Cómo la música llevó a Bardem a convertirse en Desi Arnaz
- por © Eva Ramos-NOTICINE.com
La esperada película "Ser los Ricardo / Being the Ricardos" ya puede verse en Prime Video, y su protagonista, Javier Bardem, estuvo promocionándola en su debut en la plataforma. Según comentó en entrevista a Deadline, la conexión con su personaje, el cubano Desi Arnaz, ha hecho que explore un nuevo aspecto de su talento como profesional, sobre todo a través de los números musicales que interpreta, como "Babalú" y "Cuban Pete".
Aunque ya había comentado anteriormente que su primera vez como cantante vino de la mano de Rob Marshall, director de "La sirenita / The Little Mermaid" y que le ofreció un número musical en su papel del rey Tritón, él nunca se había considerado cantante. Sin embargo, gracias a esta primera incursión, se atrevió con el papel de Arnaz: "Cuando Aaron (Sorkin) me preguntó si sabía cantar, dije: 'Por supuesto, sé cantar y tocar la guitarra. Puedo hacer todas esas cosas'. Pero luego, cuando colgué, dije: 'Mierda, ¿cómo voy a hacer todo esto?'. No estaba seguro de poder ejecutarlo".
Bardem ha compatibilizado ambos rodajes, acompañado por un equipo para su entrenamiento vocal que logró que consiguiera tener la suficiente confianza para, en un mes, estar a la altura de interpretar al actor, productor y, sobre todo, músico cubano: "Aprendí mucho interpretando a Desi: tocando la guitarra y las congas, aprender todos esos hermosos, largos y complejos diálogos de Sorkin en inglés, con la ayuda de mi entrenador de inglés, Thom Jones, y mi entrenador cubano, Daniel Duque Estrada, en menos de un mes. Eso es mucho mientras se graba la película simultáneamente con otra".
No solo su elección como español interpretando a un cubano, sino también la de Nicole Kidman, australiana, encarnando a la adorada Lucille Ball, estuvieron llenas de polémica. Sin embargo, el resultado ha sido espectacular: "Trabajé realmente duro para sumergirme en la vida de Desi y quién era él y una gran parte de eso era su herencia cubana".
Pero el actor comprende perfectamente los sentimientos de los más críticos: "La representación de las minorías en las películas, incluidos los latinoamericanos, por supuesto, es importante y tiene que estar ahí. Lo apoyo absolutamente y lo entiendo. Mientras perseguía el papel, no estaba tratando de persuadir a nadie de que no contratara a otro actor, especialmente a cualquiera de ascendencia cubana que hiciera una audición. Nunca. Cuando obtuve el papel, me comprometí a trabajar tan duro como pudiera y así lo hice, para ganármelo. Para asegurarnos de que se haga con todo el respeto, la admiración y el amor por Desi y lo que representó, incluidos sus orígenes".
Algunas sugerencias sobre las expresiones del personaje fueron hechas por el propio Bardem, que escuchó al cómico Álvarez Guedes para perfeccionar su acento, además de las grabaciones de audio privadas cedidas por la hija de Desi, Lucie Arnaz, para comprender a su personaje. El actor resaltó la admiración por el papel que tuvo dentro de la productora, Desilu (un caso raro en la época de empresa liderada por una mujer y un emigrante), donde siempre supo estar en su lugar y hacerse respetar, y la innovación que eso supuso en la televisión del momento: "Era enormemente talentoso, terco e implacable, y lo sabía. Así que la gente lo dejó en paz porque estaba haciendo ricos a todos. Y eso incluye los problemas de racismo que abordamos, cómo luchó para que su voz se escuchara en un mundo lleno de estadounidenses que no estaban acostumbrados a ver a los extranjeros como lo hacen ahora".
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Aunque ya había comentado anteriormente que su primera vez como cantante vino de la mano de Rob Marshall, director de "La sirenita / The Little Mermaid" y que le ofreció un número musical en su papel del rey Tritón, él nunca se había considerado cantante. Sin embargo, gracias a esta primera incursión, se atrevió con el papel de Arnaz: "Cuando Aaron (Sorkin) me preguntó si sabía cantar, dije: 'Por supuesto, sé cantar y tocar la guitarra. Puedo hacer todas esas cosas'. Pero luego, cuando colgué, dije: 'Mierda, ¿cómo voy a hacer todo esto?'. No estaba seguro de poder ejecutarlo".
Bardem ha compatibilizado ambos rodajes, acompañado por un equipo para su entrenamiento vocal que logró que consiguiera tener la suficiente confianza para, en un mes, estar a la altura de interpretar al actor, productor y, sobre todo, músico cubano: "Aprendí mucho interpretando a Desi: tocando la guitarra y las congas, aprender todos esos hermosos, largos y complejos diálogos de Sorkin en inglés, con la ayuda de mi entrenador de inglés, Thom Jones, y mi entrenador cubano, Daniel Duque Estrada, en menos de un mes. Eso es mucho mientras se graba la película simultáneamente con otra".
No solo su elección como español interpretando a un cubano, sino también la de Nicole Kidman, australiana, encarnando a la adorada Lucille Ball, estuvieron llenas de polémica. Sin embargo, el resultado ha sido espectacular: "Trabajé realmente duro para sumergirme en la vida de Desi y quién era él y una gran parte de eso era su herencia cubana".
Pero el actor comprende perfectamente los sentimientos de los más críticos: "La representación de las minorías en las películas, incluidos los latinoamericanos, por supuesto, es importante y tiene que estar ahí. Lo apoyo absolutamente y lo entiendo. Mientras perseguía el papel, no estaba tratando de persuadir a nadie de que no contratara a otro actor, especialmente a cualquiera de ascendencia cubana que hiciera una audición. Nunca. Cuando obtuve el papel, me comprometí a trabajar tan duro como pudiera y así lo hice, para ganármelo. Para asegurarnos de que se haga con todo el respeto, la admiración y el amor por Desi y lo que representó, incluidos sus orígenes".
Algunas sugerencias sobre las expresiones del personaje fueron hechas por el propio Bardem, que escuchó al cómico Álvarez Guedes para perfeccionar su acento, además de las grabaciones de audio privadas cedidas por la hija de Desi, Lucie Arnaz, para comprender a su personaje. El actor resaltó la admiración por el papel que tuvo dentro de la productora, Desilu (un caso raro en la época de empresa liderada por una mujer y un emigrante), donde siempre supo estar en su lugar y hacerse respetar, y la innovación que eso supuso en la televisión del momento: "Era enormemente talentoso, terco e implacable, y lo sabía. Así que la gente lo dejó en paz porque estaba haciendo ricos a todos. Y eso incluye los problemas de racismo que abordamos, cómo luchó para que su voz se escuchara en un mundo lleno de estadounidenses que no estaban acostumbrados a ver a los extranjeros como lo hacen ahora".
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