el rey huya a otro país no sabemos muy bien por qué, o toda la corrupción política que vemos, eso va calando en el estado de ánimo de la gente, que de una u otra forma, estalla.
- Los estrenos convencionales cada vez se han ido derivando más de las salas al streaming, también en un contexto favorecido por la pandemia, ¿en dónde se va poder disfrutar de la película?
Por el momento vamos a cines, y después acabaremos en alguna plataforma. Yo soy muy defensor de las salas, me parece que es el lugar del cine por una cuestión tecnológica y experiencial. Creo que la sala te coloca de una manera que hace que la experiencia cinematográfica sea plena. Siento que para que la experiencia de nuestra película que tiene un trabajo de sonido tan importante y en la que el 5.1. tiene una dialéctica tan relacionada con lo visual, sea plena hay que verla en la sala. No obstante, creo que a nivel tecnológico el streaming esta cada vez más cerca de las salas de cine y me parece que alargar la vida de las películas y que puedan estar en los hogares es una manera perfecta de llegar a la mayor gente posible que al final es lo que queremos los narradores, cineastas y artistas en general.
- ¿Tiene algún nuevo proyecto en marcha, o algún rodaje previsto?
Estoy trabajando en la finalización de un cortometraje que se llama "Está amaneciendo", que rodé hace un año casi y se retrasó un poco por la pandemia, y la idea es estrenar este año en festivales. Es sin duda, mi proyecto más personal y siento que hay algo de mi en la película. También estoy empezando con los primeros textos de mi siguiente largometraje y estoy viendo como empezar la preproducción a lo largo de este año.
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- La película trata los diferentes puntos de vista de los personajes y también puede suscitar distintas visiones según el punto de vista del espectador. Pero desde su punto de vista como director, ¿de qué trata "Los inocentes"?
Al principio lo que más me interesaba era entender cómo podía llegar a comportarse la gente de mi alrededor o yo en una situación extrema, pero poco a poco en el desarrollo del guion y del rodaje esa idea fue mutando y concretándose y al final el corazón de la película es como una especie de cebolla con capas, que ha ido mutando poco a poco a lo largo del proceso, y en la que lo más importante creo que ver con la soledad de los personajes y de cada uno de ellos y de todos nosotros. Como de alguna manera hay una parte de la vida que si tenemos que vivir en soledad obligatoriamente y como la comunicación con nuestro contexto cada vez es más difícil, y cuales son nuestras dificultades para vivir en colectivo. La comunicación va a ser completa al 100% y siempre va a haber algo de todo eso que viviremos en soledad. Al final ese individualismo que se potencia con los años es algo que está muy en el corazón de nuestra generación.
- En toda la película abundan los fuera de campo, y dejan una sensación de aislamiento de los personajes. ¿De dónde le vino esa idea de conferirle tanta importancia a ese elemento? ¿Tiene algo que ver la idea de individualidad con que esté grabado en formato 1:1?
Con el desarrollo del guion y tras terminarlo me fui dando cuenta que había ciertas decisiones formales que tenía que tomar y que tenían que potenciar esa sensación de soledad, por lo que llegaron muy de la mano la idea de utilizar ese formato con la idea de que el fuera de campo estuviera muy presente y de la relación entre ambas, también la decisión de que casi todo sean retratos y de estar muy encima del rostro de los personajes. La relación entre la soledad, el individuo y el colectivo creo que se concreta a nivel visual y sonoro en esa relación entre el 1:1 y los retratos con los fuera de campos. Para mi los fuera de campo representan el mundo, el contexto, el colectivo y tenia que haber mucha lejanía entre el individuo y ese colectivo, y de alguna manera tenía que ser algo que se convirtiese en una cárcel, que fuera más grande que el individuo y que este fuera incapaz de controlar.
- ¿Cómo ha conseguido tanta intensidad en el rodaje?
El guion era un transitar por las individualidades de cada uno de los personajes, por eso a lo que nos teníamos que agarrar era el proceso interno de cada uno de ellos, sus emociones, sus gestos instintivos de su conducta, sus miedos, culpas… y básicamente lo que hicimos en el rodaje fue generar improvisaciones con el texto y los actores, y dejar que los actores llevaran a cabo el complicado trabajo de levantar la tensión, y que transitaran con verdad cada uno de esos puntos de se planteaban en el guion. Intentamos ser honestos con lo que los actores estaban viviendo, respetar lo que ellos vivían, intentar potenciarlo, intentar hacerles entender qué pieza era cada uno de ellos en el puzzle y dejarles libres con eso.
- ¿Cuánto tiempo le llevó la filmación?
Fue un rodaje largo pero corto porque rodamos de una manera especial porque todo sucede de noche. Entonces al final creo que rodamos unas 5 semanas en pequeñas jornadas de 3 o 4 horas al día. Quedábamos todos los días a las 9 y a las 12 o 1 ya habíamos terminado, y como el 60 o 70% también ocurre dentro de una casa eso nos permitió tenerlo todo más controlado.
