Gerardo Herrero habla sobre el estreno de "Bajo Terapia"
- por © Jesús Sánchez-NOTICINE.com
Ya está en cines españoles "Bajo terapia", película dirigida por el madrileño Gerardo Herrero, que adapta la obra teatral homónima de Matías del Federico, tras su paso por el Festival de Málaga. Esta comedia dramática sobre una sesión de terapia de grupo está adaptada y producida por el propio Herrero y cuenta en su elenco con Malena Alterio, Alexandra Jiménez, Fele Martínez, Antonio Pagudo y Eva Ugarte.
Narra cómo tres parejas acuden a una inusual sesión de terapia en grupo. La psicóloga les ha dejado unos sobres con consignas que las parejas tendrán que abordar y analizar entre todos. La mecánica propuesta alienta a que todos opinen, discutan y finalmente se acabe mostrando tal y como son. Con el humor como herramienta principal, el encuentro se complicará hasta límites insospechados.
"Fue un flechazo -dice Herrero sobre su aproximación a la obra del argentino Del Federico. Fui al teatro a ver la obra y nada más bajarse el telón intenté averiguar si los derechos estaban libres para poder hacer su adaptación al cine. Pero me dijeron que de momento no querían venderlos". Tras un año de espera y de idas y venidas con los productores de la obra al final lo consiguió. "Llamé de nuevo al autor, que se mostró más interesado y dijo que presionaría para que me diese la opción. A partir de ahí comenzamos a escribir el guion", detalla.
"Decidí hacer todo lo que yo podía: escribir el guion, producirlo y dirigirlo. ¿Por qué? Porque los flechazos y la pasión son lo más importante del mundo", agregaba.
Sobre el proceso de seleccionar el elenco Herrero ha comentado: "Dos actores ya estaban en la función de teatro española: Juan Carlos Vellido y Fele Martínez. Los demás, o no podían o no encajaban del todo y por eso hicimos una propuesta con la persona encargada del casting. La verdad es que estoy encantado con el elenco de la película".
"El proceso de escritura se hizo dos veces: por primera vez cuando escribo el guion y después con los actores. Durante la semana de ensayo con los actores reescribimos el guion e incluso durante el rodaje volvíamos a reescribir, tocábamos diálogos en función de la cámara y de los movimientos", detallaba Herrero.
"Una de las ventajas de la película es haberla podido rodar en orden cronológico. La ventaja para los actores fue que ese viaje emocional que tienen que sufrir en la película era en sentido cronológico. Por otro lado, hay humor en muchos momentos y drama en otros. En un momento hay un cambio de tono que para mí era lo más difícil de encarar, había que mantenerlo en la cabeza y guiar bien a los actores. Y aunque el hecho de rodar cronológicamente ayuda, siempre tienes que estar pendiente de medir todo bien. La dirección de actores está medida en función del momento, del tema, de la continuidad, de lo que ha pasado antes, de cuál es la relación de las parejas, de cómo actúan esas parejas, de cómo son, de cómo se miran, de cómo se comportan, de cómo se discuten o se tiran pullas… la historia está llena de matices", ha dicho el cineasta.
Sobre la convivencia de los actores en el rodaje, debido a que se encuentran bastantes veces juntos en cámara, ha comentado: "El hecho de rodar en Pamplona, alejados de casa, posibilitó que hubiera mucha unidad permanente. Estábamos en el mismo hotel, desayunábamos juntos, muchos días tomábamos algo al acabar el rodaje. Y, sobre todo, había mucha relación y cordialidad y podíamos disfrutar de esa relación. Los actores estaban contentos porque disfrutaban con la interpretación y los técnicos también porque era un rodaje muy agradable. Y después la química fue creando una especie de relación de familia o de amistad donde todo el mundo estaba contento y relajado. No había esas tensiones que a veces se producen en los rodajes. Todo el mundo estaba feliz".
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Narra cómo tres parejas acuden a una inusual sesión de terapia en grupo. La psicóloga les ha dejado unos sobres con consignas que las parejas tendrán que abordar y analizar entre todos. La mecánica propuesta alienta a que todos opinen, discutan y finalmente se acabe mostrando tal y como son. Con el humor como herramienta principal, el encuentro se complicará hasta límites insospechados.
"Fue un flechazo -dice Herrero sobre su aproximación a la obra del argentino Del Federico. Fui al teatro a ver la obra y nada más bajarse el telón intenté averiguar si los derechos estaban libres para poder hacer su adaptación al cine. Pero me dijeron que de momento no querían venderlos". Tras un año de espera y de idas y venidas con los productores de la obra al final lo consiguió. "Llamé de nuevo al autor, que se mostró más interesado y dijo que presionaría para que me diese la opción. A partir de ahí comenzamos a escribir el guion", detalla.
"Decidí hacer todo lo que yo podía: escribir el guion, producirlo y dirigirlo. ¿Por qué? Porque los flechazos y la pasión son lo más importante del mundo", agregaba.
Sobre el proceso de seleccionar el elenco Herrero ha comentado: "Dos actores ya estaban en la función de teatro española: Juan Carlos Vellido y Fele Martínez. Los demás, o no podían o no encajaban del todo y por eso hicimos una propuesta con la persona encargada del casting. La verdad es que estoy encantado con el elenco de la película".
"El proceso de escritura se hizo dos veces: por primera vez cuando escribo el guion y después con los actores. Durante la semana de ensayo con los actores reescribimos el guion e incluso durante el rodaje volvíamos a reescribir, tocábamos diálogos en función de la cámara y de los movimientos", detallaba Herrero.
"Una de las ventajas de la película es haberla podido rodar en orden cronológico. La ventaja para los actores fue que ese viaje emocional que tienen que sufrir en la película era en sentido cronológico. Por otro lado, hay humor en muchos momentos y drama en otros. En un momento hay un cambio de tono que para mí era lo más difícil de encarar, había que mantenerlo en la cabeza y guiar bien a los actores. Y aunque el hecho de rodar cronológicamente ayuda, siempre tienes que estar pendiente de medir todo bien. La dirección de actores está medida en función del momento, del tema, de la continuidad, de lo que ha pasado antes, de cuál es la relación de las parejas, de cómo actúan esas parejas, de cómo son, de cómo se miran, de cómo se comportan, de cómo se discuten o se tiran pullas… la historia está llena de matices", ha dicho el cineasta.
Sobre la convivencia de los actores en el rodaje, debido a que se encuentran bastantes veces juntos en cámara, ha comentado: "El hecho de rodar en Pamplona, alejados de casa, posibilitó que hubiera mucha unidad permanente. Estábamos en el mismo hotel, desayunábamos juntos, muchos días tomábamos algo al acabar el rodaje. Y, sobre todo, había mucha relación y cordialidad y podíamos disfrutar de esa relación. Los actores estaban contentos porque disfrutaban con la interpretación y los técnicos también porque era un rodaje muy agradable. Y después la química fue creando una especie de relación de familia o de amistad donde todo el mundo estaba contento y relajado. No había esas tensiones que a veces se producen en los rodajes. Todo el mundo estaba feliz".
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