Gustavo Garzón y la dificultad de despedirse, en "Cuando ya no esté"

por © Jesús Sánchez-NOTICINE.com
"Cuando ya no esté"
"Cuando ya no esté"
La película argentina "Cuando ya no esté", protagonizada por Gustavo Garzón y dirigida por el director Martin Viaggio ("Amando a Carolina"), ha comenzado su andadura frente al público este jueves en el porteño cine Gaumont. El film estuvo en rodaje en distintos lugares de la provincia de Mendoza durante la etapa de la pandemia. "Mi objetivo como director de la película fue narrar de manera simple la profunda crisis que sufre el personaje de Arturo, a quien se le diagnostica una enfermedad muy grave. Esa circunstancia modifica sustancialmente sus vínculos familiares y lo obliga a un replanteo en su rutinaria manera de vivir", ha dicho Viaggio.

Por su parte, Gustavo Garzón confesaba a Gabriel Lerman en la web de los Globos de Oro que hubo una componente turística en su aceptación del proyecto. "Lo tomé como una propuesta laboral que se iba a rodar en Mendoza y eso me entusiasmó mucho porque es una provincia que adoro. Además, era el protagonista absoluto de la película. Eran demasiadas tentaciones como para decir que no. Después, al leer el guion, por supuesto que encontré resonancia en mi propia vida y sentí que era un tema al que podía ponerle el cuerpo, la cabeza y el corazón porque sé lo que es".

El actor, que además de interpretar a lo largo de su carrera ha escrito y ejercido como productor, hace aquí el papel de Arturo, un hombre a quien se le anuncia una enfermedad terminal. Con dolor y pena, pero con convicción y alegría, Arturo comprende, tardíamente pero finalmente no tanto, que lo mejor de la vida está en lo que son nuestros vínculos familiares.

"El personaje -añadía el veterano actor- toma un camino diferente al que yo transité, en principio porque tiene un 1% de posibilidad de revertir su enfermedad mientras que yo tenía un 70% y porque decide no compartir su situación con nadie, cosa que yo no hice. En una primera instancia tuve mucho miedo de hacerme la biopsia, pero después se abrió todo un campo de vida nuevo, renovado y hasta luminoso. Atravesé todo el período de la enfermedad y, sobre todo, el tratamiento, como un espacio de un enorme aprendizaje donde sabía que había cosas que no tenía que volver a hacer. Por ejemplo, aprender a manejar mis emociones, caso contrario tenía poca vida por delante. También, al igual que el personaje, empecé a vivir diferente poniendo en práctica lo que leí de un libro de los hermanos Stephanie y Carl Simonton que se llama Recuperar la salud, que fue mi guía para la curación".



Para Garzón, "la película tiene lo que aparentemente puede ser una limitación pero que para mí terminó siendo una gran posibilidad: las pocas palabras que utiliza. Estoy en el 95% de las escenas y creo que nunca tuve que estudiar el texto porque siempre era un bocadillo y eso de narrar sin palabras me pareció fantástico porque entendí que el cine es imagen y la actuación es comprometer el cuerpo. Ante la escasez de texto, estaba obligado a transmitir con los ojos, con las manos y con el cuerpo. Tenía que estar mucho tiempo estático y aun así debía contar la historia de un hombre prácticamente condenado a muerte. Fue una experiencia muy interesante que me obligó a no distraerme un segundo y a aprender que sin palabras se puede decir tanto o más que con ellas. Lo comprobé al ver la película y sinceramente me sorprendió por el grado de emoción que logra y que nunca me había pasado con otros trabajos míos".

"Cuando ya no esté" ha sido escrita por Martin Viaggio, y junto a Garzón, el elenco se completa con Noemí Frenkel, Marcos Woinsky, Francisco Vecchio, Maria Schnell, etc. Masa Latina se ha ocupado de la producción y APIMA Distribución se ha encargado de la distribución de la película.

"Los recursos para contar esa historia, la enfermedad de Arturo y el inevitable impacto en su entorno, debían evitar el artificio y concentrarse en lo medular: alguien que gradualmente va comprendiendo que pudo haber tomado mejores decisiones, que no fue amoroso con sus seres queridos, que desperdició gran parte de lo bello que le ofrece la vida", comentaba Viaggio.

Para el cineasta, "nada ocurre en la historia que no sea común a la experiencia de todos nosotros, que en algo seguramente nos parecemos a él. Es una película encuadrada en el género de historias de redención. Porque con dolor y pena, pero con convicción y alegría Arturo comprende, tardíamente pero finalmente no tanto, que lo mejor de la vida está en nuestros vínculos familiares".

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