- ¿Qué aspectos técnicos le han supuesto un mayor desafío?
Creo que la película ha sido un salto a la piscina bastante importante en el sentido de que mezclaba muchos elementos narrativos distintos, por lo que conseguir un equilibrio entre todos esos elementos narrativos creo que ha sido lo más difícil, ya que hasta que no estuvimos en la sala de montaje y vimos que las piezas encajaban realmente era un acto de fe creer en la película. Eso tiene mucho que ver con el nivel de implicación y de fe del equipo, en unas circunstancias que no eran muy habituales, lo que supuso un elemento importante para poder continuar con el proceso. La rodamos hace ya 4 años y hemos tenido la mente muy fría y a pesar de que los tiempos se alargasen porque las circunstancias económicas en las que lo estábamos haciendo eran las que eran el seguir creyendo en el proyecto y renovar la fe en él ha sido otro de los retos. Por eso siento que de alguna manera hemos crecido a lo largo del proceso y que la peli se ha ido convirtiendo en un Frankenstein de madurez, porque de repente tienes que trabajar en el montaje y diseño de sonido con decisiones de guion o rodaje que tomaste hace 4 o 5 años, y sin embargo conseguir que haya una unificación en todas esas decisiones artísticas y creativas me ha parecido todo un reto.
- ¿Qué ha sido lo más fácil para usted a lo largo de la producción de la película?
Que la película la hemos rodado el equipo de gente con la trabajamos habitualmente y se ha generado muy buen vínculo entre el equipo artístico de la película y los actores y eso permite alargar los procesos en el tiempo y que la relación emocional sentimental entre el equipo y con la película no se pierda. Por eso tengo la sensación de que de alguna manera esa relación entre lo individual y lo colectivo tiene que ver con una dialéctica entre nuestra manera de trabajar y el proceso creativo colectivo de crear la película.
- ¿De qué cree que podrá llegar a reflexionar el público al ver la película?
Creo que la película lanza una pregunta muy clara al espectador y es ¿qué harías tú en una situación como esta? Me interesa más que la gente reflexione sobre su propia soledad, sobre la manera que tenemos hoy en día de encarar la realidad política y social, y cómo el mundo en el que vivimos hoy día nos está llevando a aislarnos. Creo que las narraciones también son capaces de contener grandes preguntas y me interesa más el cine que genere preguntes que las responda, en este caso son unas que cada individuo tiene que responder de manera individual. Cada vez que veo la película hay algo que me gusta y de lo que me siento orgulloso y es que nunca hemos perdido cara a la narración y eso me parece interesante.
- ¿Relacionaría de alguna manera la importancia del contexto de la película con los disturbios que están teniendo lugar ahora en algunas partes de España?
A lo largo de estos 4 años ha habido muchos momentos de violencia, altercados, ahora con lo de Pablo Hassel… y cada vez que pasaba algo de esto siempre sentíamos que era el momento de estrenar, pero para mi la lectura no es que este contexto en el que estamos tenga picos, creo que esa violencia es constante, y es algo que define el sistema en el que vivimos, por eso no creo que haya un mejor o peor momento para la película, es simplemente que hay momentos en los que esa violencia es más pública, y otros en los que se genera caldo de cultivo para que vuelva a ocurrir, pero también es violencia que el rey huya a otro país no sabemos muy bien por qué, o toda la corrupción política que vemos, eso va calando en el estado de ánimo de la gente, que de una u otra forma, estalla.
- Los estrenos convencionales cada vez se han ido derivando más de las salas al streaming, también en un contexto favorecido por la pandemia, ¿en dónde se va poder disfrutar de la película?
Por el momento vamos a cines, y después acabaremos en alguna plataforma. Yo soy muy defensor de las salas, me parece que es el lugar del cine por una cuestión tecnológica y experiencial. Creo que la sala te coloca de una manera que hace que la experiencia cinematográfica sea plena. Siento que para que la experiencia de nuestra película que tiene un trabajo de sonido tan importante y en la que el 5.1. tiene una dialéctica tan relacionada con lo visual, sea plena hay que verla en la sala. No obstante, creo que a nivel tecnológico el streaming esta cada vez más cerca de las salas de cine y me parece que alargar la vida de las películas y que puedan estar en los hogares es una manera perfecta de llegar a la mayor gente posible que al final es lo que queremos los narradores, cineastas y artistas en general.
- ¿Tiene algún nuevo proyecto en marcha, o algún rodaje previsto?
Estoy trabajando en la finalización de un cortometraje que se llama "Está amaneciendo", que rodé hace un año casi y se retrasó un poco por la pandemia, y la idea es estrenar este año en festivales. Es sin duda, mi proyecto más personal y siento que hay algo de mi en la película. También estoy empezando con los primeros textos de mi siguiente largometraje y estoy viendo como empezar la preproducción a lo largo de este año.
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