Hablamos con Rafa Russo, director de "El año de la furia" y sus actores Alberto Ammann y Daniel Grao
- por © Ana P. Echavarría-NOTICINE.com
El director de "El año de la furia" (2021), Rafa Russo, y los dos protagonistas de la cinta, Daniel Grao y Alberto Ammann, han hablado en exclusiva con NOTICINE.com sobre su película que se estrena este 28 de mayo en España. La historia gira en torno a los prolegómenos del golpe de estado militar de 1973 en Uruguay. En ella los actores interpretan, respectivamente, a uno de los torturadores del ejército y a un guionista que trata de oponerse a lo que está ocurriendo por medio del humor. "Quería contar la historia desde el punto de vista de la gente corriente, no desde los despachos", ha dicho Russo.
El cineasta español, de familia argentina, ha afirmado que su objetivo con esta película era contar la historia desde el punto de vista de la "gente de la calle" y "profundizar en el corazón humano". Sobre la decisión de poner el foco tanto en opresores como en oprimidos, Russo la considera "interesante y novedosa", además de matizar que el militar que protagoniza la película no es un alto mando sino "uno de los pobres ejecutores". "Al fin y al cabo estamos hablando de seres humanos, no máquinas", ha defendido a la par que ha detallado que su intención es entender cómo se "convivía" con lo que ocurría y con las decisiones que se tomaban al respecto.
Daniel Grao interpreta al complejo personaje de un torturador, a lo que hay que añadir la dificultad de hacerlo con acento uruguayo, siendo él de origen español. "Tuve la ayuda de Kike Guaza, un amigo maravilloso que se le da muy bien esto de los acentos", ha explicado sobre el trabajo, que realizó para que su pronunciación sonase lo más creíble posible, y ha comentado divertido que en el rodaje había una persona encargada únicamente de estar con unos auriculares pendiente de que no se le escapara ninguna "ese". Aun así, para él fue interesante preparar el acento como parte de la caracterización del personaje, ya que le daba "un sitio al que agarrarse" y le ayudaba a que el "disfraz" se alejase más de sí mismo.
El humor se convierte en esta película en un protagonista más de la mano del personaje de Alberto Amman, un escritor que usa este recurso como "un arma diferente" para defenderse. Sobre si el humor tiene que tener alguna clase de límite, Grao opina que no, ya que los límites los tenemos "cada uno" dependiendo de nuestra "escala de valores". "Si hay humor hay inteligencia y muestra lo absurdo de lo que estamos viviendo", ha resumido el intérprete, que además considera que sirve como "válvula de escape". En su caso, Ammann se muestra de acuerdo, pero tiene alguna reserva más: "Me molesta el humor de la gente que se ríe de las personas que tienen dificultades, de la gente vulnerable". Aun así, concreta que no le gustaría que se prohibiese pero que, para él, ver a gente riéndose de esa clase de humor es un indicativo de lo "mal que estamos mentalmente" como sociedad.
El director espera que el espectador pueda "extraer claves" de "El año de la furia" (2021) para "entender" lo que pasó y "evitar que vuelva a ocurrir"; mientras que Grao quiere que se sienta "sacudido". Por su parte, Amman propone al público el ejercicio de ver "dónde se ven más reflejados" dentro de la cinta, "sin filtros y sin prejuicios", y utilizarlo como "autoconocimiento" y "aceptación". "Nos ubica en el momento actual de lo que somos y de lo que pensamos", ha concluido.
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El cineasta español, de familia argentina, ha afirmado que su objetivo con esta película era contar la historia desde el punto de vista de la "gente de la calle" y "profundizar en el corazón humano". Sobre la decisión de poner el foco tanto en opresores como en oprimidos, Russo la considera "interesante y novedosa", además de matizar que el militar que protagoniza la película no es un alto mando sino "uno de los pobres ejecutores". "Al fin y al cabo estamos hablando de seres humanos, no máquinas", ha defendido a la par que ha detallado que su intención es entender cómo se "convivía" con lo que ocurría y con las decisiones que se tomaban al respecto.
Daniel Grao interpreta al complejo personaje de un torturador, a lo que hay que añadir la dificultad de hacerlo con acento uruguayo, siendo él de origen español. "Tuve la ayuda de Kike Guaza, un amigo maravilloso que se le da muy bien esto de los acentos", ha explicado sobre el trabajo, que realizó para que su pronunciación sonase lo más creíble posible, y ha comentado divertido que en el rodaje había una persona encargada únicamente de estar con unos auriculares pendiente de que no se le escapara ninguna "ese". Aun así, para él fue interesante preparar el acento como parte de la caracterización del personaje, ya que le daba "un sitio al que agarrarse" y le ayudaba a que el "disfraz" se alejase más de sí mismo.
El humor se convierte en esta película en un protagonista más de la mano del personaje de Alberto Amman, un escritor que usa este recurso como "un arma diferente" para defenderse. Sobre si el humor tiene que tener alguna clase de límite, Grao opina que no, ya que los límites los tenemos "cada uno" dependiendo de nuestra "escala de valores". "Si hay humor hay inteligencia y muestra lo absurdo de lo que estamos viviendo", ha resumido el intérprete, que además considera que sirve como "válvula de escape". En su caso, Ammann se muestra de acuerdo, pero tiene alguna reserva más: "Me molesta el humor de la gente que se ríe de las personas que tienen dificultades, de la gente vulnerable". Aun así, concreta que no le gustaría que se prohibiese pero que, para él, ver a gente riéndose de esa clase de humor es un indicativo de lo "mal que estamos mentalmente" como sociedad.
El director espera que el espectador pueda "extraer claves" de "El año de la furia" (2021) para "entender" lo que pasó y "evitar que vuelva a ocurrir"; mientras que Grao quiere que se sienta "sacudido". Por su parte, Amman propone al público el ejercicio de ver "dónde se ven más reflejados" dentro de la cinta, "sin filtros y sin prejuicios", y utilizarlo como "autoconocimiento" y "aceptación". "Nos ubica en el momento actual de lo que somos y de lo que pensamos", ha concluido.
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